Ucrania prepara los súper fusiles que acaban con drones en el aire mientras toda la estrategia de Rusia se tambalea
Según recoge 'Forbes' los proyectiles se fragmentan en cinco perdigones de propagación, siendo capaz de destruir estas aeronaves no tripuladas en hasta 50 metros.

Desde que comenzó la guerra en Ucrania hace ya más de tres años, los ejércitos de ambos bandos han ido adoptando distintas estrategias, que habitualmente han sido defensivas en el caso de Ucrania y ofensivas en el caso de Rusia, que ha optado por el uso intensivo de drones.
Ante esta situación, el bando liderado por Zelenski ha ido buscando diferentes formas de alcanzar y destruir estas aeronaves no tripuladas. Un ejemplo ha sido el desarrollo de un nuevo proyectil antidrones que se encuentra diseñado para utilizarse en fusiles estándar de la OTAN de 5,56 mm (como el M4).
Según explica 'Forbes', una de las cualidades de este proyectil, cualificado con los estándares de la OTAN, es que cuenta con la capacidad de fragmentarse en pleno vuelo en cinco perdigones de rápida propagación, siendo capaz de destruir drones a una distancia de hasta 50 metros. De hecho, tal y como recoge la publicación ucraniana 'Militarnyi', ya se emplean en el campo de batalla.
Brave1, la plataforma dedicada a la promoción y desarrollo de tecnologías avanzadas en el ámbito de la defensa ucraniana, afirma en un video publicado en 'X' que el objetivo es "que todos los soldados de infantería porten estos cartuchos con certificación de la OTAN, lo que les permitirá reaccionar rápidamente ante amenazas aéreas".
Además, otra de las ventajas con las que cuenta este proyectil es que permite a los soldados cambiar de forma rápida el cargador sin la necesidad de cambiar de arma, lo que es más eficaz y resulta más ágil. "Le da a cada soldado la capacidad de una escopeta sin la carga adicional", afirma el corresponsal de tecnología de 'Forbes', Vikram Mittal.
En el supuesto de que esta nueva estrategia ucraniana contra los drones rusos funcione, podría obligar al bando de Putin a optar por ofensivas de artillería o a realizar ataques directos (lo que se traduce en un número mayor de bajas sin el apoyo aéreo). "Estas municiones pueden romper el ciclo del gato y el ratón de la guerra electrónica y la evolución de los drones", señala el mismo autor.
