Macron acepta la dimisión de Bayrou tras la fallida moción de confianza y ya piensa en un nuevo primer ministro
El presidente de la República busca un sustituto de Bayrou, que en menos de 24 horas ha presentado su dimisión y ya no es primer ministro del país galo.
Y tras la debacle, llegaron las consecuencias -tan previsibles como se esperaban-. El hasta ahora primer ministro de Francia, François Bayrou, ha presentado este martes su dimisión al presidente de la República, Emmanuel Macron, que la ha aceptado, y ya piensa en un sustituto que nombrará en un breve período de tiempo, aunque rechaza convocar elecciones, pese a la insistencia de la oposición.
La situación para Macron es límite, ya que necesita con urgencia encontrar al sustituto más adecuado que dé cierta estabilidad en un momento de caos político y social en Francia. Y es que el país galo se encuentra sumido en una polarización total, y las protestas y manifestaciones se suceden en las calles, marcadas por la pérdida de credibilidad en el sistema y los traumáticos recortes que tarde o temprano tendrán que producirse en Francia.
Ante esta situación, el reloj juega en contra de Macron, que ve cómo se le agota el tiempo en el momento de mayor descontrol político de Francia en este siglo, ya que con la dimisión de Bayrou, son cuatro los primeros ministros que ha tenido el país en apenas 21 meses: Elisabeth Borne, Michael Barnier, Grabriel Attal y Franóis Bayrou.
La moción de confianza a la que se sometió ayer Bayrou tenía como objetivo comprobar el número de apoyos parlamentarios que tenía de cara a los recortes que el ya exprimer ministro comunicó a la población. Estos implicaban unos recortes de 44.000 millones de euros, que tenían como fin, afrontar la deuda pública de Francia, que es actualmente un 113% de su PIB.
Sin embargo, ni siquiera sus aliados le brindaron el apoyo -aunque insuficiente- a dicha medida, ya que salir en la foto junto a Bayrou podría penalizarles duramente en los comicios municipales que se celebrarán en la próxima primavera. Pese a esta negativa, ni Republicanos ni Socialistas quieren disolución de Cortes y nuevas elecciones, por lo que cualquier decisión que tome Macron respecto al nuevo primer ministro les obligará a formar gobierno.
Coincidiendo con la dimisión de Bayrou, Francia atraviesa el momento de menor confianza en las finanzas públicas del país en dos décadas, medida en la prima de riesgo. Y es que, por primera vez en más de dos décadas, el medidor ha rebasado los 80 puntos esta mañana, ubicándose en los 82, superando a la italiana y siendo la más alta de la eurozona.
En cualquier caso, Macron se encuentra en una encrucijada, al tiempo que la población civil se moviliza con el objetivo de paralizar el país, y todo ello articulado por el movimiento 'Bloqueemos todo', que recuerda mucho a los chalecos amarillos, y que ha convocado a todos los ciudadanos franceses a mostrar su descontento este miércoles 10 de septiembre. Del mismo modo, organizaciones sindicales han convocado una jornada de movilización para el 18 de septiembre.