El país que pide entrar en la UE entra en negociaciones con Rusia
Sus negocios con Moscú y la inexistencia de sanciones le permiten jugar a dos bandas.

El contexto geopolítico actual de Europa es coloquialmente, lo que se conoce como un polvorín. La situación es especialmente convulsa, numerosos países se encuentran sin saber exactamente cuál es el mejor rumbo a tomar, cuál es la mejor opción para conseguir sus objetivos o si la Unión Europea sigue siendo aquel reducto de paz y prosperidad de hace algunas décadas.
Uno de esos países es Ucrania, que ha visto cómo sus fronteras se han visto vulneradas por sus acercamientos con Europa, y desde hace tres años libra una batalla con Rusia en su propio territorio. Pero no es el único, ya que hay otros países que se encuentran en una situación parecida, aunque con la ventaja de no hacer frontera con Rusia.
En este grupo se puede incluir a Serbia, que se encuentra en estos momentos fuera de la Unión Europea, pero que aspira a entrar más pronto que tarde, sin embargo, y teniendo en cuenta el contexto actual, el país balcánico no pretende 'cerrarse puertas', y en estos momentos se encuentra también negociando con el enemigo por antonomasia de Europa, Rusia, para obtener un nuevo contrato de suministro de gas durante 30 años.
Esta información fue publicada por el medio polaco Wprost el pasado 5 de marzo, en el que se recogían declaraciones del presidente de la compañía de gas estatal Srbijagas, Dušan Bajatović confirmando este interés.
De hecho, en el artículo se informa de que ambas partes han cerrado ya un acuerdo por el cual Serbia recibirá 2.500 millones de metros cúbicos de gas anuales a través del gasoducto Balkan Stream. Esta cantidad supone un aumento de 300 millones en comparación a los 2.200 que recibe actualmente al año.
Así, y en este contexto de negociaciones, Bajatovic afirmó que las conversaciones están ahora mismo centradas en fijar el precio del gas, ya que en estos momentos, Serbia recibe suministro de gas en virtud del contrato de tres años que mantiene con Moscú desde 2022 y hasta 2025.
Desde Serbia son optimistas con que el acuerdo saldrá adelante a un precio mucho más bajo que el de la media europea. Y es que, de entre todos los detalles que hay que tener en cuenta en esta historia, hay que recordar que Serbia es de los pocos países europeos que no ha impuesto restricciones ni sanciones a las importaciones de energía rusa.
En este sentido, Rusia es el principal proveedor de gas de Serbia, debido entre otros motivos, a que el país balcánico tan solo puede generar el 15% de la demanda anual del país, algo que le ha obligado en algunas ocasiones en estos últimos años, a recurrir a gas extranjero, como el de Azerbaiyán, mediante el gasoducto de Bulgaria.
Todo esto no parece haber sentado especialmente bien en EEUU, que ya anunció sanciones para la mayor compañía energética de Serbia, NIS, por sus vínculos comerciales con Gazprom, principal compañía estatal de gas rusa, que cuenta con más del 50% de las acciones de la empresa serbia.
