Temor por un desastre medioambiental en el cementerio en alta mar de petroleros en sus últimos días de vida
Dinamarca enciende las alarmas por la presencia de buques cargados de fuel ruso, con bandera panameña, que llegan a su costa en muy mal estado.

Un potencial desastre medioambiental amenaza las costas más septentrionales de Dinamarca. La zona de Skagen's Red se ha convertido en un popular lugar de descanso para los barcos de alta mar que hacen una pausa para repostar y llevar suministros a bordo antes de continuar su viaje... pero eso incluye, también, bombas de relojería. Rusas, para más señas.
Entre los barcos que se acercan a este puerto se encuentran algunos ejemplares de la llamada flota en la sombra de Moscú, esto es, petroleros con bandera extranjera que navegan con petróleo de la Federación para eludir las sanciones internacionales. La Unión Europea (UE) los ha puesto en la diana de sus castigos más recientes.
Muchos de los barcos de esta flota son viejos y obsoletos y por eso, si se estropean o tienen fugas, suponen un importante riesgo. Esto se aplica al Jazz panameño, un buque que, según el medio Danwatch, durante su viaje desde Rusia y antes de llegar al fondeadero de Skagen, estuvo tres veces en mar embravecido. O al también panameño Eventin, que según el medio alemán NDR se encuentra actualmente sin poder maniobrar frente a la isla alemana de Rügen, esperando a ser remolcado hacia Skagen.
Juntos, el Jazz y Eventin contienen casi 150.000 toneladas de petróleo ruso, lo que provoca escalofríos en Peter E. Nielsen, presidente del comité de planificación y medio ambiente del municipio de Frederikshavn. "Estábamos acostumbrados a que los grandes petroleros se reunieran frente a Skagen, pero era un tipo diferente de barco", explica. "Ahora vemos petroleros que ni siquiera pueden navegar por sus propios medios. Uno de ellos miente y circula por Grenen. Otro tiene que ser remolcado hasta aquí desde Alemania. ¿Qué está pasando?", se pregunta en la radiotelevisión pública danesa.
Nielsen teme las consecuencias que pueda tener una gran contaminación por petróleo si uno de los barcos se estrellara o si tuviera una fuga sensible. "Después de todo, es toda nuestra costa de 80 kilómetros la que puede estar contaminada. Sería un desastre para la fauna de las playas y de las zonas costeras, afirma el presidente del comité", avisa.
Niels Fastrup, periodista de DR que ha cubierto intensamente la flota rusa en la sombra, explica que los petroleros representan una amenaza para el medio ambiente en las aguas interiores danesas en general "especialmente si las tripulaciones no están cualificadas y los barcos se niegan a aceptar pilotos daneses a bordo", afirma. "Además, muchos de los barcos no están debidamente asegurados, por lo que si ocurre el accidente, es Dinamarca quien paga la factura", añade.
En el municipio de Frederikshavn, Peter E. Nielsen espera que las autoridades vigilen los barcos de la flota en la sombra. "Por supuesto, esperamos que alguien suba a bordo de los barcos cuando estén fondeados y compruebe que todo está como debe ser", concluye.