Ni drones ni ciberataques: la otra forma que tiene Moscú de hacer daño a Europa
Todo procede de la flota fantasma de Putin.

La tensión entre Rusia y Europa (y la OTAN en su conjunto) se ha disparado en las últimas semanas a raíz de las numerosas incursiones de drones rusos en el espacio aéreo de países europeos como Polonia, Rumanía o Dinamarca.
El último de los incidentes ha tenido lugar precisamente en el país nórdico. Las autoridades danesas se han visto obligadas a cerrar el aeropuerto de Copenhague debido a la detección de drones (probablemente rusos) en la zona.
Además, durante el fin de semana, un ciberataque de origen desconocido contra un sistema operativo compartido por los aeropuertos de Londres (Heathrow), Bruselas, Berlín-Brandeburgo y Dublín provocó cancelaciones y retrasos en cientos de vuelos.
Más allá de esos sucesos, una investigación periodística del medio de comunicación italiano Linkiesta ha desvelado que Moscú tiene otra forma de hacer daño a Europa: introducir armas ilegales.
Según el citado medio, el país presidido por Vladímir Putin está alimentando con armas el mercado negro de la mafia italiana. "Kalashnikovs sin marcar y munición de última generación de fábricas estatales rusas llegan a través de puertos sicilianos y cruces fronterizos de Friuli", aseguran.
"Las mismas armas que actualmente matan a ucranianos son utilizadas por el crimen organizado italiano, explotando las rutas de la flota fantasma de Putin y potenciando el mercado negro", se señala en el reportaje.
En ese sentido, desde Linkiesta subrayan que "ya no se trata de productos desgastados de principios de la década de 2000, sino de material de nueva fabricación, sin números de serie, directamente de las fábricas".
Una fuente anónima consultado por el mencionado medio de comunicación italiano afirma que esta forma de proceder para las mafias "es como ir de compras: pides lo que necesitas y llega de inmediato".
No obstante, hay parte de las armas que no se entregan de manera inmediata a las redes criminales, sino que se acumulan como reserva estratégica (quedando condicionadas a las restricciones de los proveedores). "Algunas armas deben permanecer almacenadas; las organizaciones las conservan, no pueden venderlas", resalta al respecto la fuente.
