El mal supremo...

El mal supremo...

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"Cuando los hombres han querido imaginarse el infierno, el mal supremo, no se les ha ocurrido más que la tortura", explica el maestro Sánchez Ferlosio.

Este jueves, el mismo día que Amnistía Internacional ha presentado su informe anual denunciando miles de horrores sufridos y creados por seres humanos, activistas de la ONG Anima Naturalis protestaban contra la Iniciativa Legislativa Popular (ILP) que pretende declarar las corridas de toros un bien de interés cultural. Actualmente, según la ONG, la tauromaquia recibe unos 600 millones de euros en subvenciones españolas y europeas. Si esta ley fuera aprobada, la cifra aumentaría sustancialmente.

"Lo cierto es que nunca sabemos de quién proceden en origen las ideas y las convicciones que nos van conformando, las que calan en nosotros y adoptamos como una guía, las que retenemos sin propornérnoslo y hacemos nuestras". O eso escribe Javier Marías. Y por eso es negociable y cambiante ese ente tan abstracto y palpable que es la cultura. Y podríamos discutir qué es, qué era y qué será cultura; siempre será un tema relativo, fluctuante.

Pero ante el dolor y la sangre no todo es siempre relativo. O no debería.