¿Por qué se llevan tan bien?: La alucinante primera reacción a la inhabilitación de Le Pen de su amigo ruso
"Cada vez son más las capitales europeas que siguen el camino de pisotear las normas democráticas", ha dicho el portavoz de la Presidencia rusa, Dmitri Peskov.

El Kremlin afirmó hoy que cada vez más capitales europeas violan las normas democráticas, en alusión al caso de la líder de la derecha francesa, Marine Le Pen, inhabilitada por la Justicia de su país para ocupar cargos públicos.
"Cada vez son más las capitales europeas que siguen el camino de pisotear las normas democráticas", dijo el portavoz de la Presidencia rusa, Dmitri Peskov, en su rueda de prensa telefónica diaria al responder una pregunta sobre el caso.
Recalcó que "por supuesto" Rusia no quiere interferir, y "nunca" lo ha hecho, en los asuntos internos de Francia. "Sin embargo, en general lo que vemos en las capitales europeas muestra que estas no son en absoluto reacias a rebasar los límites de la democracia durante el proceso político", añadió el portavoz del Kremlin.
Es una réplica alucinante, la primera generada tras el fallo conocido esta mañana, después de que los jueces hayan entendido que Le Pen merece cuatro años de prisión, dos de ellos firmes que puede cumplir con brazalete electrónico, 100.000 euros de multa y a cinco años de inhabilitación con aplicación inmediata. Hay ocho eurodiputados y 12 asesores condenados también en el mismo caso.
La candidata a la presidencia de la República francesa ha tratado de edulcorar sus relaciones con el Kremlin tras la invasión de Ucrania, hace tres años, sobre todo porque ha tenido que someterse a elecciones (presidenciales, legislativas y europeas) y tenía que salir a los mítines con un discurso menos empático con Vladimir Putin. Sin embargo, habitualmente ha expresado abiertamente su admiración por el líder ruso en el pasado.
Los comentarios de Marine Le Pen en una entrevista a principios de febrero del año pasado fueron especialmente claros: "No creo en absoluto que Rusia desee invadir Ucrania", dijo. Unas declaraciones también bastante desafortunadas, dado que apenas quince días después Putin envió miles de tropas al país en un intento de ataque relámpago que ya sabemos en qué punto está. Desde entonces, los bombardeos rusos han arrasado pueblos y ciudades, y ha habido múltiples informes sobre torturas, asesinatos y violaciones a civiles. Ahora hay un debate negociador abierto, obligado por EEUU.
La rival de Emmanuel Macron dijo en 2024 que las acusaciones de los críticos de que está demasiado cerca de Moscú equivalen a un "juicio particularmente injusto", insistiendo en que solo ha "defendido los intereses de Francia".
Sin embargo, ahí está la hemeroteca. Vayamos a 2017, por ejemplo. En un hecho sin precedentes, en marzo de ese año el presidente ruso se reunió en Moscú con una candidata a la presidencia francesa en la carrera hacia el Elíseo de aquella primavera. El encuentro entre Vladimir Putin y Marine Le Pen en el Kremlin reavivó los temores sobre el apoyo ruso a los grupos de extrema derecha en Europa.
La entonces candidata del Frente Nacional ya había buscado la financiación del partido en un banco ruso -en septiembre de 2023, su formación, la Agrupación Nacional, anunció el reembolso anticipado de un préstamo de poco más de 6 millones de euros de una empresa rusa- y repitió su intención de levantar rápidamente las sanciones de la UE impuestas a Rusia tras su anexión de Crimea. Un proceso unilateral, condenado internacionalmente.
En una entrevista con la BBC, Le Pen citó como sus inspiraciones al recién elegido presidente de Estados Unidos, Donald Trump, así como a Putin. "Las grandes líneas políticas que defiendo son las grandes líneas que defiende el señor Trump, que defiende el señor Putin", dijo.
Le Pen también culpó firmemente de las tensiones con Occidente a Estados Unidos y a la OTAN, a los que acusó de armar a los países fronterizos con Rusia. "Ucrania forma parte de la esfera de influencia de Rusia, es un hecho", dijo, y continuó: "Si se trata de decir que Rusia representa un peligro militar para los países europeos, creo que se equivocan en su análisis". Francia debería abandonar el mando aliado de la OTAN, argumentó. "La OTAN se creó precisamente para luchar contra la URSS. Hoy no hay URSS".
Rusia, prosiguió Le Pen, no "merece ser tratada con prejuicios", ya que "no ha liderado ninguna campaña contra los países europeos, ni contra Estados Unidos".
Los servicios de inteligencia estadounidenses y una investigación oficial concluyeron que Rusia interfirió en las elecciones presidenciales estadounidenses de 2016 con el objetivo de impulsar la candidatura de Trump. Desde hace varios años también se acusa a Moscú de injerencia y difusión de desinformación en las elecciones europeas.
"Rusia va en líneas generales en la dirección correcta", respondió Le Pen en la entrevista de 2017 cuando se le preguntó si Putin había hecho más daño que bien, citando su intervención en Siria, que fue "positiva para la seguridad del mundo". "Lo que noto es que el Gobierno de Vladimir Putin debe al menos complacer a los rusos lo suficiente como para ser reelegido en las elecciones del país", dijo.
Las elecciones en Rusia desde que Putin llegó al poder han sido criticadas regularmente por grupos de derechos humanos y organizaciones internacionales por no ser libres ni justas, mientras que a destacados opositores al presidente se les ha prohibido presentarse.
El mes anterior, en febrero de 2017, Marine Le Pen fue preguntada por su admiración y respeto por Putin. "La nación rusa es una gran nación, ha hecho su elección nos guste o no. ¿Es Rusia un peligro para Francia? Respuesta: no. ¿Debe ser Rusia un aliado para Francia? Respuesta: sí. Lo mismo para Estados Unidos", dijo a la CNN.
Le Pen se enfrentó a la entrevistadora Christiane Amanpour por la "Revolución del Maidán" de Ucrania y la posterior anexión de Crimea por parte de Rusia en 2014. "Hubo un golpe de Estado en Ucrania", dijo. "Había un acuerdo entre diferentes naciones, y al día siguiente, este acuerdo se rompió, y un cierto número de personas tomó el poder".
Las protestas del Maidán se produjeron tras la repentina decisión del presidente Yanukóvich de abandonar un acuerdo político y de libre comercio con la Unión Europea aprobado por el Parlamento ucraniano, bajo la presión de Moscú. Tras las protestas de febrero de 2014, el presidente huyó del país y fue destituido formalmente por el Parlamento.
Rusia respondió enviando fuerzas para anexionar Crimea y apoyando a los separatistas en el este de Ucrania. "¡Pero no hubo invasión de Crimea! Escucha, ¡tienes que dejar de decir tonterías!", dijo Le Pen a la CNN en la entrevista de 2017.
"Crimea era rusa. ¿De acuerdo? Crimea siempre ha sido rusa... Fue dada por la Unión Soviética... La población se siente rusa. La población es rusa. La población decidió por una aplastante mayoría volver al seno de Rusia".
El referéndum de 2014 en Crimea, en el que la población votó por volver a unirse a Rusia, no fue reconocido por la mayoría de los países. Una resolución de la Asamblea General de la ONU fue aprobada por amplia mayoría declarando inválida la votación y afirmando la integridad territorial de Ucrania.
Ya en febrero de 2022, Le Pen fue entrevistada de nuevo por la BBC, en un momento en que Rusia llevaba meses acumulando tropas en las fronteras de Ucrania. Los servicios de inteligencia estadounidenses y el presidente Joe Biden habían advertido meses antes que Putin tenía la intención de invadir.
Pero la candidata presidencial, que vuelve a presentarse al Elíseo bajo la bandera de "Rassemblement National" ("Agrupación Nacional"), repitió que quería ver a Rusia como un aliado de Francia. Como en 2017, culpó a la presión militar de la OTAN de las tensiones entre Moscú y Occidente.
"Hoy en día, Estados Unidos está presionando a Ucrania para que entre en la OTAN con el objetivo de desplegar fuerzas armadas en la frontera de Rusia, por lo que los rusos están tomando represalias, poniendo fuerzas en sus fronteras con Ucrania", dijo.
"Defiendo la soberanía de todos los países, por lo tanto, defiendo la soberanía de Ucrania. Pero... No creo en absoluto que Rusia quiera invadir Ucrania", dijo Le Pen, cuando se le preguntó cómo respondería si Moscú enviara las tropas.
No quiso pronunciarse sobre si habría que imponer sanciones en caso de invasión. "No creo que Rusia tenga el menor deseo de invadir Ucrania. Pero si lo hiciera, naturalmente defendería la soberanía de Ucrania, igual que defiendo la soberanía de Francia", repitió.
Rusia apenas se menciona en la sección de 13 páginas sobre defensa que forma parte del manifiesto presidencial de Marine Le Pen del pasado año. La ultra confirma que sacar a Francia de la estructura de mando militar de la OTAN sería una prioridad. Se buscaría una nueva relación con Estados Unidos, que "no siempre se comporta como un aliado de Francia". Su gobierno pondría fin a los programas de armamento conjuntos con Alemania.
En cambio, Moscú vuelve a ser considerado un importante socio de futuro. "Se buscará una alianza con Rusia en algunos temas esenciales: La seguridad europea que no puede existir sin ella, la lucha contra el terrorismo que ha asegurado con más consistencia que todas las demás potencias, la convergencia en el tratamiento de los grandes expedientes regionales que afectan a Francia (Mediterráneo oriental, África del Norte y central, Golfo/Oriente Medio y Asia en particular)", dice el manifiesto.
"Le Pen no especifica a qué amenazas militares se enfrenta Francia, y apenas menciona a Rusia. Esto refleja quizás la ambigüedad de su relación con Vladimir Putin", dice un informe del think tank Centre for European Reform (CER) sobre lo que significaría una presidencia de Le Pen para Europa.
No cabe duda de que Marine Le Pen se equivocó con la invasión de Ucrania por parte de Moscú el 24 de febrero de 2022. Por eso ha ido renunciando a cualquier "entente" militar con Moscú. El 4 de abril de ese año habló de "crímenes de guerra" en Ucrania tras el descubrimiento de los cadáveres de cientos de civiles en la región de Kiev. Pero a finales de marzo, Le Pen se negó a calificar a Putin de "criminal de guerra" porque "no se negocia la paz insultando a una de las dos partes".
La líder de extrema derecha sigue oponiéndose a un embargo energético contra Moscú, por el probable impacto en el poder adquisitivo de los franceses. En una intervención en la emisora de radio francesa Europe 1, criticó las sanciones de la UE -que incluyen la prohibición de importar carbón ruso- por considerar que están concebidas para "proteger los intereses de los mercados financieros y de los verdaderos aprovechados de la guerra". "Todas estas sanciones tienen como resultado golpear a nuestras empresas y a los particulares", añadió.
La aspirante a la presidencia gala -hasta hoy, al menos- ha dicho que está dispuesta a entregar a Ucrania "elementos de defensa" -entendidos como armas no letales-, pero no armas pesadas que, según ella, convertirían a Francia en un "co-beligerante" del lado de Ucrania contra Rusia. Al esbozar su estrategia diplomática el 13 de abril de 2022, abogó por un "acercamiento estratégico" entre la OTAN y Rusia, una vez que la guerra en Ucrania se haya "resuelto mediante un tratado de paz".
Ahora ya queda más clara la intervención del Kremlin de esta mañana...
