Trump denuncia a la ciudad de Los Ángeles, a su alcaldesa y al gobierno municipal por sus leyes de inmigración
El presidente estadounidense define las normativas municipales como "santuario", y asegura que suponen una "discriminación" para las fuerzas de seguridad y agencias federales.
Demanda por aquí, arancel por allá, decreto más allá. A golpe de firma, de denuncias y de ordenanzas, Donald Trump continúa gobernando con puño de hierro -o eso cree-, tanto EEUU como el resto del mundo. Buena prueba de ello es la última denuncia interpuesta por el presidente de Estados Unidos.
Según ha informado el Departamento de Justicia del Gobierno de EEUU, este órgano ha interpuesto una demanda contra la ciudad de Los Ángeles, su alcaldesa, Karen Bass, y los miembros del gobierno municipal. ¿El motivo? Las leyes "santuario" en materia de inmigración que el líder republicano y comandante en jefe del país asegura que se aplican en Los Ángeles con el beneplácito de su gobierno.
De acuerdo con el comunicado emitido por el Departamento de Justicia del Gobierno, dichas leyes protegen a los inmigrantes e implican una "discriminación" y vulneración para las fuerzas de seguridad y agencias federales.
Así, el presidente ha dado su luz verde a emitir la denuncia, que se ha presentado ante el Tribunal Federal del Distrito Central de California. Defiende la medida alegando que EEUU "afronta una crisis de inmigración ilegal", y que uno de los motivos que le llevaron a la Casa Blanca fue combatir y acabar con el fenómeno migratorio.
En este sentido, se trata de la primera medida penal gubernamental contra una ciudad y contra todo el gobierno local de las definidas por el propio Trump como "Ciudades Santuario". Argumenta que las fuerzas del estado "están siendo obstaculizadas por las Ciudades Santuario, como la de Los Ángeles, que se niega a cooperar o compartir información con las autoridades federales de inmigración, incluso cuando se le requiere".
Basa su posicionamiento con datos. Y según los que maneja el presidente Trump, en el último mes, las agencias federales de inmigración han detenido a más de 1.600 inmigrantes en redadas, un dato que se plasma en el documento. Asimismo, señala como principal motivo la falta de cooperación de las fuerzas del orden angelinas con las autoridades federales desde el pasado 6 de junio, algo que según él, ha provocado "disturbios, saqueos y vandalismo".
"La situación era tan difícil que el Gobierno Federal desplegó a la Guardia Nacional de California y a los Marines de Estados Unidos para atajar el caos. La confrontación directa con las autoridades migratorias federales ha sido el resultado inevitable de la ley de Ciudad Santuario", afirma.
Por su parte, la fiscal general, Pam Bondi, ha señalado las leyes de protección de los inmigrantes como la de Los Ángeles, como "causa de origen de la violencia, el caos y los ataques contra las fuerzas de seguridad de las que los estadounidenses hemos sido testigos en Los Ángeles".
De momento no hay respuesta por parte de Karen Bass, la alcaldesa de Los Ángeles, aunque según fuentes cercanas, todo apunta a que varios cargos públicos de la ciudad se estarían planteando demandar a la Administración Trump bajo el amparo de que las agencias federales de inmigración violan los derechos constitucionales de su población.