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Europa llama a la unidad y a la urgencia: "Somos un proyecto de paz, pero ya no hay espacio para la nostalgia"

Europa llama a la unidad y a la urgencia: "Somos un proyecto de paz, pero ya no hay espacio para la nostalgia"

Von der Leyen dibuja en su discurso sobre el Estado de la Unión un bloque "en combate", necesitado de autonomía. "Que nos paralicen nuestras divisiones", pide. Reclama un "esfuerzo" para abordar "crisis social" de la vivienda y anuncia cumbre. 

La presidenta de la CE, Ursula von der Leyen, con parte de sus comisarios al fondo, durante su discurso sobre el Estado de la Unión 2025, el 10 de septiembre, en Estrasburgo.Yves Herman / Reuters

"Europa está en combate". No ha podido empezar con más contundencia el discurso del Estado de la Unión Europea (UE) de la presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen. Esta mañana, en la sede del Europarlamento en Estrasburgo (Francia), la alemana ha tratado de dibujar una alianza en peligro prácticamente existencial, amenazada y necesitada de acción "urgente" y de "unidad" para salir adelante y ocupar su lugar en el mundo. Lo decía, sobre todo, en el plano defensivo, pero también en el comercial o en el empresarial. "Somos un proyecto de paz, pero ya no hay espacio para la nostalgia", ha avisado a los que aún no encajan la gravedad del escenario, aunque ha recibido el reproche de cierta parte de la izquierda por su belicismo. 

Von der Leyen ha defendido que quiere una Europa "compleja y en paz, libre e independiente, con valores y basada en la democracia", pero también "con capacidad de determinar nuestro destino por nosotros mismos", algo de lo que ahora adolece, zarandeada por los grandes acontecimientos mundiales, empezando por la presencia en la presidencia de Estados Unidos de Donald Trump al que, desde luego, se ha cuidado de citar. "No se confundan. Es un combate por nuesto futuro", ha avisado. 

En el primer discurso de esta naturaleza desde su reelección, el pasado invierno, la alemana ha reconocido que ha dado "muchas vueltas" a esa parte de su intervención, a esa llamada de alerta, con términos en los que los europeos "no estamos acostumbrados a hablar", pero los ha defendido porque es necesario ante el "mundo implacable de hoy". "No se pueden maquillar las dificultades", resume, del coste de la vida a los conflictos mundiales. "No podemos simplemente esperar a que pase la tormenta. Este verano nos ha enseñado que simplemente no hay espacio ni tiempo para la nostalgia", ha rematado, evocando unos meses difíciles, protagonizados por las negociaciones Rusia-Ucrania o los aranceles extra de EEUU. 

La Unión tiene que luchar ante "potencias ambivalentes o abiertamente hostiles". Y de ahí saldrá "una nueva Europa". "Debe ser el momento de la independencia, hacernos cargo de nuestra defensa y seguridad", ha detallado, citando la autonomía estratégica en lo militar o la energética como rasgos necesarios de ese club remozado. Hay que definir la sociedad "en la que queremos vivir" y garantizar que sea "democrática" y "abierta al mundo", a "nuevos y antiguos aliados". La clave es "tener la libertad y el poder para determinar nuestro propio destino. Sabemos que podemos hacerlo, hemos demostrado lo que es posible cuando tenemos la misma ambición, unidad y sentido de la urgencia", recuerda a los que repiten que no se puede, que es muy complicado. 

"No podemos simplemente esperar a que pase la tormenta (...) ¿Tiene Europa estómago para este combate? ¿Tiene sentido de urgencia, voluntad política y destreza política para llegar a acuerdos?"

La "pregunta central", lanza es: "¿Tiene Europa estómago para este combate? ¿Tiene sentido de urgencia, voluntad política y destreza política para llegar a acuerdos?". "Que nos paralicen nuestras divisiones", ruega, porque "la elección está clara". A esto se responde con Estados a una, instituciones europeas fuertes, partidos proeuropeos dispuestos y ampliación, haciendo más grande el grupo,"con un proceso basado en méritos". "Yo estoy preparada", ofrece. 

Von der Leyen ha puesto como ejemplo dos de los asuntos en los que no hay que dudar, sino ir cual mosqueteros: Ucrania y Gaza. Sobre ambos conflictos ha hecho anuncios significativos que puedes leer en las siguientes informaciones. 

Los anuncios

A lo largo de su alocución, Von der Leyen también ha desgranado los compromisos para el nuevo año de su Comisión, marco aterrador aparte. Aunque la competitividad y la industria han copado buena parte de sus folios, también ha tenido un tinte social que contrasta hasta con las políticas de su partido, el Popular Europeo, por mostrar -al menos de palabra- cierta sensibilidad extra. 

Por ejemplo, como cita EFE, ha defendido que hay que afrontar el problema de la vivienda como una "crisis social" y ha pedido un "esfuerzo europeo" para afrontarla y una "transformación radical" de la forma en que se gestiona. "Desgarra el tejido social de Europa, debilita nuestra cohesión y también amenaza nuestra competitividad", afirmó. Prometió que antes de que acabe el año se va a presentar el primer plan europeo para una Vivienda Asequible y anunció que convocará por primera vez una cumbre de la UE dedicada a la materia "para garantizar que está en lo más alto de nuestra agenda". Mientras fructifica ese debate, apuesta por la necesidad de revisar las normas comunitarias sobre ayudas públicas en este ámbito (una iniciativa ya en marcha) y subrayó que es necesario "facilitar la construcción de vivienda nuevas y de residencias de estudiantes".

La CE también propondrá una "iniciativa legal" sobre los alquileres turísticos o de corta estancia para "abordar las cuestiones pendientes", aunque no aportó ningún detalle al respecto en uno de los asuntos clave para entender la subida de los precios del alquiler, en general. "Será un esfuerzo europeo, anclado en las realidades locales", enfatizó la jefa del Ejecutivo comunitario sobre una política cuya competencia reside, principalmente, en los Estados miembros o incluso en sus regiones y municipios. Reclamó que "toda la sociedad, todos los legisladores y todas las partes implicadas se junten" para encontrar soluciones al problema de los precios de la vivienda. "(El problema de la) vivienda va sobre dignidad, sobre justicia y sobre el futuro de Europa", remarcó.

"La crisis social de la vivienda desgarra el tejido social de Europa, debilita nuestra cohesión y también amenaza nuestra competitividad"

También en materia social, la jefa del Gobierno comunitario ha planteado una Estrategia Europea Contra la Pobreza para ayudar a erradicar este problema para 2050. Los informes confirman que es uno de los principales problemas en los Veintisiete, supuestamente prósperos pero con enormes desigualdades. No hay fechas ni detalles, eso sí, pero sí la promesa de que irá acompañado de una "fuerte" Garantía para la Infancia para "blindar" en particular a los niños.

En 2024, el 21 % de la población de la UE (93 millones de personas) estaba en riesgo de pobreza y exclusión social, aunque esta tasa -que en España es de las más altas del bloque con un 25,8 %- varía mucho entre Estados, desde el 30,3 % en Bulgaria hasta el 16,7 % en Irlanda, según datos de Eurostat.

"Cuando hablamos de competitividad hablamos de empleos, de la gente y sus condiciones de vida. Así que el resultado es que los trabajadores deben tener poder si queremos tener una economía competitiva", dijo von der Leyen en un discurso más centrado en los aspectos comerciales o industriales de la economía europea que en lo social. En este sentido, anunció que la Comisión Europea propondrá una "Ley de Empleos de Calidad" para "asegurar que en el empleo moderno sigue el ritmo a la economía moderna". "Sabemos cuán duros han sido los tiempos para muchas familias, cómo los costes se han disparado, cómo la gentes está haciendo sacrificios para llegar a fin de mes. Esta es una cuestión de justicia social básica", incidió.

En lo puramente económico, la presidenta anunció un paquete de "Refuerzo de Baterías" por el que la Unión aportará 1.800 millones de euros a capital para impulsar la producción de estos dispositivos. "Son un elemento clave para otras tecnologías limpias, especialmente los vehículos eléctricos, así que esto se dirige al corazón de nuestra independencia", dijo. Lo citó como un elemento central en esa independencia que tanto defiende, en todos los planos, en un momento en que "los vientos geopolíticos y económicos de cara soplan fuerte". También están en ese paquete "lo digital y las tecnologías limpias".

"Tenemos que impulsar urgentemente la demanda para (tener) un liderazgo industrial europeo en tecnologías limpias", defendió la alemana, quien anunció que para ello la UE introducirá criterios de fabricación europea (made in Europe) en sus licitaciones públicas.

El próximo presupuesto 2027-2034 tendrá también un nuevo Fondo de Competitividad, que Bruselas propone dotar con 410.000 millones de euros, y anunció que la Comisión Europea se asociará con inversores privados en un nuevo "Fondo Europeo de Ampliación de miles de millones de euros" para invertir en empresas "jóvenes y que estén creciendo rápido en áreas de tecnologías críticas". "Queremos que lo mejor de Europa elija Europa", dijo la presidenta de la Comisión Europea, quien recordó que la institución prevé simplificar la regulación comunitaria con el fin de ahorrar en 8.000 millones de euros al año los costes burocráticos para las empresas con el objetivo de hacerlas más competitivas.

En este contexto, la alemana defendió además que el mercado único europeo, el "mayor activo" del bloque, sigue "inacabado", especialmente en los sectores de las finanzas, la energía y las telecomunicaciones, con barreras internas que son "equivalentes a un arancel del 45 % en bienes y del 110 % en servicios, según el Fondo Monetario Intermacional. Por eso, anunció que la Comisión Europea presentará una hoja de ruta hasta 2028 para completar este proyecto, lanzará una propuesta para poner en marcha el llamado "régimen 28" -una ventanilla a través de la cual las empresa puedan operar en toda la UE- e impulsará una "quinta libertad" en el bloque relacionada con "el conocimiento y la innovación". 

También tuvo un guiño para el campo al citar las "sólidas salvaguardas" incluidas en el acuerdo comercial entre la Unión y Mercosur, ante los temores y protestas de los agricultores por los potenciales efectos de los productos del bloque latinoamericano. "Nuestros agricultores necesitan competencia justa e igualdad de oportunidades. Esto es esencial. Por eso tenemos sólidas salvaguardas en nuestro acuerdo comercial con Mercosur, respaldado por financiación si se necesita compensación", declaró en el discurso.

El pacto en cuestión contiene una cláusula de salvaguarda que prevé que alguna de las partes -un solo país puede activarla- pueda solicitar la suspensión del acuerdo en caso de incumplimiento de sus disposiciones o de una perturbación en el mercado. Para reforzar esa cláusula y satisfacer las reticencias de Francia principalmente, que teme por que su sector agrícola se vea afectado por las importaciones desde el Mercosur, la CE ha propuesto un acto jurídico específico sobre cómo la aplicaría que no reabre, en ningún caso, el texto pactado con el bloque suramericano.

La UE también cuenta con una reserva de emergencia agrícola, que en la Política Agrícola Común del periodo 2028-2034 se ha propuesto que llegue a 6.300 millones de euros, recuerda la CE. 

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Soy redactora centrada en Global y trato de contar el mundo de forma didáctica y crítica, con especial atención a los conflictos armados y las violaciones de derechos humanos.

 

Sobre qué temas escribo

Mi labor es diversa, como diverso es el planeta, así que salto de Oriente Medio a Estados Unidos, pero siempre con el mismo interés: tratar de entender quién y cómo manda en el siglo XXI y cómo afectan sus decisiones a la ciudadanía. Nunca hemos tenido tantos recursos, nunca hemos tenido tanto conocimiento, pero no llegan ni las reformas ni la convivencia prometidas. Las injusticias siempre hay que denunciarlas y para eso le damos a la tecla.

 

También tengo un especial empeño en la actualidad europea, que es la que nos condiciona el día a día, y trato de acercar sus novedades desde Bruselas. En esta ciudad y en este momento, la defensa es otra de las materias que más me ocupan y preocupan.

 

Mi trayectoria

Nací en Albacete en 1980 pero mis raíces son sevillanas. Estudié Periodismo en la Universidad de Sevilla, donde también me hice especialista en Comunicación Institucional y Defensa. Trabajé nueve años en El Correo de Andalucía escribiendo de política regional y salté al gabinete de la Secretaría de Estado de Defensa, en Madrid. En 2010 me marché como freelance (autónoma) a Jerusalén, donde fui corresponsal durante cinco años, trabajando para medios como la Cadena SER, El País o Canal Sur TV.

 

En 2015 me incorporé al Huff, pasando por las secciones de Fin de Semana y Hard News, siempre centrada en la información internacional, pero con brochazos de memoria histórica o crisis climática. El motor siempre es el mismo y lo resumió Martha Gellhorn, maestra de corresponsales: "Tiro piedras sobre un estanque. No sé qué efecto producen, pero al menos yo tiro piedras". Es lo que nos queda cuando nuestras armas son el ordenador y las palabras: contarlo. 

 

Sí, soy un poco intensa con el oficio periodístico y me preocupan sus condiciones, por eso he formado parte durante unos años de la junta directiva de la ONG Reporteros Sin Fronteras (RSF) España. Como también adoro la fotografía, escribí  'El viaje andaluz de Robert Capa'. Tuve el honor de recibir el XXIII Premio de la Comunicación Asociación de la Prensa de Sevilla por mi trabajo en Israel y Palestina y una mención especial en los Andalucía de Periodismo de la Junta de Andalucía (2007). He sido jurado del IV Premio Internacional de Periodismo ‘Manuel Chaves Nogales’.

 

 


 

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