Rusia adelanta su 'contraoferta' al nuevo plan de paz para Ucrania salido de Ginebra: "no" a todo
El Gobierno de Putin rechaza hacer "concesiones" e insiste en trabajar únicamente en lo acordado entre Trump y Putin en Alaska, tras la propuesta salida de la cumbre entre EEUU, Ucrania y la UE.

Rusia tiene una contraoferta que hacer al plan de paz para Ucrania que salió modificado de la reciente cumbre de Ginebra: no a todo. El viceministro de Exteriores ruso, Sergei Riabkov, ha sido el encargado de transmitir el rechazo frontal del Kremlin a las anotaciones hechas por Ucrania y la UE al plan de 28 puntos que inicialmente pactaron EEUU y Rusia.
Con el cuidado matiz de "aplaudir los esfuerzos de la Administración Trump", el alto cargo de la diplomacia rusa ha dejado claro que no harán "concesión" alguna en los elementos básicos del plan nacido de la cumbre entre Trump y Putin en Alaska en plena ola de rumores e informaciones cruzadas entre bandos.
"No puede haber conversaciones sobre concesiones ni ceder en nuestros enfoques sobre los aspectos clave", ha admitido Riabkov, segundo del ministerio de Serguéi Lavrov, en referencia no sólo pero también a la ofensiva en Ucrania.
En esa negativa total se incluyen los cambios hechos por Kiev y la UE, que vetarían la entrega del Donbás a Rusia, la cercenación extrema del ejército ucraniano o la renuncia a entrar en la OTAN en un futuro, temas eliminados en el texto de Ginera. Para el Kremlin lo que se dejó por escrito el domingo en Ginebra es papel mojado. A su juicio, tanto ese documento como "las diversas versiones de este plan" son "materia de negociación", dejando siempre claro que "el asunto gira en torno a la presencia o ausencia de voluntad política para aplicar estrictamente los entendimientos alcanzados por los líderes en Anchorage", en referencia a la citada cumbre de agosto.
El viceministro de Exteriores insiste en que Rusia no renunciará a nada y "está preparada para lograr sus objetivos fijados, preferiblemente a través de medios diplomáticos". De ello se habló en Alaska en la reunión de Trump y Putin y "seguiremos actuando en este marco".
"Nuestra posición ha sido muy consistente desde el inicio. Aborda varios aspectos de la situación actual y se centra en gran medida en las causas subyacentes de la crisis, a las que hacemos frente desde hace mucho tiempo", insiste el número dos de un ministerio clave para Putin.
Aunque su negativa es, hoy por hoy, total, el Gobierno ruso sí admite que se necesita "tiempo" y "silencio" ante lo que denomina ruido interesado. "Una serie de medios de comunicación están siendo utilizados no sólo como 'canales de desagüe', sino como armas en la guerra de la información", valora el viceministro.
Por todo ello, "se necesita tiempo y atención para que el proceso de diálogo continúe". Ryabkov ha insistido en la idea ya expresada por otros altos cargos del régimen de Putin y cree que las negociaciones de paz en Ucrania "no algo que se pueda discutir públicamente, ya que hay demasiados temas serios actualmente en el punto de mira".
