El ex multimillonario que intentó derrocar a Putin predice cuándo perderá las riendas de Rusia
La edad podría ser la clave.

El empresario y exoligarca ruso Mijaíl Jodorkovski niega categóricamente las acusaciones del Kremlin que lo relacionan con un supuesto plan para derrocar violentamente al presidente ruso, Vladímir Putin. La semana pasada, el Servicio de Seguridad Federal de Rusia (FSB), le acusó a él y a otros 22 exiliados de estar involucrados en la creación de una "organización terrorista" con vínculos paramilitares ucranianos.
Jodorkovski, de 62 años, pasó una década en una prisión siberiana tras ser considerado una amenaza política para el Kremlin, calificó estas acusaciones como "mentiras" y una muestra de la fragilidad del poder de Putin. "No tengo información privilegiada específica, pero estas acusaciones sugieren que están claramente preocupados por la transferencia de poder que se producirá tras la salida de Putin", aseguró a The Times.
Jodorkovski, que reside en Gran Bretaña, señaló que, aunque Putin no suele mencionar el fin de su mandato y parece gozar de buena salud, "durante los últimos 80 años de la historia rusa, todos los dictadores abandonaron el poder entre los 70 y los 80 años. Putin tiene 73 años, y es por eso que posiblemente esté empezando a pensar en esto".
La constitución rusa establece que, en caso de muerte o incapacidad del presidente, el primer ministro, actualmente Mijaíl Mishustin, asumiría el cargo de forma interina. Sin embargo, el proceso para elegir un sucesor definitivo es incierto, y muchos temen que surjan luchas de poder internas que provoquen inestabilidad.
Jodorkovski considera que esta transición podría ser una buena oportunidad para impulsar una Rusia democrática: "Mucha gente del entorno de Putin buscará aliados durante este período, lo que abrirá una ventana de oportunidad. Pero si la desaprovechamos, habrá otro período de consolidación del régimen, que se convertirá en otro círculo vicioso".
Puede enfrentar duras penas de prisión
El FSB abrió la semana pasada dos casos penales contra más de 20 opositores exiliados, entre ellos Jodorkovski, a quienes acusa de "organizar una comunidad terrorista" con el fin de "tomar el poder de forma violenta".
Los acusados integran el Comité Antibélico de Rusia, una plataforma que busca combatir la "dictadura agresiva" de Putin. Según el FSB, el documento fundacional del comité "declara la necesidad de liquidar al actual Gobierno de Rusia".
Entre los acusados figuran también Mijaíl Kasiánov, Gari Kaspárov, Serguéi Aleksáshenko, Serguéi Guríev, Yekaterina Shulman y los disidentes Iliá Yashin y Vladímir Kara-Murzá, todos fuera del país.
Poco antes de que se hiciera pública la acusación del FSB, Yashin reveló que había sido incorporado al registro de "extremistas y terroristas" gestionado por Rosfinmonitóring, la agencia rusa de supervisión financiera.
"No tengo ni una gota de sangre en las manos. Mientras tanto, Vladímir Putin y sus generales matan gente a diario, bombardeando ciudades pacíficas y convirtiéndolas en ruinas. Pero, de alguna manera, el terrorista soy yo, no ellos", expresó Yashin en su cuenta personal de X.
El código penal ruso establece que la organización de una comunidad terrorista puede ser castigada con cadena perpetua, mientras que participar en una de ellas conlleva hasta 15 años de prisión. La toma violenta del poder, por su parte, se castiga con hasta 20 años de cárcel.
