Los socialdemócratas ponen fin a 20 años de hegemonía conservadora en el mapa municipal de Finlandia
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Los socialdemócratas ponen fin a 20 años de hegemonía conservadora en el mapa municipal de Finlandia

Las elecciones locales hunden a la ultraderecha. Antti Lindtman, líder del SDP: "Los finlandeses quieren transmitir un mensaje de cambio hacia una sociedad más justa".

El líder de los socialdemócratas de Finlandia, Antti Lidtman, celebra los resultados de su partido en las elecciones municipales y regionales.KIMMO BRANDT

El mapa administrativo de Finlandia cambia de ciclo. El Partido Socialdemócrata (SDP) ha ganado este domingo las elecciones municipales y regionales, en una victoria que acaba con dos décadas de dominio conservador en los ayuntamientos finlandeses. Con más del 91% del recuento completado, el partido que lidera Antti Lindtman han logrado un 23,2% de los votos en las municipales y un 22,6% en las regionales, superando así al Kokoomus del primer ministro, Petteri Orpo, cuyo partido se ha quedado con el 21,3% y 19,7% de las papeletas, respectivamente.

La victoria municipal y regional del SDP ha sido más holgada de lo que habían previsto los últimos sondeos, en los que se auguraba un resultado más ajustado. El líder del SPD, Antti Lindtman, no solo ha celebrado los resultados de la formación que dirige sino que apunta que con ese logro, el electorado envía un aviso calro: "Los finlandeses quieren transmitir un mensaje de cambio hacia una sociedad más justa y quieren enviarlo, principalmente, a través del SDP”, ha dicho ante la prensa.

Además del ascenso socialdemócrata, el recuento de las elecciones locales en Finlandia ha confirmado también el descalabro de la ultraderecha. Verdaderos Finlandeses, que lidera la ministra de Finanzas, Riikka Purra, y es también el principal socio de gobierno de los conservadores, se ha desplomado a la sexta posición tanto en las municipales como en las regionales, con solo un 7,6% y un 7,8% de los votos. Un fracaso si se compara con las legislativas de 2023, donde habían logrado el 20,1% y eran la segunda fuerza del país.

El desplome ha dejado a los Verdaderos Finlandeses por detrás incluso de sus rivales ideológicos. La Alianza de Izquierdas, que ha obtenido un 9,5% en los comicios locales y un 9,2% en los regionales. Los Verdes, por su parte, han sumado un 10,2% y un 8,5 %.

“Si nos fijamos en los resultados, hay una clara oleada roja. En particular, los partidos de izquierda han ganado fuerza, han sabido aprovechar el descontento con las políticas económicas y la austeridad del Gobierno”, ha admitido Purra. Aun así, ha defendido la agenda del Ejecutivo: “La línea del Gobierno es la correcta”, ha asegurado, y ha añadido que su partido necesita explicar mejor ante sus votantes los motivos de sus recortes.

Otro de los grandes movimientos de la jornada lo ha protagonizado el Partido de Centro, un histórico de la política finlandesa. Esta formación liberal de raíz agraria ha remontado posiciones gracias al empuje en las zonas rurales, quedando tercera en las locales (16,8%) y superando a los conservadores en las regionales, donde ha alcanzado el 20,2%.

Elecciones en Finlandia: las claves

Los analistas apuntan a dos claves para entender el batacazo electoral de la ultraderecha en Finlandia: por un lado la desmovilización de sus votantes en este tipo de elecciones y, por otro, el malestar que han causado los recortes impulsados por la coalición de derecha para reducir la deuda pública y que ha aplicado en servicios públicos como son sanidad, educación o prestaciones sociales. 

Aunque se trataba de unas elecciones locales, el resultado ha dejado claras sus consecuencias a nivel nacional. A pocos meses de llegar al ecuador de la legislatura, los finlandeses han pasado factura a los dos partidos que sostienen el Gobierno de coalición de derechas. Los conservadores han perdido el liderazgo en los municipios y han cedido terreno en las regiones. La ultraderecha, directamente, se ha desplomado.

El mensaje de las urnas es alto y claro: existe un rechazo latente a los recortes sociales y a la gestión económica del Ejecutivo. En un país con un Estado del bienestar fuerte -así como también muy valorado-, los recortes aplicados en sanidad, educación y ayudas al desempleo han hecho mella, y muchos votantes han decidido cambiar de rumbo. 

La participación ha sido baja, como viene siendo habitual en este tipo de votaciones. En las municipales ha votado un 54,2 % del censo y en las regionales, un 51,7 %.

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