Rusia busca aventajarse de Ucrania protegiendo las cabezas de sus soldados con cascos inteligentes
El objeto ha sido bautizado como Soratnik.
En la guerra, las innovaciones tecnológicas son fundamentales para poder sacarle ventaja al bando enemigo. Y ello no solo incluye al armamento, como los misiles o los drones, sino también al material de protección que utilizan los soldados.
Con ese objetivo, Rusia ha fabricado un casco inteligente que ha sido bautizado como Soratnik. Más allá de ejercer la función de escudo físico ante posibles impactos, Moscú pretende que este nuevo casco se convierta en una plataforma inteligente integrada en la red de guerra moderna.
Tal y como recoge la edición brasileña del medio de comunicación especializado en tecnología Xataka, el casco Soratnik cuenta con un módulo de inteligencia artificial con capacidad de recopilar datos del propio soldado, de sus compañeros equipados con la misma tecnología e incluso de drones situados en tierra.
Siempre se ha dicho que la información es poder, y esa afirmación se hace aún más real en el contexto bélico. En consecuencia, los datos recopilados por el nuevo casco ofrecen a los comandantes un mapa dinámico de la situación en el frente.
Gracias al Soratnik, los comandantes pueden tener acceso a información sobre la posición tanto de los aliados como de los enemigos en una pantalla interna, lo que supone una gran herramienta a la hora de tomar decisiones estratégicas en el campo de batalla.
No obstante, el nuevo casco ruso también se enfrenta a un importante reto desde el punto de vista físico: conseguir que la instalación de todos esos avances tecnológicos no incremente el peso del casco de forma desmesurada. En caso contrario, el casco sería inservible para los soldados.
Al respecto, desde el mencionado medio de comunicación subrayan que "si el Soratnik logra equilibrar peso, comodidad y capacidad tecnológica, podría inaugurar una nueva generación de equipos personales en los que la información es tan valiosa como la protección balística".