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Israel mata al menos a 27 gazatíes que esperaban la distribución de ayuda en el sur de Gaza

Israel mata al menos a 27 gazatíes que esperaban la distribución de ayuda en el sur de Gaza

La ONU pide una investigación independiente tras los reiterados disparos cerca de los centros de asistencia de la franja.

Familiares de los asesinados cuando buscaban comida, ante sus cuerpos en el hospital Nasser en Khan Younis, al sur de la Franja de Gaza, el 3 de junio de 2025.Hatem Khaled / Reuters

Al menos 27 palestinos murieron este martes y decenas más resultaron heridos por disparos del Ejército israelí mientras esperaban el reparto de comida en la zona de Al Mawasi, en la sureña Rafah, informó el Ministerio de Sanidad del Gobierno, en manos de Hamás, y confirmó más tarde el Comité Internacional de la Cruz Roja (ICRC). Hay otros 157 heridos más. 

Sanidad afina que se trata de cifras provisionales de otra "masacre" contra quienes esperaban la entrega de ayuda en al zona designada para su distribución en Rafah.

Los cadáveres, entre ellos un menor de 17 años, están siendo trasladados del Hospital de Campaña de la Cruz Roja, en Rafah, al Hospital Naser en Jan Yunis, confirmaron a EFE sanitarios locales.

Por su parte, en un comunicado, el Ejército israelí reconoció haber abierto fuego, a alrededor de medio kilómetro del punto de distribución, pero lo trató de justificar que disparó "contra varios sospechosos que avanzaban hacia las tropas de forma que representaban una amenaza". No ha aportado pruebas de ello. 

"Disparos de advertencia"

"Hoy (martes), durante el desplazamiento de la multitud por las rutas designadas hacia el punto de distribución de ayuda, ubicado a medio kilómetro, las tropas identificaron a varios sospechosos que se dirigían hacia ellos, desviándose de las rutas de acceso designadas", dijo el Ejército. "Las tropas realizaron disparos de advertencia y, al no lograr que se retiraran, hubo disparos más de cerca contra algunos sospechosos que avanzaban hacia las tropas", añadió, diciendo que se estaba investigando los detalles del suceso y las posibles víctimas.

Un médico extranjero que trabaja en la zona donde se ha producido el ataque ha dicho a través de un mensaje a la BBC que lo ocurrido es una "carnicería total", en la que se han visto abrumados por las bajas.

La Fundación de Ayuda para Gaza (GHF, por sus siglas en inglés), respaldada por EE.UU. y que abre desde hace ocho días un punto donde entrega cajas con comida solo en el sur -insuficientes para una población de 2,1 millones de gazatíes- dijo que no se hacen responsables "del área fuera" de sus centros "que sigue siendo una zona de guerra activa".

"Esta área se encontraba muy alejada de nuestro centro de distribución seguro y nuestra zona de operaciones. Reconocemos la difícil situación y recomendamos a todos los civiles que permanezcan en el corredor seguro al desplazarse a nuestros centros de distribución", añadió la ONG, pese a que los disparos se produjeron a medio kilómetro del punto al que fuerzan a los gazatíes a desplazarse si quieren intentar comer. Esta organización, privada, se ha llevado el negocio del reparto de la ayuda tras un acuerdo entre Tel Aviv y Washington, desplazando la entrega por parte de agencias de las Naciones Unidas u ONG internacionalmente reconocidas

Ya el pasado domingo, de madrugada, al menos otros 31 palestinos murieron y más de 170 resultaron heridos por disparos a apenas un kilómetro de este mismo punto de distribución de alimento en Rafah, confirmaron Sanidad y el Comité Internacional de la Cruz Roja (ICRC), que dirige el hospital de campaña en Rafah.

El Ejército israelí negó su responsabilidad, y un oficial militar confirmó que las tropas dispararon "tiros de advertencia" cerca del centro.

Los ataques contra civiles constituyen un crimen de guerra, como ha recordado esta mañana Volker Türk, alto comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, quien ha confirmado que durante tres días consecutivos han sido asesinadas personas cerca de un centro de distribución de alimentos respaldado por Estados Unidos e Israel. Sus responsables deben rendir cuentas.

"A los palestinos se les ha presentado la peor de las opciones: morir de hambre o arriesgarse a ser asesinados mientras intentan acceder a los escasos alimentos que se proporcionan"

Los ataques contra "civiles que intentan acceder a las exiguas cantidades de ayuda alimentaria en Gaza" son "inadmisibles", afirma en un comunicado, y añade: "Los ataques dirigidos contra civiles constituyen una grave violación del derecho internacional y un crimen de guerra". "A los palestinos se les ha presentado la peor de las opciones: morir de hambre o arriesgarse a ser asesinados mientras intentan acceder a los escasos alimentos que se proporcionan a través del mecanismo de asistencia humanitaria militarizada de Israel", afirma.

"Impedir deliberadamente" el acceso a la ayuda "puede constituir un crimen de guerra", afirma Türk. "La amenaza de hambruna, junto con 20 meses de matanza de civiles y destrucción a gran escala, repetidos desplazamientos forzados, una retórica intolerable y deshumanizante y las amenazas de los dirigentes israelíes de vaciar la Franja de su población, también constituyen elementos de los crímenes más graves según el derecho internacional", afirma.

La reclamación de Naciones Unidas

Esta nueva matanza y estas declaraciones de condena se dan horas después de que el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, pidiera este lunes una investigación independiente tras la muerte de al menos 31 personas cerca de un centro de ayuda humanitaria en Gaza, imputado por los rescatistas palestinos al ejército israelí, que niega cualquier implicación.

Según la Defensa Civil de Gaza, los disparos israelíes mataron ya el domingo a 31 personas e hirieron a otras 176 cerca de un centro de distribución de alimentos de una fundación apoyada por Estados Unidos situado en Rafah, en el extremo sur del devastado territorio palestino. A ellos se sumarían los más de 20 conocidos hoy. 

El ejército israelí, en guerra contra el movimiento islamista palestino Hamás tras su ataque del 7 de octubre de 2023 en el sur de Israel, negó haber "disparado contra civiles mientras se encontraban cerca o dentro" del centro de distribución de la Fundación Humanitaria de Gaza (GHF, por sus siglas en inglés).

Sin embargo, una fuente militar israelí admitió que se dispararon "tiros de advertencia […] hacia varios sospechosos que avanzaban hacia soldados" el domingo antes del amanecer, a aproximadamente un kilómetro del centro de la GHF.

Imágenes de la agencia AFP mostraron a civiles cargando a cuerpos y médicos de los hospitales cercanos informaron que hubo una avalancha de heridos por bala. "Estoy consternado (…) Es inaceptable que los palestinos estén arriesgando sus vidas por comida", denunció Guterres en un comunicado. Hago un llamado a que haya una investigación inmediata e independiente sobre estos hechos y para que los autores sean responsabilizados", agregó, sin atribuir los decesos a nadie.

Un portavoz de la GHF negó cualquier incidente y denunció informaciones "falsas y completamente inventadas". La GHF, que elude el sistema de ayuda humanitaria liderado por la ONU, es una sociedad privada con un financiamiento poco transparente, apoyada por Estados Unidos e Israel. Desde el inicio de sus operaciones a finales de mayo, afirma haber distribuido millones de comidas en el territorio.

Pero su despliegue ha ido acompañado de escenas caóticas y de informaciones que dan cuenta de víctimas de disparos israelíes cerca de los centros de distribución.

Palestinos desplazados esperan por alimentos distribuidos por organizaciones de ayuda en el distrito de Al Mawasi de Khan Yunis, el 30 de mayo de 2025.Abed Rahim Khatib / Anadolu via Getty Images

"Miedo y caos"

Según la ONU, la totalidad de la población de Gaza corre un riesgo de hambruna. El organismo ya denunció incidentes de saqueo de ayuda humanitaria, sobre todo por parte de individuos armados.

Naciones Unidas rechazó trabajar con la GHF debido a preocupaciones sobre sus procesos y su neutralidad. Algunas agencias de ayuda humanitaria consideran que fue diseñada para responder a los objetivos militares israelíes.

Varios testigos dijeron a la AFP que iban camino del centro de ayuda cuando unos drones y tanques abrieron fuego contra la multitud, el domingo.

Eran "las 05H00 o las 05H30, antes de que saliera el sol" cuando estallaron los tiros, cerca de la rotonda de Al Alam, donde se había congregado una multitud antes de ir al centro de la GHF, a un kilómetro de allí, contó un habitante, de 33 años.

"Por supuesto, fue el ejército israelí el que disparó balas reales. Miles de personas esperaban en la rotonda (…) pero el ejército disparó y todo el mundo huyó. Reinaba el miedo y el caos", dijo el hombre, que quiso guardar el anonimato.

Por su parte, Mohamed Abu Deqqa, de 35 años, indicó que oyó los primeros tiros "hacia las 05H00". "Al principio, pensábamos que se trataba de tiros de advertencia. Pero no hizo falta mucho para que los tiros se intensificaran. Empecé a ver gente yaciendo en el suelo, cubierta de sangre", explicó. "Los tiros apuntaban contra los civiles, la gente empezó a correr, pero muchos no pudieron escapar", agregó.

Israel enfrenta una creciente presión internacional para poner fin a la guerra en Gaza, donde la situación humanitaria es catastrófica. Durante dos meses, el ejército israelí impuso un bloqueo completo al territorio, que se levantó parcialmente a finales de mayo.

El portavoz del ejército israelí, Effie Defrin, acusó a Hamás de hacer "todo lo posible, todo lo que puede, para impedir" la distribución de ayuda y se comprometió a "investigar cada una de estas acusaciones" contra las tropas israelíes.

La Defensa Civil de Gaza también reportó el lunes 14 muertos en un bombardeo israelí en Jabaliya, en el norte del enclave costero.

Las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) han anunciado este martes, además, la muerte de tres militares de la Brigada Givati, víctimas de una explosión que ha dejado otros dos militares heridos, en el marco de su ofensiva en el norte de la Franja. El Ejército israelí ha detallado en un escueto comunicado que los tres fallecidos son Lior Steinberg y Ofek Barhana, ambos de 20 años de edad y médicos de del Batallón Rotem; y Omar van Gelder, de 22 años, que era comandante en el mismo batallón.

Además de ellos dos miembros de las tropas israelíes han resultado heridos con lesiones moderadas mientras se encontraban en Yabalia, en el norte del enclave palestino, cuando fueron alcanzados por la detonación de un artefacto explosivo, tal y como recoge The Times of Israel.

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El mismo diario señala que, con la muerte de estos tres soldados, son 423 el número de víctimas mortales israelíes en 20 meses de ofensiva militar la Franja de Gaza, que deja casi 54.500 palestinos muertos, en respuesta al ataque del Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás) el 7 de octubre de 2023.