Un Orbán sin piedad arrebata a Ucrania su esperanza de entrar en la UE en breve
Los líderes europeos, salvo Hungría, piden a Rusia "voluntad política real" para poner fin a guerra. Lo han hecho en el último Consejo comunitario del curso político.

Los jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Europea (UE), con la excepción de Hungría, respaldaron este jueves un documento en el que se pide a Rusia que muestre "voluntad política real" para poner fin a la guerra de agresión contra Ucrania y para implicarse en las negociaciones de paz.
El texto lo aprobaron 26 líderes en la cumbre de la UE que se celebra en Bruselas, en la que el presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, intervino por videoconferencia y en la que se debatieron los últimos acontecimientos relacionados con Kiev.
"El Consejo Europeo condena firmemente el continuo bombardeo de civiles e infraestructuras civiles por parte de Rusia y pide un alto el fuego pleno, incondicional e inmediato. El Consejo Europeo da la bienvenida a la disposición de Ucrania a este respecto", se indica en el texto que no apoyó Budapest.
En el escrito se insta a Rusia a mostrar "voluntad política real para poner fin a su guerra de agresión, a aceptar dicho alto el fuego y a implicarse en negociaciones significativas". "La Unión Europea está preparada para incrementar la presión según sea necesario para tal fin, también con un nuevo paquete robusto de sanciones que incluya modos en los que los ingresos energéticos de Rusia puedan ser aún más restringidos", se indica.
El documento, además, reitera el apoyo de los mandatarios a una paz "integral, justa y duradera en Ucrania", y da la bienvenida a "todos los esfuerzos para lograr tal paz, incluidos los liderados por Estados Unidos". También se destaca la importancia de los intercambios de prisioneros de guerra y del retorno de los menores ucranianos secuestrados por Moscú.
Igualmente, se reafirma el apoyo de los líderes a la independencia, soberanía e integridad territorial de Ucrania en sus fronteras internacionalmente reconocidas, y se dice que la UE seguirá proporcionando apoyo político, financiero, económico, humanitario, militar y diplomático a Kiev.
Se insta a los Estados miembros a proporcionar a Ucrania sistemas de defensa aérea y antidrones y munición de gran calibre, y se cita la importancia de acelerar el trabajo para apoyar y desarrollar más la industria de la defensa ucraniana y para profundizar su cooperación e integración en la industria europea.
"Para que la paz dure, un acuerdo de paz integral tendrá que estar acompañado de garantías de seguridad robustas y creíbles para Ucrania para disuadir una futura agresión rusa. La Unión Europea y los Estados miembros están preparados para contribuir a garantías de seguridad, en particular apoyando la capacidad de Ucrania de disuadir agresiones y defenderse a sí misma efectivamente", se afirma.
Del mismo modo, se destaca el valor de las sanciones y se celebra la adopción del decimoséptimo paquete de la UE contra Rusia.
El documento pide más medidas contra la flota en la sombra de Rusia, que se utiliza para evitar las sanciones de los Veintisiete, y pide adoptar un nuevo paquete de sanciones. "De acuerdo con la legislación de la UE, los activos de Rusia deberían permanecer inmovilizados hasta que Rusia cese su guerra de agresión contra Ucrania y la compense por los daños causados por esta guerra", se menciona.
También se condena el apoyo de terceros países que permiten a Rusia seguir atacando Ucrania, y se menciona a Irán, Bielorrusia y Corea del Norte. "En 2025, la Unión Europea proporcionará a Ucrania 30.600 millones de euros, de los que 3.500 millones ya han sido desembolsados bajo el Mecanismo para Ucrania, y 7.000 millones bajo la iniciativa ERA del G7", constata el documento, que también reitera el apoyo al ingreso futuro de Ucrania en la UE.
El 'no' de Hungría
El primer ministro de Hungría, Viktor Orbán, aseguró a su llegada a la cumbre que un 95 % de los húngaros que participaron en una reciente votación consultiva rechazan la integración de Ucrania en la UE. "Hungría no apoya la integración (europea) de Ucrania", reiteró Orbán, pese a que en la consulta solo respondieron unas dos millones de personas de 9,6 millones de habitantes totales.
El ultra ya anunció marzo que celebraría una votación nacional sobre la adhesión de Ucrania a la UE como parte de su actual campaña para bloquear el proceso. Según el gobierno húngaro, los resultados publicados el jueves muestran que el 95% de los ciudadanos encuestados –aproximadamente el 29% del electorado elegible del país– se oponen a la adhesión de Ucrania a la UE. Sin embargo, de manera similar al referéndum antisanciones de 2023, la votación adoptó la forma de una consulta en lugar de un referéndum vinculante.
A lo largo de la campaña, el Gobierno de Orbán realizó un esfuerzo concertado para influir en la opinión pública, incluyendo el uso generalizado de carteles, cartas y volantes contra la adhesión de Ucrania. Orbán dijo a los periodistas en Bruselas en la cumbre de la UE que, basándose en estos resultados, planea seguir vetando la apertura de cualquier otro capítulo de negociación de la UE con Ucrania.
"El problema es la guerra. Si integráramos a Ucrania en la UE, integraríamos la guerra. No querríamos estar en la misma comunidad que un país en guerra", afirmó Orbán.
El primer ministro belga, Bart De Wever, lamentó que Zelenski no participara en la sesión oficial de la cumbre de la OTAN celebrada esta semana y que quedara relegado a reuniones en los márgenes. "Es realmente lamentable y hoy Europa debe mostrar que todavía estamos al 100 % tras Ucrania, los 26 países, 26 salvo Hungría, que no es favorable a Ucrania", expuso, en un tono muy diferente al del húngaro.
También constató que está "claro" que la posición favorable a Kiev es "más abierta en Europa que en Estados Unidos, desafortunadamente".
El presidente lituano, Gitanas Nausėda, reconoció, por su parte, no ser "muy optimista" sobre una resolución rápida del conflicto, y abogó por el decimoctavo paquete de sanciones. También pidió "objetivos políticos ambiciosos", como que Ucrania sea Estado miembro de la Unión Europea el 1 de enero de 2030.