El último hallazgo en Chernóbil deja confundida a la comunidad científica

El último hallazgo en Chernóbil deja confundida a la comunidad científica

El accidente nuclear ocurrido hace casi 40 años continúa dejando algunos resultados sorprendes para los investigadores.

Central nuclear de ChernóbilGetty Images

Por todos conocido como uno de los mayores -sino el mayor- desastres nucleares vividos en la historia de la humanidad, el accidente de Chernóbil en el año 1986, ha sido objeto de infinidad de estudios, investigaciones, películas, series, etc, que han puesto de manifiesto la dimensión y el alcance que tuvo en su día y cómo afecta aún a día de hoy, sus consecuencias.

Entre los innumerables estudios e investigaciones llevadas a cabo por la comunidad científica, el último ha sido uno de los más sorprendentes hasta el momento. Y es que, tras más de cuatro décadas, siguen produciéndose descubrimientos y hallazgos inimaginables.

Este último ha causado un gran impacto en los investigadores de la Universidad de Nueva York (NYU) debido a que, tras descubrir que hay animales que estuvieron expuestos a radiación crónica que no sufrieron ningún tipo de daño en comparación a las personas que sí estuvieron.

De acuerdo con lo explicado por Sophia Tidori, becaria postdoctoral en el Departamenteo de Biología de la (NYU), y primera autora del estudio publicado en las Actas de la Academia Nacional de Ciencias (PNAS), aunque lo acaecido en Chernóbil hace casi 40 años supuso una tragedia inimaginable, a día de hoy sigue sin conocerse hasta qué punto llegaron sus consecuencias.

"Había visto imágenes de la zona de exclusión y me sorprendió lo exuberante y verde que parecía; nunca pensé que alguna vez volviera a estar viva", aseguró. Tidori. En este sentido, destacó que se eligieron varias especies de gusanos ubicados en ese lugar ya que son muy tolerantes a la radiación. "Queríamos ver sus reacciones", aseguró la investigadora.

Animales mucho más resistentes 

Estos gusanos, de la especia oschieus tipulae, que por norma general residen en el suelo, fueron recolectados de Chernóbil en 2019 y transportados a la Universidad de Nueva York con el objetivo de ser estudiados y comprender su comportamiento y reacción.

Y los resultados fueron sorprendentes para todos, ya que descubrieron que no había señales de daño por radiación en su ADN: "Esto no significa que Chernóbil sea seguro, sino que estos gusanos son animales realmente resistentes y pueden soportar condiciones extremas", afirmó Tidori.

Por otro lado, Tidori también destacó que se desconoce el tiempo que cada uno estuvo expuesto a la radiación, por lo que no se pueden extraer conclusiones definitivas respecto al impacto del accidente nuclear en esta especie ni en "sus ancestros durante las últimas cuatro décadas".