Rusia, forzada a abrir la 'caja fuerte' y sacar su último 'as en la manga'

Rusia, forzada a abrir la 'caja fuerte' y sacar su último 'as en la manga'

Y eso que decían que las sanciones no servían para nada.

El presidente de Rusia, Vladímir Putin, en una imagen de archivo.Getty Images

Moscú se ha venido jactando de que su economía ha solventado sin muchas dificultades el efecto de las sanciones económicas. No obstante, la realidad es que los primeros paquetes no tenían una repercusión tan directa sobre la economía rusa, pero este año diversos factores apuntan a que la cosa está a punto de cambiar.

Tal y como recoge El Economista, Rusia se vio beneficiada en 2022 de unos ingresos disparados por venta de petróleo y materias primas. No obstante, las restricciones a la compraventa de crudo ruso por parte de la Unión Europea y el G7 amenazan la fortaleza petrolífera de Moscú y los principales indicadores apuntan a un cambio de dinámica.

Según el citado medio, si el Kremlin desea seguir financiando la guerra sin tener que recurrir a imprimir más dinero -sí, una devaluación de un rublo ya castigado en el mercado internacional- podría tener que recurrir a una suerte de ‘caja fuerte’ o último ‘as en la manga’. Se trata de aquellos activos que tiene en países aliados y reservas de divisas y oro.

La clave y el riesgo: el superávit comercial

Todo viene dado de los últimos vaivenes a escala global. El barril de brent se ha dejado más de 10 dólares en pocos días (75,7 dólares el barril) en los últimos días. Aunque el barril de los Urales -referencia rusa- cotiza en niveles similares, lo hace con un descuento que se mueve entre los 25 y los 30 dólares, a causa de las sanciones. Desde El Economista también señalan que se produjo una caída de las exportaciones en 500.000 barriles.

En este sentido, la clave del futuro de la economía rusa, se encuentra en el superávit comercial. Tal y como recoge el citado digital citando datos del Servicio Federal de Aduanas, el de Rusia cayó un 52,3% en enero respecto mismo mes de 2022, hasta situarse en 10.732 millones de dólares. Si se agota esta suerte de colchón económico, el Banco de Rusia se vería obligado a tirar de esas reservas y con un horizonte de incertidumbre importante.