Jimmy Kimmel o cómo Donald Trump y los supuestos defensores de la libertad de expresión han censurado ya a dos presentadores críticos
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Jimmy Kimmel o cómo Donald Trump y los supuestos defensores de la libertad de expresión han censurado ya a dos presentadores críticos

El famoso conductor de Jimmy Kimmel Live!, de la cadena ABC, se quedó sin programa este miércoles tras haber criticado al movimiento MAGA después del asesinato de Charlie Kirk. Es el segundo presentador crítico despedido durante el segundo mandato de la Administración del presidente republicano.

Captura del programa del podcaster MAGA Benny Johnson.

Al comienzo del vídeo puede verse un montaje en el que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, arroja el cuerpo del famoso presentador Jimmy Kimmel a un contenedor de basura. Se trata de la última publicación en YouTube del podcaster MAGA Benny Johnson, en la que celebra el despido de Kimmel por parte de ABC. "Lo hicimos". titula Johnson, que añade: "Acabamos de cambiar la cultura". Johnson se ha erigido como conseguidor del despido del cómico por haber sido la persona que entrevistó a Brendan Carr, presidente de la Comisión Federal de Comunicaciones (FCC), en un programa en el que este último, responsable de otorgar o revocar licencias de televisión, amenazó a la cadena ABC, en la que Kimmel emitía su conocido late night. "La conducta de Kimmel es realmente enfermiza. [ABC] tiene una licencia otorgada por nosotros y eso trae consigo una obligación de operar en el interés público. Cuando ves cosas así... Podemos hacerlo por las buenas o por las malas. Estas empresas pueden encontrar formas de cambiar su conducta y tomar medidas, francamente, sobre Kimmel, o habrá trabajo adicional para la FCC", deslizó Carr, que se refirió a un monólogo del presentador en el que aseguró que "la pandilla MAGA intenta desesperadamente caracterizar al chico que asesinó a Charlie Kirk como algo más que uno de ellos". Pocas horas después de la sugerente advertencia de Brendan Carr, ABC canceló el programa tras doce años de emisión.

El despido de Jimmy Kimmel, por supuesto, fue celebrado por el presidente Trump, quien ya había festejado hace pocos meses la desaparición del programa de Stephen Colbert, otro presentador crítico. Trump, como hizo entonces, señaló sus próximos objetivos: los presentadores de la NBC Jimmy Fallon y Seth Meyers. No deja de resultar curioso que aquellos que se llenan la boca con la máxima de "libertad de expresión total" son quienes más censuran o callan voces críticas. De hecho, este mismo miércoles, el responsable de la Comisión Federal de Comunicaciones habló de ello en un encuentro organizado por Politico a cuenta de las redes sociales. "Tuvieron una primera fase muy libertaria, muy a favor de la libertad de expresión, y después vimos una tendencia realmente peligrosa hacia la censura. [...] Cada vez que hay un aumento del control gubernamental, necesariamente hay una disminución de la libertad de expresión", dijo Brendan Carr, que enseguida alabó al magnate Elon Musk por volver a "abrazar" esa "idea de la libertad de expresión" con los cambios en Twitter.

Lo cierto es que Trump le tenía ganas a Kimmel desde hace tiempo. Cuando la CBS puso fin al programa de Colbert, el presidente estadounidense hizo un vaticinio que, sorpresa, ahora es realidad. "Jimmy Kimmel es el próximo", aventuró el republicano. A comienzos de septiembre, al regresar a la parrilla tras las vacaciones, Kimmel se refirió al despido de Colbert: "Lo que más me preguntó la gente este verano fue sobre lo que le pasó a Stephen Colbert en la CBS. La CBS, de repente, afirma de la nada que The Late Show estaba perdiendo 40 millones de dólares al año y luego, milagrosamente, obtuvo la aprobación de la FCC para vender su empresa, que era lo que querían. Y supongo que eso no fue suficiente para el presidente porque publicó que 'Jimmy Kimmel es el siguiente en irse al cubo de los no talentosos', lo cual es alarmante porque, no sé si lo saben, Jimmy Kimmel soy yo. [...] Oh, tú, pequeña taza de té delicada y regordeta, ¿hemos herido tus sentimientos? ¿Quieres que nos cancelen porque hacemos bromas sobre ti? Pensaba que estabas en contra de la cultura de la cancelación. ¿Cuándo te volviste tan woke?"

Según ha podido saber The New York Times, Jimmy Kimmel tenía pensado abordar las críticas a su monólogo este miércoles por la noche, pero "los ejecutivos de Disney [propietarios de ABC] decidieron suspender el programa antes de que comenzara la grabación". No es difícil aventurar que su respuesta tampoco agradaría a Trump. Quien tampoco ocultó su ilusión ante el despido de Kimmel fue Brendan Carr. El jefazo de las licencias televisivas aseguró en la cadena ultra Fox News sentirse "muy contento al ver que los medios estadounidenses se están poniendo de pie para servir los intereses de su comunidad, y no tener solo este foie gras progresista que sale de Nueva York y Hollywood". Se trata del mismo Carr que en 2020 defendió que "la sátira política es una de las formas más antiguas e importantes de libertad de expresión. Desafía a los que están en el poder mientras usa el humor para atraer a más personas a la discusión".

Lo que pasó con Colbert y ahora con Kimmel es una clara demostración de que Trump no fue sincero cuando en su primer discurso a su regreso a la Casa Blanca dijo aquello de que detendría "inmediatamente toda censura gubernamental" para "restaurar la libertad de expresión". Tras una gran ovación de los presentes, Trump fue un paso más allá: "Nunca más el inmenso poder del Estado será utilizado como un arma contra los oponentes políticos. No permitiremos que esto vuelva a suceder". Sic.

La persecución de la Administración Trump contra los medios que le critican ha sido una constante desde el pasado mes de enero. Esta semana, antes del despido de Kimmel, el presidente anunció una denuncia contra The New York Times, acaso el diario más relevante del país. Trump prefiere definirlo como "uno de los peores y más degenerados periódicos de la historia de Estados Unidos" y "prácticamente un portavoz del Partido Demócrata de Izquierda Radical". El mandatario denunció también a los periodistas de investigación del The New York Times y ganadores de un Pulitzer Russ Buettner y Susanne Craig por la publicación del libro 'Lucky Loser. Cómo Donald Trump despilfarró la fortuna de su padre y creó la ilusión del éxito'. Por supuesto, en esa defensa de la libertad de expresión, Trump denunció también a la editorial.

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Me llamó Héctor Juanatey, aunque como dice Xoan Tallón, eso no importa, todo el mundo tiene un nombre. Me gusta escribir y contar cosas. En El HuffPost escribo de política, y como política lo es todo, decirles esto es como decir todo y decir nada.

 

Sobre qué temas escribo

En El HuffPost escribo, como ya les dije, de política, que es todo. Si quisieran entrar más en detalle, les cuento: por gustar, me gusta escribir de todo aquello que me preocupa dentro y fuera de la redacción. En los últimos años, por ejemplo, he estado investigando el ascenso de la extrema derecha, una suerte de virus invisible que crece cada día más. Un crecimiento, sin embargo, que también tiene responsables, y en ellos me gusta fijarme, ya sea Elon Musk, Mark Zuckerberg o influencers de ultraderecha con cada vez más adeptos. Pero también la política es causa de la desafección de la que beben los ultras. De ahí que no haya que olvidarse nunca de temas fundamentales como la vivienda; en definitiva, de las condiciones materiales de la ciudadanía. Por ese motivo, también, y desde la cobertura que hice para Público durante el 15M en la Puerta del Sol, en Madrid, he centrado gran parte de mi trabajo en las diferentes reivindicaciones de la movilización social. Sospechen siempre de aquellos periodistas que acostumbran a agobiar con la cantinela de la objetividad. Al final, solo buscan desprestigiar el sentido mismo de la profesión.

 

Mi trayectoria

Pese a todas las advertencias, desde que me decanté por estudiar periodismo (Licenciatura y Máster en Periodismo de Investigación), a excepción de un parón en el que trabajé en discurso y comunicación política, he tenido la suerte de dedicarme a escribir. Empecé en La Voz de Galicia y, tras dejar la terruña (Galicia) y mudarme a la capital en busca de oportunidades laborales, pasé por Público, La Sexta, fui redactor fundacional de eldiario.es, y he escrito para un buen número de medios como Praza.com, la revista Luzes, Playground Magazine, La Marea, Vanity Fair o CTXT. En una ocasión estuve en el campamento de refugiados de Dajla, en el Sahara, y de allí me traje unas breves anotaciones que fueron publicadas como libro, ‘Dajla. Apuntes desde o Sahara’, editado por Praza. En otra, entrevisté a Txema Guijarro, una de las personas que trabajó en el asilo de Julian Assange y Edward Snowden, y esos diálogos se transformaron también en libro, ‘El analista. Un espía accidental en los casos Assange y Snowden’, de Libros del KO. En otro lapso de tiempo, creé junto a los cómicos Facu Díaz y Miguel Maldonado un programa de humor, La Tuerka News, porque tengan claro que sin risas nos vamos a la m*****.

 


 

Cómo contactar conmigo:

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