El terremoto en Turquía y Siria se cobra ya más de 5.200 muertos mientras buscan a supervivientes

Fue dura la madrugada del lunes, pero el amanecer de este martes no se queda atrás. Continúan los trabajos de rescate en Turquía y Siria, entre los escombros de edificios reducidos a ruinas por la serie de terremotos de magnitud 7,7 y 7,6 y sus réplicas que golpearon ayer el sureste turco y parte de territorio sirio. Lo hacen con un nuevo balance de víctimas que asciende ya a 5.261 muertes. 

Al igual que en la pasada jornada, la previsión es que ese número de fallecidos no deje de aumentar, mientras el tiempo juega en contra de los profesionales de emergencias, voluntarios y equipos enviados en aras de la cooperación internacional. Lo hacen, además, mientras la cifra de heridos también escala hasta situarse ya en 25.949 personas. Tampoco se prevé que deje de crecer.

Solo en Turquía, los equipos de emergencias han rescatado a más de 8.000 personas de entre los escombros. En las últimas horas se han vivido escenas duras, sacando cuerpos de entre el polvo, pero también de esperanza, como el rescate de cuatro personas de los restos de un edificio en Turquía. Una madre y sus tres hijos que han logrado sobrevivir a la tragedia. 

Todo ello después de que se registrasen otros 312 temblores (las esperadas réplicas). Según el vicepresidente turco, Fuat Oktay, algunos de ellos han superado la magnitud 6. Y en medio de unas bajas temperaturas que dificultan tanto el trabajo de los equipos como la supervivencia de los posibles atrapados en las ruinas.

Dos países, misma tragedia

El terremoto, el peor registrado en Turquía desde 1939 y el más grave en Siria desde que existen registros, ha golpeado a dos países dejando destrucción y muertes, pero su incidencia se prevé catastrófica en un territorio sirio dividido. Una zona controlada por el régimen del presidente Baschar Al Assad y otra bajo la influencia de la oposición y rebeldes. Ninguno de los tres balances ni sus previsiones son esperanzadoras.

En el caso de Turquía, las autoridades han notificado ya la muerte de 3.549 personas, así como 22.200 heridos, según ha informado el presidente de la Autoridad de Gestión de Desastres y Emergencias (AFAD), Yunus Sezer, en datos recogidos la agencia Anatolia. La AFAD calcula que más de 6.200 edificios han quedado completamente destruidos.

En el caso de la Siria bajo dominio gubernamental, los seísmos se han cobrado más de 1.712 muertos y 3.749 heridos, según datos provisionales del Ministerio de Sanidad de Siria, que apunta a que las víctimas se corresponde con las provincias de Alepo, Latakia, Hama, Idlib y Tartus.

"La alerta continúa en todos los establecimientos de salud públicos y privados, y todos los cuadros de salud están trabajando al máximo de su capacidad, y se está coordinando la respuesta continua en las diversas gobernaciones", se recoge en un comunicado de Sanidad en su perfil de Facebook.

A estas cifras hay que añadirles más de 790 muertos y 2.200 heridos en las zonas controladas por los rebeldes en las provincias de Idlib y Alepo, en el noroeste del país árabe. Son datos de la Defensa Civil de Siria, más conocida como 'cascos blancos', que han lamentado "la catástrofe y la devastación" causada por el seísmo.

Estos 'cascos blancos'' han pedido a "todas las organizaciones humanitarias y organismos internacionales para que brinden apoyo material y asistencial a las organizaciones" con el objetivo de "dar respuesta a este desastre y ayudar de forma urgente a las víctimas del terremoto". Desde la Defensa Civil Siria han comunicado que 210 edificios "se han derrumbado totalmente", mientras que más de 440 han quedado "parcialmente destruidos" y que "miles más han sufrido daños".

29 horas bajo los escombros hasta ver la luz

A medida que avanzan las horas, en esta segunda jornada de rescate de supervivientes, continúan sucediéndose a cuenta gotas las historias de personas sacadas de entre los escombros. Entre ellos, ha destacado el caso de una madre y su bebé de seis meses.

Tras pasar 29 horas entre las ruinas de un edificio devastado en Hatay, en el sureste de Turquía, cerca de la frontera con Siria, esta pareja ha podido volver a ver la luz del día. Su rescate tuvo lugar después de que los profesionales de los servicios de emergencia y voluntarios escucharon una voz de entre los restos de un edificio de apartamentos en una calle del distrito de Odabasi. 

Era la voz de Hulya Yilmaz, que junto a su bebé han sido trasladados a un hospital cercano para recibir tratamiento. No obstante, esta no es la única historia que da fuerzas a los integrantes de los equipos de rescate para seguir buscando. 

Una joven de 24 años ha sido rescatada después de pasar 27 horas entre los escombros de un edificio de siete plantas. Ocurrió en la provincia de Kahramanmaras. En esa misma región, un chico de 14 años fue encontrado con vida. "Tengo hambre" fue lo primero que dijo a los equipos de rescate, según informan los medios locales.

Desde la localidad turca de Malatya también llega otro caso similar. Un joven de 26 años y un niño de tan solo tres han sido hallado con vida, tras 22 angustiosas horas. 

"Los sacaremos con vida. Estamos aquí para eso"

Mientras siguen produciéndose anuncios de distintos países para enviar rescatistas y ayuda humanitaria a las zonas afectadas por los seísmos, no deja de aumentar la cifra de profesionales que se suman a las tareas. Este martes son unas 24.000 las personas que están participando y a las que se suman equipos llegados de docenas de países. La Unión Europea ha logrado conformar un operativo de 1.150 rescatistas y 70 perros especializados gracias al apoyo de 19 países europeos.

Lo cierto es que se están viviendo tanto escenas conmovedoras como de tensión y de dolor, marcadas por una cobertura en directo que retrata desde cada aluvión de aplausos al sacar a alguien del amasijo de hierro y hormigón a cada llanto al retirar cadáveres. Prueba de ello es la angustia que se vive en Hatay con casos como los de una familia de cuatro miembros que continúa atrapada, pero que ya ha conseguido establecer contacto con los rescatistas.

"Los sacaremos con vida. Estamos aquí para eso", pudo escucharse decir en directo a uno de los miembros de los equipos de recate, durante una retransmisión de CNNTürk.