Netanyahu quiere la cabeza del jefe del servicio de inteligencia interior por tratar de investigarle
El Shin Bet ha abierto una investigación sobre los presuntos vínculos (entre ellos financieros) de tres asesores y portavoces del primer ministro con Qatar.

La Oficina del primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, anunció este domingo que el Ejecutivo votará esta semana la destitución de Ronen Bar, director del servicio de inteligencia interior (Shin Bet), la agencia que investiga la posible implicación del mandatario en el escándalo conocido como Qatargate.
Según un comunicado, Netanyahu se reunió con Bar ayer para informarle de que presentará una propuesta formal de destitución al gabinete de seguridad.
"Estamos en medio de una guerra por nuestra propia existencia: una guerra en siete frentes. En todo momento, pero especialmente en una guerra tan existencial, el primer ministro debe tener plena confianza en el jefe del Shin Bet", dijo Netanyahu en un vídeomensaje en hebreo.
"Pero desgraciadamente la situación es la contraria: no tengo ese tipo de confianza. Siento una desconfianza constante hacia el jefe del Shin Bet. Una desconfianza que ha crecido con el tiempo", añadió, antes de asegurar que se trata de una decisión "necesaria" para lograr los "objetivos de guerra y para prevenir el próximo desastre".
Desde hace al menos un mes, el diario liberal Haaretz advertía de que los legisladores en la oposición y el aparato de defensa –"en particular el propio Shin Bet"– eran conscientes de que Netanyahu quería deshacerse de Bar después de que la agencia abriese una investigación sobre presuntos vínculos (entre ellos financieros) de tres de sus asesores y portavoces con Qatar.
Además, el pasado 4 de marzo, y en contra de la oposición del gobierno a que se cree una comisión de investigación estatal sobre el ataque de Hamás del 7 de octubre, el Shin Bet concluyó que la financiación de Qatar al ala militar de Hamás -sin intervención de Israel-, así como el trato a los presos palestinos y la división interna en el país por la reforma judicial auspiciada por Netanyahu, sentaron las bases para el ataque.
En los últimos meses, los tres rostros más visibles del estamento de seguridad de Israel: el exministro de Defensa, Yoav Gallant, el exjefe del Estado Mayor del Ejército, Herzi Halevi, y el portavoz castrense, Daniel Hagari, se han visto también apartados de su cargo o han tenido que renunciar a él por aparentes desavenencias con el gobierno.
"Su expectativa de lealtad personal es errónea"
Ronen Bar, tras conocer las intenciones de Netanyahu, dijo anoche al primer ministro que su exigencia de "lealtad personal" está equivocada, después de que el segundo anunciase que va a despedirle debido a la "creciente desconfianza" entre ambos. "El deber de confianza del director del Shin Bet es, ante todo, hacia los ciudadanos de Israel. La expectativa de lealtad personal del primer ministro (Benjamín Netanyahu) es fundamentalmente errónea y opuesta directamente a la Ley del Shin Bet", dijo Bar en un extenso comunicado divulgado por la prensa israelí y en X.
"El Shin Bet, bajo mi liderazgo, llevó a cabo una investigación exhaustiva que reveló fallos de inteligencia y procesos internos el 7 de octubre, cuya corrección ya ha comenzado", declaró hoy Bar y pareció insistir de nuevo en la necesidad de una comisión de investigación estatal, a la que Netanyahu se opone.
"La necesidad de interrogar a todas las partes, incluyendo la política del gobierno y al primer ministro, y no solo a las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) y al Shin Bet, que se autoinvestigaron exhaustivamente, es necesaria en interés de la seguridad pública", dijo.
Los diputados en la oposición israelí describieron como un acto de represalia, motivado por motivos personales de Netanyahu el despido inminente del jefe del servicio de inteligencia interior. "El despido del jefe del Shin Bet es un golpe directo a la seguridad nacional y desmantela la unión de la sociedad israelí por motivos políticos y personales", escribió en X el exjefe del Estado Mayor de las Fuerzas de Defensa de Israel, el diputado Benny Gantz.
Por su parte, el líder de la oposición, Yair Lapid, dijo: "Durante un año y medio no vio motivos para despedirlo, pero cuando comenzó la investigación sobre la infiltración de Qatar en la Oficina de Netanyahu y los fondos transferidos a sus asesores más cercanos, sintió de repente la urgencia de despedirlo de inmediato", declaró Lapid.