Por favor, habilita JavaScript para ver los comentarios de Disqus.
Primera cita en urnas y primera debacle: ¿por qué no es una derrota electoral más para Trump?

Primera cita en urnas y primera debacle: ¿por qué no es una derrota electoral más para Trump?

En una sola jornada, los republicanos han visto pasar de largo la alcaldía de la gran ciudad que alberga la torre dorada del presidente, pero también dos estados clave y la venganza demócrata de California por la reforma electoral en Texas. ¿Se imaginan que para el año hubiera elecciones de mitad de mandato? Ah, espera...

Imagen de archivo del presidente de EEUU, Donald Trump.
Imagen de archivo del presidente de EEUU, Donald Trump.Andrew Harnik/Getty Images

Siendo tan sinceros como realistas, los sondeos no acompañaban al Partido Republicano en ninguna de las citas electorales que la pasada madrugada devolvieron a los demócratas a las escenas de los descorches de champagne y el confeti. Pero lo que no se esperaba es que se cosechara un pleno de victorias tan abultado y en una cita que partía con varias premisas que son tan evidentes que hicieron que el propio Trump se pronunciase contundentemente. "Trump no estaba en la papeleta", aseguró Trump. 

La de ser la primera cita con las urnas tras el prometido despliegue de políticas ultras de una Administración Trump que cuenta con mayoría republicana en las dos cámaras, Congreso y Senado. Pero también la de ser el primer test, ante la ciudadanía, a un cierre del Gobierno federal -por falta de entendimiento entre ambos partidos- que este miércoles ha batido el récord de ser el más largo de la historia con 36 días -una marca que ya ostentaba la primera Administración Trump con 35-.

De hecho, el propio Trump, en su mención a sí mismo también aprovechó para descargar toda la responsabilidad de las derrotas en las urnas en ese "cierre del gobierno", que junto con su ausencia como figura votable, "fueron las dos razones por la que los republicanos perdieron las elecciones esta noche, de acuerdo con los analistas electorales". Probablemente se refiriese a los de Fox News

Con todo, el Partido Republicano y el mandatario se enfrentan a un axioma político a la vuelta de la esquina en el calendario. El próximo año se celebran las midterm, elecciones de medio mandato en el que la renovación podría traducirse en la pérdida del histórico poder con el que cuentan actualmente en Congreso y Senado. Y que explica la capacidad reformista y de materializar políticas que sí tiene Trump en este mandato, respecto del primero. Más allá de las excusas y los balones fuera de quien empieza a perder apoyo por no haber cumplido su promesa de rebajar la inflación económica, cada una de las siguientes victorias demócratas conforman una clave que explica la debacle en conjunto y por qué esto no es una derrota cualquiera para Trump.

'New York, New York, new mayoooor': Mamdani revoluciona la Gran Manzana

De todas las citas electorales de esta pasada madrugada, la de la alcaldía de Nueva York era en la que la mayoría de proyecciones han acabado dando en el clavo. El joven demócrata Zohran Mamdani será el próximo regidor de la Gran Manzana con unas promesas electorales que explican por qué se le tacha de peligroso "comunista" por parte de sus adversarios. Será el primer alcalde musulmán y antisionista en Manhattan, pero con propuestas abiertamente socialistas como: autobuses y guarderías gratuitas, congelación de precios de alquileres o acceso a medicamentos y sanidad a cuenta de una subida de impuestos a las clases ricas.

Ya en el punto de mira de Trump, que lleva semanas diciendo que si sale un alcalde musulmán en la ciudad de los atentados del 11-S deberían detenerle, Mamdani no solo abre camino a la oposición contra Trump y un Partido Republicano dominado por el látigo del movimiento MAGA, también plantea una respuesta a la pregunta que muchos se están haciendo cuando los sondeos apuntan a que crece el descontento con la Administración Trump. ¿Dónde están los demócratas? O más bien, ¿quiénes son los demócratas a los que mirar?

Mamdani representa todo lo contrario al establishment de un aparato demócrata que solo ha permitido aupar en unas primarias a candidatos que no plantean ruptura alguna con la política estadounidense y, de forma más concreta, con lo que se atreve a ofrecer esa política bipartidista en cuanto a soluciones y reformas. Precisamente, el flanco económico, es decir, arreglar el precio desbocado de un filete, es en el que más flaquea Trump y el que le costó la reelección ante un Biden que sí supo aprovechar el descontento por el impacto económico de la crisis del coronavirus en EEUU.

Entonces, ¿puede ser este regidor de tan solo una treintena de años el que dé alas y el empujón definitivo a esa hornada de voces demócratas que tantas veces ha sido acallada por creer irreal que un Bernie Sanders o una Alexandria Ocasio-Cortez pudiesen alcanzar la Casa Blanca y materializar desde ella? Probablemente es una pregunta a la que Trump tiene más miedo que la de tener que presentar a su sucesor -¿J.D. Vance?- contra un demócrata a la vieja usanza.

Virginia y Nueva Jersey... ¿ya esperan a la Guardia Nacional?

Country roads, take me home, pueden entonar ya los demócratas en la mañana de este miércoles en el Estado de Virginia. Abigail Spanberger se ha convertido en la primera gobernadora electora de la historia de este territorio de marcado carácter rural. A priori, una de esas plazas que explican que Trump sea el presidente con la mayor tasa de voto popular de la historia del país norteamericano. 

Spangerber ha derrotado a otra mujer que buscaba lograr el hito, la republicana Winsome Earle‑Sears. Lo ha hecho de forma contundente, con el 55% de los sufragios. No estamos hablando de retener una plaza tradicionalmente demócrata como lo era la alcaldía de Nueva York. Virginia es un estado que ha estado controlado los últimos cuatro años por los republicanos y que ahora pasa a manos demócratas.

La verdadera sorpresa en términos de llevarse un estado ha sido en Nueva Jersey, donde no estaba tan claro que la excongresista Mikie Sherrill pudiera ganarle el pulso al republicano Jack Ciattarelli y retener el territorio que despide al gobernador demócrata Phil Murphy que ya no podía optar a otro mandato por la limitación legal. El golpe a Ciattarelli es triple, puesto que tres fueron las veces que intentó convertirse en gobernados de Nueva Jersey, pero además se trata de un aliado íntimo del propio Donald Trump. A mayor, Sherrill también se estrena como la primera gobernadora de la historia de Nueva Jersey.

Pero Nueva Jersey es un estado relativamente volátil o cambiante en términos del bipartidismo estadounidense. Para hacerse una idea, esta ha sido la primera vez en la friolera de medio siglo en que un partido logra retener el sillón de este estado más de dos mandatos consecutivos. Además, en las últimas elecciones generales, los republicanos parecían comenzar a recortar distancias. Si en 2020 Biden les saco 20 puntos, en 2024 Kamala solo les sacó 10 puntos. Esa tendencia parece haberse esfumado. ¿Saben con qué hoja de ruta se presentó Sherrill? El aumento del coste de la vida y de los servicios públicos.

La Propuesta 50, o el 'California dreamin' de Newsom para despertar a los demócratas

El otro gran flanco de la batalla saldada con debacle trumpista y, paradójicamente, en el que no se elegía a nadie con nombres y apellidos realmente, tuvo lugar en el oeste. No obstante, eso no quiere decir que no fuese una elección que sí acabase dando un respaldo a un político, en esta ocasión, también demócrata. Y el nombre que están buscando es el de Gavin Newsom, el gobernador de California. 

En uno de los mayores feudos demócratas del país, se votaba la denominada como 'Proposición 50', una iniciativa impulsada por el propio Newsom que consiste en una reforma electoral para cambiar las proporciones en los distintos distritos electorales. Sí, un trabajo de ingeniería y aritmética parlamentaria que conforma una suerte de venganza, respuesta o reacción a lo que empezaron los republicanos -bajo presión del mismísimo Trump- en Texas. Y que tiene previsto desplegar en otros estados tradicionalmente republicanos como Missouri, Carolina del Norte, Ohio o Indiana.

Estamos hablando de una redistribución, en un estado profundamente poblado y con población migrante asediada por las cacerías racistas del ICE (la agencia federal de Inmigración) que se traduciría en restarles a los republicanos 5 de los 435 escaños de la Cámara de Representantes. Se trata de la misma proporción que perderían los demócratas en Texas, donde ya forman parte de la historia las fugas y salidas para evitar que hubiese quórum y pudiese votarse.

La victoria de la 'Propuesta 50' no es solo una victoria de la figura demócrata que más claramente hace carrera y oposición contra Trump de cara a ser el candidato presidencial en 2028. La victoria de Newsom es también dentro de su propia formación, adelantándose a una medida que también se estudia en Virginia, Colorado, Illinois y Maryland, como escudo ante las posibles modificaciones en el mismo sentido, pero en estados republicanos. Ya se preveía que si la iniciativa lograba salir adelante, serviría como pistoletazo de salida para que el resto de gobernadores demócratas actúen. Ese disparo quizás haya sonado a otro tipo de ruido sordo, el de aquel champagne descorchado.

¡Mantente al día con El Huffpost! Sigue todas las noticias desde tu móvil en nuestra APP. Puedes descargarla tanto para Android como iOS.

MOSTRAR BIOGRAFíA

Soy redactor de actualidad en El HuffPost, donde cada día realizo un seguimiento de todo lo que está pasando y marcando la jornada, con el único objetivo y árdua tarea de trasmitírselo a nuestros lectores de una forma en la que conozcan el contexto y el trasfondo más allá de un mero titular. Es decir, para que tu cuñado no pueda colártela otra vez.

 

Sobre qué temas escribo

Aunque en el día a día acabe escribiendo de cualquier cosa que suceda en el mundo, “puede que me recuerdes” de algunas temáticas que suelen quitarme el sueño con especial frecuencia. Me gusta escribir de política internacional, sobre todo cuando esta es eufemismo de atroces injusticias contra los derechos humanos o el medio ambiente, así como para acercar causas sociales que pasarían inadvertidas (la siguiente podría ser la tuya, así que escríbeme). La morriña también me devuelve en ocasiones a Galicia, sobre todo para que sus historias no se pierdan en el camino a la meseta.

 

Mi trayectoria

Antes de llegar a El HuffPost en 2021, fui periodista en La Voz de Galicia durante cinco años. En aquella etapa también pasé por los micrófonos de ‘Radio Voz’, en distintos programas radiofónicos. Y, aunque parezca poco probable, bebía más café que en la actualidad.


Soy de Ribeira, una bella localidad coruñesa que probablemente recuerdes del marisco, las páginas de sucesos o de personalidades de las que solemos presumir (tenemos a la triplista olímpica Ana Peleteiro y a una de las Tanxugueiras).


Aunque bromeo con que soy doctorado en Periodismo Gonzo, en realidad solo soy licenciado en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid (UCM), pero, eso sí, tengo la orla de la misma tienda que la que se la hizo al rey Felipe VI. Aquellos años en Madrid me sirvieron para conocer la ciudad, pero también para entender que el mercado de la vivienda aún podía ir a peor. Ah, también tengo otra identidad secreta bajo la que hago rap o escribo poesía y que solo revelé en la redacción para que me dejasen entrevistar a artistas.

 


 

Cómo contactar conmigo: