María Corina Machado completa su periplo y llega a Oslo tras pasar más de un año en la clandestinidad
La líder de la oposición venezolana se ha reunido con su familia en el Grand Hotel de la capital noruega y, contra lo previsto, ha salido al balcón a saludar a sus seguidores.

Horas después de la ceremonia de entrega del Nobel de la Paz, María Corina Machado, ya está en Oslo. Lo ha confirmado de madrugada el presidente del Comité Nobel, Jørgen Watne Frydnes, que ha salido al vestíbulo del Grand Hotel de la capital noruega a anunciar a simpatizantes y medios de comunicación que la líder de la oposición venezolana ya "ha llegado a Oslo y está de camino hacia aquí". Aunque en un principio se anunció que no iba a salir al balcón del alojamiento para saludar -ella habría pedido reunirse "directamente con su familia”-, Machado sí ha accedido a salir, protagonizando la que ha sido su primera aparición pública desde enero de este año.
Con la llegada a la capital noruega de la líder de la oposición en Venezuela, envuelta en un secretismo propio de una novela de espías, se pone fin a más de doce meses viviendo en la clandestinidad. Machado ha vivido recluida en un lugar desconocido desde agosto de 2024, cuando el Gobierno de Nicolás Maduro intensificó la persecución a los candidatos y dirigentes opositores tras la celebración de unas elecciones presidenciales que la comunidad internacional calificó de irregulares y que la oposición asegura haber ganado.
El periplo que tenido que hacer María Corina Machado para llegar hasta Noruega, aunque tarde para recoger el Nobel de la Paz en persona, empezó el pasado martes, cuando esta ingeniera de 58 años abandonó Venezuela en un barco rumbo a Curazao para, allí, coger un avión privado rumbo a la capital noruega, de acuerdo con la información exclusiva que ha publicado The Wall Street Journal. La operación, a cargo de su equipo de seguridad, se ha llevado a cabo en el más absoluto secreto para evitar una posible detención que desde el chavismo llevan meses intentando ejecutar. La Casa Blanca, por ahora, no ha querido pronunciarse sobre el paso de la opositora por territorio neerlandés.
Pese a que toda esta semana se ha especulado sobre la posible llegada de María Corina Machado a Oslo para recoger el Nobel de la Paz en persona, la opositora no ha llegado a tiempo a la ceremonia que se ha celebrado esta miércoles en la capital noruega. Ha sido su hija, Ana Corina Sosa, la encargada de representarla y leer un discurso que Machado había preparado para la ocasión, en el que ha subrayado la idea de que "la democracia es esencial para la paz" y que la experiencia de Venezuela ha demostrado una lección que, según la líder de la oposición, vale para cualquier otro país: “Para tener una democracia, debemos estar dispuestos a luchar por la libertad”.
En su discurso, Machado insistió en que “la libertad es una elección que debe renovarse cada día” y aseguró que lo que está sucediendo en Venezuela "trasciende las fronteras". También repasó la debacle institucional que vive su país desde la llegada de Hugo Chávez al poder. “Cuando quisimos darnos cuenta de lo frágiles que eran nuestras instituciones, un hombre que había liderado un golpe militar para derrocar la democracia fue elegido presidente. Muchos pensaron que el carisma podía sustituir al Estado de derecho", leyó su hija, a la que en algunos tramos se le ha quebrado la voz.
La emoción recorrió todo el Ayuntamiento de Oslo, presidido por un enorme retrato de Machado, cuando el predidente del Comité Nobel confirmó durante la ceremonia que la líder opositora estaba ya en ruta hacia la capital. El propio Frydnes aprovechó su discurso para comparar la trayectoria de Machado con la de anteriores laureados como Mandela y Walesa, recordando que quienes luchan por la democracia suelen operar en condiciones muy lejos del ideal. “A menudo tienen que elegir entre lo difícil y lo imposible”, señaló, antes de recordar que quienes observan desde fuera no cargan con las responsabilidades que quienes viven bajo un régimen autoritario.
La dirigente venezolana dedicó parte del Nobel a Donald Trump cuando se anunció el galardón en octubre y se ha alineado con los sectores más duros del trumpismo, que sostienen que Maduro mantiene vínculos con redes criminales que amenazan a Estados Unidos, pese a las reservas expresadas por su propia inteligencia. En este contexto, la administración Trump ha ordenado más de una veintena de ataques militares recientes contra embarcaciones sospechosas de narcotráfico en el Caribe y el Pacífico, una estrategia que varios países latinoamericanos, ONG y legisladores demócratas califican de “ejecuciones extrajudiciales”.
Por ahora, la agenda de Machado en Oslo es un secreto. Aunque finalmente sí ha habido saludo desde el balcón del Grand Hotel, poco más se sabe de sus siguientes pasos que, con toda probabilidad, se encargará de anunciar el Comité Nobel este viernes.
