Un superviviente de la bomba atómica alza la voz en plena amenaza nuclear: "Son las armas del diablo"
Jiro Hamasumi define lo ocurrido hace casi 80 años como el "infierno".

El momento que se vive en la actualidad a nivel mundial está provocando que las tensiones entre los principales países con fuerzas nucleares estén preocupando a gran parte de la población mundial, y a su vez, haya despertado los fantasmas del pasado en los que vivieron y experimentaron en primera persona los efectos de las bombas atómicas lanzadas por EEUU sobre Japón.
Uno de esos supervivientes es Jiro Hamasumi, representante del Premio Nobel de la Paz 2024, quien en una conferencia de la ONU, imploró no volver a traspasar los niveles que provocaron la catástrofe de 1945 en Hiroshima y Nagashaki, una situación que definió como "el infierno".
“Las bombas atómicas son 'las armas del diablo' que privan a las víctimas de su futuro y atormentan a sus familias”, aseguró Hamasumi durante la tercera reunión de los Estados del Tratado sobre la Prohibición de las Armas Nucleares, inaugurada este lunes 3 de marzo en la sede de la ONU.
Así, Hamasumi, que encarna el papel de secretario general adjunto de la Federación Japonesa de Organizaciones de Víctimas de las Bombas A y H (Nihon Hidankyo), relató su experiencia personal y cómo estuvo expuesto a la radiación del bombardeo de Hiroshima aún estando en el vientre de su madre.
En este sentido, aseguró que "los hibakusha -término utilizado en Japón para referirse a los supervivientes de la bomba atómica- nunca se sentirán seguros a menos que el número de armas nucleares se reduzca a cero”, afirmó. Además de añadir que la guerra no terminará hasta que las más de 12.100 armas nucleares que existen en el mundo, pasen a ser cero.
Entre la crudeza de sus testimonios, relata la traumática situación de algunos de sus familiares, como el caso de su padre, al que nunca pudo conocer, ya que el 6 de agosto de 1945, día en que la bomba cayó sobre la ciudad japonesa, salió y trabajar y "nunca regresó".
Por todos estos motivos, el nipón aseguró que el mundo no puede volver a permitir que nadie más experimente "el infierno" de los hibakusha. El problema de todo para él, radica en que de los 94 países y regiones que firmaron el tratado para prohibir el armamento y desarrollo nuclear, hay algunos como EEUU, Rusia, China, Francia o Gran Bretaña que se oponen a dicho tratado y no asisten de forma habitual a las reuniones. Otros como su propio país, Japón, tampoco asistió al último encuentro.
“Es extremadamente decepcionante que Japón haya decidido no participar en esta reunión ni siquiera como observador”, dijo Melissa Parke, directora ejecutiva de la Campaña Internacional para Abolir las Armas Nucleares, que recibió el Premio Nobel de la Paz 2017.
