Una investigación de la Administración Trump acusa a la Universidad de Harvard de violar los derechos de sus estudiantes judíos. Los abogados del Gobierno estadounidense concluyen que la institución sabía que estos estudiantes se sentían amenazados y presuntamente actuó con deliberada indiferencia.

El Ejecutivo liderado por Donald Trump ha advertido en un comunicado a la universidad más rica de EEUU con retirarle definitivamente toda la financiación federal si no realiza cambios en este sentido, relacionados con sus protocolos sobre el antisemitismo y las políticas inclusivas conocidas domo DEI.

"No implementar cambios adecuados de inmediato resultará en la pérdida de todos los recursos financieros federales y seguirá afectando la relación de Harvard con el gobierno federal", se afirma en la carta que ha recibido este lunes su presidente, Alan Garber.

La misiva indica que Harvard se mantuvo impasible después de que estudiantes israelíes supuestamente fueran agredidos durante los últimos dos años, y que el campus fuera vandalizado con pintadas que mostraban un signo de dólar dentro de una Estrella de David o una bandera israelí con una esvástica en lugar de la Estrella de David.

A estas notificaciones formales de violación de la ley de derechos civiles generalmente suele sucederle una demanda del Departamento de Justicia o una resolución voluntaria con la universidad.

Visto con perspectiva, esta advertencia de la Administración Trump contra Harvard es un paso más de una tensa relación entre las partes, después de que a principios de este 2025 el Ejecutivo exigiera a la institución poder supervisar sus admisiones, contratación y la ideología de los estudiantes y el personal.

Harvard se opuso al requerimiento y la Administración Trump anunció que congelaría más de 2.000 millones de dólares en fondos federales para la prestigiosa universidad, por lo que la institución ha demandado al Gobierno estadounidense por supuesta violación de la Primera Enmienda y del debido proceso.

Además, Harvard publicó sus propios informes internos sobre antisemitismo y prejuicios antimusulmanes en el campus en abril, hallando que estudiantes judíos pero también musulmanes se sintieron inseguros en los meses posteriores al 7 de octubre, y que estaba trabajando para solventar la situación.

La Administración Trump emitió otra notificación de este tipo en mayo a la Universidad de Columbia, cuyas protestas contra la masacre en Gaza alcanzaron la dimensión internacional, por no haber protegido a estudiantes judíos del supuesto acoso.