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Los líderes europeos se conjuran en París para transmitir "unidad" aunque evidencian una clara división respecto al envío de tropas a Ucrania

Los líderes europeos se conjuran en París para transmitir "unidad" aunque evidencian una clara división respecto al envío de tropas a Ucrania

La "cumbre informal" celebrada en la capital francesa deja sensaciones encontradas entre los presentes: unidad en torno a Ucrania y su presencia en las negociaciones, aunque con un debate incómodo de fondo: tropas sí o tropas no. 

Von der Leyen y Macron a la entrada del ElíseoRemon Haazen

La cumbre "informal" convocada por el presidente de Francia, Emmanuel Macron y celebrada este lunes en París, fue correspondida por los líderes de las principales potencias europeas -entre ellos el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez-, que fueron citados por el máximo mandatario galo en un momento de "gran alerta" ante los acontecimientos que se están sucediendo respecto al inicio de las conversaciones de paz en Ucrania.

Esta "cumbre informal" -concepto explícito y reiterado por todos los presentes en un intento por restarle importancia al encuentro-, se produce en un momento crítico en el que Donald Trump, como presidente de EEUU, ha tomado la decisión unilateral -aunque con el visto bueno de su amigo Putin- de darle un acelerón definitivo al conflicto armado en tierras ucranianas, y ponerle fin de una forma súbita -o esos parecen sus planes- a una guerra que se encamina a los tres años. De hecho, este martes, tendrá lugar el primer encuentro entre los ministros de Exteriores del gobierno estadounidense y ruso en Riad (Arabia Saudí).

Sin embargo, esta decisión parece que tendrá como objetivo principalmente, reforzar los intereses estadounidenses y rusos, y presumiblemente, tiene pinta de que no tendrá en cuenta las peticiones del país agredido, Ucrania -país al que no tiene pinta que se le dé vela en ese entierro- ni la posición de la mayor parte de los países de la OTAN, protagonistas indiscutibles en este conflicto. 

Es en este contexto en el que tuvo lugar la reunión urgente en el Elíseo, donde se encontraron Emmanuel Macron, el canciller alemán, Olaf Scholz; el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez; y los primeros ministros de Países Bajos, Dick Schoof; y Polonia, Donald Tusk, además de la primera ministra italiana, Giorgia Meloni -que llegó con una hora de retraso a la cita- y su homólogo británico, Keir Starmer.

En el encuentro, que duró algo menos de dos horas, también estuvieron presentes los presidentes del Consejo Europeo, António Costa, y de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, así como el secretario general de la OTAN, Mark Rutte, que se movilizaron a Francia para formar parte de los presentes en una cita de tal trascendencia. Antes del inicio de la cumbre se conoció que Macron había mantenido una conversación telefónica con el presidente estadounidense, Trump, aunque no se revelaron más detalles sobre dicho diálogo.

En lo que respecta a la cita, las conclusiones alcanzadas no fueron especialmente novedosas y las declaraciones de los líderes europeos fueron, a priori, las que se esperaban: Unidad 'europea' en torno a Ucrania, apoyo total a Kiev en todos los sentidos -económicos, diplomáticos y políticos-, y participación obligatoria del país invadido en las conversaciones de paz... aunque dejaron un asunto que parece levantar asperezas entre los diferentes países: la posibilidad de enviar tropas a Ucrania.

El primero en salir ante los medios nada más finalizar la reunión fue el canciller alemán, Olaf Scholz, que lo hizo frente a la embajada alemana en París, donde trasladó el parecer de todos los presentes respecto a las negociaciones entre Trump y Putin, pero sin Ucrania. Esta opción, para el máximo mandatario alemán es imposible, y exigió que "no se puede imponer ningún dictamen a Ucrania".

"Es un debate inadecuado (el envío de tropas a Ucrania) en un momento erróneo y sobre un tema erróneo".
Olaf Scholz, canciller alemán

También señaló que "no debe haber división entre Europa y EEUU respecto a la responsabilidad por la seguridad de Ucrania", y recordó que "la OTAN se basa en el hecho de que siempre actuamos juntos y compartimos el riesgo, garantizando así nuestra seguridad. Esto no debe ponerse en tela de juicio", aseveró.

En este sentido, sostuvo que la única vía es incluir a Ucrania en las conversaciones de negociación, y calificó de "asombroso" el debate acerca de los resultados de "unas conversaciones que no se han producido, que Ucrania no ha consentido y en las que no está invitada a la mesa".

¿Tropas sí o tropas no?

Pero no todo iba a ser de color de rosa... El canciller alemán también se pronunció acerca del debate abierto por el primer ministro británico, Keir Stramer, quien días atrás deslizó la posibilidad de enviar tropas a Ucrania, un asunto que para Scholz es "un debate inadecuado en un momento erróneo y sobre un tema erróneo". Sin embargo, esta iniciativa podría abrir un 'melón' hasta ahora cerrado, y que desde este momento, parece adquirir gran relevancia.

En el barco de Scholz se encuentran también otros líderes, como Pedro Sánchez o el primer ministro de Polonia, Donald Tusk. Este último señaló que enviar tropas polacas a Ucrania "no era una posibilidad, porque el deber de Polonia con la OTAN es proteger el flanco oriental, es decir, su propio territorio". Por su parte, Sánchez consideró "prematuro"  el envío de tropas a Ucrania, ya que "todavía hay guerra (en Ucrania) y no se han dado todavía las condiciones de paz para pensar en ello", declaró.

En el bando opuesto se encuentran el primer ministro británico, Keir Starmer, quien se mostró partidario de estudiar esta hipótesis, al igual que otros países -no presentes en París- como Suecia, Bélgica o Países Bajos.

"Europa debe desempeñar su papel y Reino Unido está dispuesto a desempeñar un papel de liderazgo en la aceleración de los trabajos sobre garantías de seguridad para Ucrania. Esto incluye un mayor apoyo a las fuerzas armadas de Ucrania, donde el Reino Unido ya se ha comprometido a aportar 3.000 millones de libras al año hasta al menos 2030, declaró Starmer. 

"Tenemos que dejar de subestimarnos. Europa es un proyecto político fuerte"
Pedro Sánchez, Presidente del Gobierno

Tropas aparte, tras Scholz -que abandonó la reunión de forma prematura por razones electorales-, el resto de presidentes y primeros ministros fueron desfilando ante los medios bajo el mismo mensaje: no habrá paz sin Ucrania en las negociaciones, siendo esta una máxima en torno a la que todos ellos pretenden que orbiten la también repetida "paz duradera y justa" en el país agredido.

Con diferentes discursos pero bajo un mismo mensaje, ningún mandatario se salió del molde preestablecido, como en el caso de Donald Tusk, quien apeló a una "cooperación estrecha por parte de los miembros de la OTAN" y se posicionó, al igual que su homólogo alemán, al lado de Ucrania. "No debería haber decisiones sobre Ucrania sin Ucrania, ni sobre Europa sin Europa", aseguró.

Otro complejo debate que paralelamente se trató en Bruselas, tuvo que ver con cómo gestionar el aumento del gasto en Defensa por parte de los socios europeos, siendo este asunto un tema clave que también tuvo su eco en la reunión de París. En este sentido, Tusk, declaró que "todos los socios europeos son conscientes de que ha llegado el momento de mayor gasto y capacidades en Defensa europea".

Más tarde llegó el turno de Sánchez. El presidente del Gobierno explicó ante los medios congregados a las puertas del Elíseo que la "reunión informal" solo tenía como objetivo que "los distintos líderes valoremos y reflexionemos ante este escenario nuevo y sobre las negociaciones de paz de Trump con Putin".

Durante su breve comparecencia, el presidente del Gobierno insistió en la misma idea que sus homólogos, y fue más allá, al asegurar que "no podemos cometer los errores del pasado", en referencia a las anteriores anexiones de otros territorios por parte de Rusia. Así, reiteró el apoyo de todos los países miembros a Ucrania, celebró el inicio de las negociaciones de paz entre EEUU y Rusia, pero exigió la "participación activa" de Kiev en dichas conversaciones.

“Lo que necesitamos es más Europa, más Unión Europea. [...] Tenemos que dejar de subestimarnos. Europa es un proyecto político fuerte, que representa el primer bloque comercial del mundo, y juntos representamos la primera economía del mundo. Podemos continuar agrandando y ensanchando este gran proyecto”, espetó el presidente español.

Además, destacó que “la paz en Ucrania y la seguridad de Europa son dos caras de la misma moneda” y confirmó el apoyo de España a Ucrania "mientras dure esta guerra que nadie quiso salvo el invasor Putin".