Una grabación destapa un supuesto caso de canibalismo entre las tropas rusas
"Es otro signo grotesco del profundo colapso moral y psicológico del ejército ruso, una fuerza que ha perdido todo respeto básico por la vida humana, incluida la suya propia", dicen las autoridades ucranianas.

La agencia de inteligencia militar de Ucrania ha publicado detalles de un supuesto caso de canibalismo en las fuerzas rusas, invasoras de su país desde febrero de 2022. Para sacar a la luz el caso, las autoridades de Kiev se basan en una conversación interceptada entre soldados de la Federación, obtenida por la Dirección Principal de Inteligencia de Ucrania (HUR) el pasado 20 de junio y conocida ahora.
En la grabación, un oficial ruso relata cómo un soldado, previamente dado por desaparecido, fue en realidad asesinado y devorado por un compañero de la misma unidad, indica United 24, una plataforma mediática gubernamental.
"El canibalismo es otro signo grotesco del profundo colapso moral y psicológico del ejército ruso, una fuerza que ha perdido todo respeto básico por la vida humana, incluida la suya propia", declaró el servicio de inteligencia ucraniano.
La llamada interceptada revela un "espeluznante intercambio", como lo denomina el citado medio, entre miembros del batallón de reconocimiento separado de la 68ª División de Fusiles Motorizados, que opera cerca del frente de Kupiansk, en el este de Ucrania.
"No ha desaparecido nadie", se oye decir a un comandante. "Brelok le disparó y luego se lo comió durante dos semanas". El soldado fallecido, conocido como Foma, se daba por desaparecido hasta que salió a la luz esta "desgarradora revelación".
El oficial añade que el caníbal, conocido por el indicativo Brelok, fue encontrado muerto más tarde. "Dicen que sólo fue un KIA, pero se comió a su camarada. Algo en lo que pensar", añadió un oficial ruso.
Tanto Brelok como Foma servían en el 52º Batallón de Reconocimiento Separado de la 68ª División de Fusiles Motorizados, que actualmente opera en los alrededores de las aldeas de Zapadne y Lyman Pershyi, en el sector de Kupiansk.
Anteriormente, surgieron informes de que soldados rusos, bloqueados en la Planta de Áridos de Vovchansk, supuestamente comieron carne de perro callejero e incluso partes de sus compañeros caídos.