La Casa Blanca sale al paso después de que todos se hayan fijado en la mano derecha de Donald Trump

Poner la venda antes de la herida. La Casa Blanca ha querido zanjar las dudas que puedan surgir después de que un detalle visible en la mano de Donald Trump llamase la atención de propios y extraños durante la visita del presidente de Francia, Emmanuel Macron. Este lunes, cuando ambos mandatarios atendían a la prensa en el Despacho Oval, las cámaras captaron una marca oscura en el dorso de la mano derecha del presidente de EEUU.

Un día después del encuentro, la portavoz de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, aseguraba en un comunicado remitido a NBC News que la marca ha aparecido en la mano por culpa de la rutina diaria de un presidente al que Leavitt siempre trata de dibujar al republicano como un "hombre de pueblo". "El presidente Trump tiene moretones en la mano porque está constantemente trabajando y estrechando manos todo el día, todos los días", dice.

Sin embargo, no es la primera vez que se le ven estas marcas a Donald Trump. Durante la campaña de 2024, el magnate republicano lucía hematomas similares, también en las manos. En ocasiones anteriores, él mismo atribuía estas marcas a los continuos saludos que tiene que dar en sus mítines, aunque hasta ahora, nunca se había echado mano de un comunicado oficial de la Casa Blanca para aclararlo.

Más allá de la explicación oficial, cualquier signo visible en la salud de un presidente suele generar especulación, especialmente en un país donde los chequeos médicos de los mandatarios son un asunto de interés público. Aunque no existe un mandato legal que los obligue a someterse a revisiones periódicas, es una tradición que los presidentes de Estados Unidos se realicen exámenes físicos anuales en el Centro Médico Militar Nacional Walter Reed. Estos chequeos incluyen desde análisis de laboratorio hasta pruebas cardíacas y neurológicas, y los resultados suelen publicarse para disipar dudas sobre la condición del jefe de Estado.

Trump ha pasado por estos exámenes en varias ocasiones durante su mandato anterior, con informes que destacaron su buen estado general de salud. En 2018, su médico de entonces, Ronny Jackson, afirmó que el presidente tenía una “salud excepcional” tras un chequeo en Walter Reed. Sin embargo, en 2019, una visita médica no anunciada generó especulaciones, aunque la Casa Blanca insistió en que se trataba de una evaluación rutinaria anticipada.

El expresidente Joe Biden también se sometió a estos exámenes durante su mandato, con informes que enfatizaban su estado de salud. Su revisión más reciente, en febrero de 2024, lo calificó como “sano, activo y robusto”. Con 81 años, Biden ha pasado por evaluaciones neurológicas más detalladas, una medida que algunos consideran necesaria debido a su edad.

La Casa Blanca no ha informado si Trump planea realizarse un nuevo examen médico en el corto plazo. De momento, la explicación oficial sobre el moretón en su mano apunta a los saludos constantes, aunque la imagen ya ha dado pie a comentarios sobre el estado físico del expresidente.