Von der Leyen propone la suspensión parcial del acuerdo comercial UE-Israel
"Soy consciente de que será difícil obtener mayorías. Y sé que cualquier medida será excesiva para algunos", dice la presidenta de la CE, que anuncia también propuestas de sanciones a ministros radicales, ante un asedio a Gaza que es "inaceptable".

Hoy sí. Tarde y sin unanimidad, la Unión Europea ha dado este miércoles pasos más firmes para presionar a Israel por su asedio de Gaza, que supera los 64.000 palestinos muertos. No es un plante absoluto, claro, pero la presidenta de la Comisión Europea (CE), Ursula von der Leyen, ha anunciado en su discurso sobre el Estado de la Unión que va a plantear la suspensión parcial del Acuerdo de Asociación comercial entre la Unión Europea e Israel. Es la baza más importante que tienen los Veintisiete, puesto que es el principal socio comercial de Tel Aviv, pero hasta ahora ha sido imposible ponerse de acuerdo en congelar el articulado. Ahora, la alemana plantea un veto no integral, con el que espera lograr la mayoría necesaria.
"Soy consciente de que será difícil obtener mayorías. Y sé que cualquier medida será excesiva para algunos y se quedará corta para otros, pero todos debemos asumir nuestras responsabilidades comunes", ha admitido en su comparecencia ante el pleno del Parlamento Europeo en Estrasburgo (Francia), pero ha insistido en que es el camino correcto ante la "inaceptable" realidad de Gaza.
En mayo, ya se acordó revisar el Acuerdo UE-Israel por si se violaba el texto, que en su artículo 2 condiciona toda su aplicación al respeto de los derechos humanos por parte de los firmantes. Un informe del Servicio de Acción Exterior de la UE constató en junio que hay "indicios" de que efectivamente Israel está pisoteando los derechos de los palestinos pero ni por esas hubo mayoría suficiente para vetarlo o congelarlo. Tampoco fue posible castigar a los de Benjamin Netanyahu en el proyecto Horizonte, de ciencia. En ambos casos, Alemania fue clave para impedir el consenso suficiente.
Ahora, es su compatriota Von der Leyen la que asume que hay que dar pasos, porque la situación es insostenible, y propone dar de baja parte del compromiso comercial. También ha anunciado la suspensión del apoyo bilateral a Israel y la detención de todos los pagos en estas áreas, "sin que ello afecte al trabajo con la sociedad civil o con el Yad Vashem", que es el museo del holocausto de Jerusalén. También propondrá sanciones contra los ministros extremistas y los colonos violentos, como ya están haciendo de forma individual países como España.
En el Consejo Europeo del mes que viene, añade, se creará un grupo de donantes de Palestina, con un instrumento especifico para la reconstrucción de Gaza, que ahondará en el "esfuerzo internacional" en la misma línea, citando expresamente la cumbre auspiciada por Francia y Arabia Saudí sobre el Estado palestino en la sede de la ONU, en Nueva York. Ya existe un plan de reconstrucción árabe que es una alternativa al de desalojo completo de Gaza planteado por Estados Unidos y se cree que el europeo iría de la mano de ese primer texto.
El ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, ha dado su apoyo total a la propuesta de la presidenta europea de suspender parcialmente el Acuerdo de Asociación con Israel, aunque ha indicado que le gustaría que en lugar de una suspensión parcial fuera total. Algunas de estas medidas que se han barajado hasta ahora requerirían una mayoría cualificada para su aprobación, es decir, el apoyo del 55% de los Estados miembros de la UE, que representan al menos el 65% de la población de la UE. Ahora, al proponer sólo una derogación parcial, quizá sea más sencillo llegar a ese tope, con Alemania siempre como clave en las sumas.
En cambio, la reacción de Israel ha sido la esperable, por airada. Su ministro de Asuntos Exteriores, Gideon Saar, ha tildado de "lamentables" las palabras de la presidenta de la Comisión. "Se equivoca al ceder a las presiones de factores que socavan las relaciones entre Israel y Europa. Esta es una tendencia contraria a los propios intereses de los países europeos. Y lo que es más importante: esta no es una relación aceptable entre socios", dijo Saar en un mensaje en hebreo en su cuenta de X. Al menos no la ha acusado de cooperar con Hamás o hacerle el juego, como suele hacer cuando un país occidental anuncia medidas contra su gabinete.
La presidenta de la Comisión se ha enfrentado a un hemiciclo en el que la izquierda vestía mayoritariamente de rojo, el color de las protestas por Gaza. Ha sido tremendamente criticada por su cercanía a Tel Aviv y su incapacidad de reconocer la gravedad de la situación, pese a los repetidos informes que indican que se están cometiendo crímenes de guerra, de lesa humanidad y de genocidio en la costa palestina. Hoy ha intentado apaciguar esas críticas usando un tono solemne y contundente.
Ha reconocido que Gaza "ha sacudido la conciencia del mundo", y ha usado la palabra "asesinados" para referirse a los civiles muertos cuando "mendigaban comida", o a esas madres que portan los cuerpos de sus hijos, muertos por los ataques. Se ha referido al hambruna, de forma clara. "El hambre generada por el hombre nunca puede ser un arma de guerra. Por el bien de la humanidad, esto tiene que acabar", ha reclamado. Ha denunciado el cambio "sistemático, inaceptable" de las condiciones sobre el terreno para preparar el terreno antes de hacer sus anuncios: "la asfixia financiera de la Autoridad Nacional Palestina); los planes para levantar colonias en la zona E1, que separaría los territorios del futuro Estado palestino; las "actuaciones y declaraciones de ministros extremistas que incitan a la violencia"... "Todo ello tiene la clara voluntad de minar la solución de dos estados y no debemos dejar que esto ocurra", insiste Von der Leyen.
La germana ha asumido que le "duele" ver cómo los ciudadanos denuncian la "incapacidad" de la UE para actuar en esta crisis, más aún cuando Bruselas reivindica tener un papel de actor global, que achaca a la falta de mayoría unánime. "Yo lo entiendo porque lo que ocurre es inaceptable", ha concluido. Por eso, ha defendido las medidas que ha enumerado como una manera de romper esa tendencia. Europa, dice, ha de ser la abanderada de esa salida de dos estados vecinos y en paz, y sus miembros han de liderar ese debate, han de contactar con los países árabes que puedan ayudar a ello. "Pero tiene que hacer más", encaja, reconociendo a los Estados que ya han ido avanzando, sin citar los reconocimientos del Estado de Palestina, por ejemplo.
Seguir sin actuar es un "lujo", dice, que no se puede permitir un bloque que tiene la paz en sus principios fundacionales, además. Pese a eso, la presidenta de la Comisión recordó, no obstante, que el apoyo financiero y la ayuda humanitaria de la UE "superan con creces los de cualquier otro socio". "Bebemos instar a otros a que también lo hagan urgentemente, tanto en la región como fuera de ella", ha alentado.
"Amiga de Israel"
"Hace mucho tiempo que soy amiga del pueblo de Israel", ha dicho Von der Leyen, un hecho obvio que se ha manifestado en estos casi dos años de ofensiva en sus declaraciones sobre el derecho de Tel Aviv a defenderse tras los atentados de Hamás (1.200 muertos, 250 secuestrados) y en la visita que hizo al país apenas seis días después de la carnicería, sin que haya habido un gesto similar con los palestinos. Ha calificado de "atroces" esos ataques y ha recordado los más de "700 días de dolor" que afrontan los rehenes y sus familias, para los que ha pedido su inmediata liberación.
"No puede haber nunca un lugar para Hamás, poque son terroristas que quieren destruir a Israel y dañan a su propio pueblo, haciéndolo rehén", denuncia. Así que es hora de que los secuestrados regresen a casa pero, también, de que haya "un acceso ilimitado a toda la ayuda humanitaria" y "un alto el fuego". A largo plazo, "el único plan de paz es el que se basa en dos estados, codo con codo, en paz y seguridad". "Es lo que siempre ha defendido siempre Europa. Es el momento de que nos unamos y se haga realidad", concluye.
