Se filtra una inquietante llamada que revela la orden del comandante ruso para disparar a sus propios hombres

Un comandante ruso ha ordenado a sus soldados que abran fuego contra sus propios compañeros. Es un aparente acto de frustración, después de que sus posiciones fueran expuestas por una unidad vecina, según una llamada telefónica interceptada al ocupante y publicada por la inteligencia militar ucraniana.

En la grabación, compartida por la Dirección General de Inteligencia (HUR) el 5 de abril y difundida luego por medios como el británico Express, se escucha a un oficial -no identificado- gritando: "¡Que les jodan a los 55! ¡Dispárenles!". Esa es la orden de todo un comandante de batallón. 

Ese "55" parece referirse a una unidad rusa independiente que operaba en las cercanías. El comandante acusa a los soldados de revelar su ubicación y comprometer la operación, sin proporcionar más detalles. The Kyiv Independent afirmó no se ha podido verificar la autenticidad del audio de forma independiente. Sin embargo, de ser exacta esta filtración de Kiev, sería la última de numerosas grabaciones que aparentemente revelan disfunciones y caos interno en la estructura de mando militar de la Federación Rusa.

El maltrato a los soldados rusos ha sido, también, un tema recurrente durante la guerra en Ucrania. Conversaciones interceptadas, informes del campo de batalla y testimonios de prisioneros de guerra han señalado una indisciplina generalizada, un entrenamiento inadecuado y tácticas brutales, incluyendo el uso de destacamentos de bloqueo encargados de disparar a quienes se retiran sin órdenes.

Funcionarios occidentales y analistas militares han descrito previamente la estrategia rusa en el campo de batalla como una "trituradora de carne", que envía oleadas de tropas prescindibles y mal equipadas a posiciones de primera línea para debilitar las defensas ucranianas. Si bien es eficaz para obtener ganancias territoriales, esta táctica ha tenido un enorme coste humano.

En febrero, el Ministerio de Defensa del Reino Unido declaró que las fuerzas rusas probablemente estaban sufriendo "algunas de las tasas de bajas más altas desde el inicio de la guerra" al avanzar hacia zonas fuertemente fortificadas en torno a Avdiivka. Las autoridades ucranianas estimaron las pérdidas rusas en decenas de miles de personas solo durante ese asalto.

En marzo de 2025, el mismo ministerio estimó que 900.000 militares rusos aproximadamente han muerto o resultado heridos desde el inicio de la invasión de Ucrania por parte de Moscú. Esta cifra incluye entre 200.000 y 250.000 víctimas mortales, lo que representa las mayores pérdidas sufridas por el país desde la Segunda Guerra Mundial.