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El poder de la escenografía en los mensajes de Navidad del rey: cambios, lo que siempre se mantiene y lo que hizo Juan Carlos I y Felipe VI nunca quiso

El poder de la escenografía en los mensajes de Navidad del rey: cambios, lo que siempre se mantiene y lo que hizo Juan Carlos I y Felipe VI nunca quiso

Del discurso de Nochebuena del rey siempre nos fijamos en lo que dice, pero también en lo que se muestra con el escenario y los gestos.

El rey Felipe VI en su mensaje de Navidad 2024 en el Salón de Columnas del Palacio Real
El rey Felipe VI en su mensaje de Navidad 2024 en el Salón de Columnas del Palacio Real.Shutterstock

Puede que la familia real española sea muy navideña, pero desde luego no se muestra en público. Mientras otras casas reales participan en actos relacionados con esta época del año, publican vídeos decorando el árbol o cocinando platos de estas fiestas, desde La Zarzuela no vemos nada especial en estas fechas salvo su clásica postal y algo muy concreto y relevante: el mensaje de Navidad del rey.

Cada 24 de diciembre a las 21:00 horas el monarca entra en casa de todos los españoles y españolas, o al menos de los que encienden la tele para verle y escucharle. Esta tradición heredada de Juan Carlos I es el discurso anual más importante del rey.

Dura unos 15 minutos y está aprobado por el Gobierno, por lo que todo lo que expresa Felipe VI ha sido revisado antes de la emisión. La grabación -porque el discurso no se emite en directo- suele tener lugar unos días antes del 24 de diciembre. Lo común es que sea lo más pegado a la actualidad, tratando de no hacerlo antes del 21 de diciembre.

  El rey Felipe VI, en su tradicional mensaje de NavidadEFE

Por supuesto lo que dice es importante, es fundamental, pero cómo lo dice y sobre todo cuál es la escenografía también es clave. Se esperan grandes cambios en el discurso de 2025, reflejo de la entrada de Rosa Lerchundi como directora de comunicación de Casa Real.

El más importante es que Felipe VI va a estar de pie, algo inédito en los discursos navideños de un rey de España, pero que ya lleva tiempo haciendo por ejemplo Guillermo Alejandro de Países Bajos. En 50 años de discursos navideños, lo más parecido fue en 2012 cuando Juan Carlos I estaba apoyado sobre la mesa de su entonces despacho. En su caso lo hizo para demostrar que estaba mejor después de su rotura de cadera en Botsuana.

Guillermo Alejandro de Holanda grabando de pie su mensaje de Navidad en el vestíbulo del Palacio Huis ten Bosch
  Guillermo Alejandro de Holanda grabando de pie su mensaje de Navidad en el vestíbulo del Palacio Huis ten BoschRVD - Robin de Puy

Pero hay más. Se ha apostado por un plano secuencia la mayor parte de la grabación, evitando así los cortes. Aquí hay una gran novedad, pero es cierto que en tiempos de Felipe VI los cambios de planos han sido menores y menos abruptos que cuando era el rey Juan Carlos el encargado de pronunciar el mensaje navideño.

Y para terminar, el escenario es el Palacio Real. Es la tercera vez que un mensaje de Nochebuena tiene lugar en la residencia oficial del rey de España. La primera fue en 2015, en el Salón del Trono, mientras que la segunda fue en 2024 en el Salón de Columnas, más adecuado y menos frío para el discurso. Esta noche descubriremos la estancia elegida para este de 2025.

La imagen familiar que desapareció al entrar en los 80

Lo habitual ha sido que los discursos sean en La Zarzuela al ser el lugar en el que vive el Rey. Juan Carlos I eligió hacerlo en casa y Felipe VI siguió sus pasos, salvo en las ocasiones anteriormente citadas. Lo que el hijo nunca imitó fue el modelo iniciado en los mensajes navideños de Juan Carlos entre 1975 y 1979, cuando aparecían en escena también la reina Sofía, Felipe y las infantas Elena y Cristina.

En esos primeros años de reinado se quiso potenciar la imagen de familia, por lo que se invitaba a la esposa y los hijos del rey. También se mostraban estancias privadas de La Zarzuela que se podían ver con la decoración navideña. Era del estilo a lo que hacen ahora las casas reales del norte de Europa, mucho más abiertas en ese sentido.

A partir de 1980 eso se acabó y se apostó por la aparición solo de Juan Carlos de Borbón, siempre sentado (salvo en 2012), trajeado, en una sala o despacho de La Zarzuela y casi siempre con decoración navideña.

La reina Letizia, la princesa Leonor y la infanta Sofía visitando a Felipe VI cuando grababa el discurso de navidad de 2027 en La Zarzuela
  La reina Letizia, la princesa Leonor y la infanta Sofía visitando a Felipe VI cuando grababa el discurso de navidad de 2027 en La Zarzuela.Handout

Lo más habitual es ver un árbol de Navidad no especialmente grande ni ostentoso, un belén y banderas de España, aunque con Felipe VI ha habido un poco de todo desde que pronunció su primer discurso navideño.

El rey siempre tuvo claro que la familia no iba a estar presente. Menciona a la reina y sus hijas, pero nunca están en el plano. Eso no quita para que a veces hayan presenciado la grabación, y para muestra el vídeo por el 50 cumpleaños de Felipe VI en enero de 2018, cuando se incluyó la ‘visita’ de Letizia, Leonor y Sofía al set montado en el salón de audiencias de La Zarzuela para el discurso navideño.

El primer mensaje navideño: como el salón de su casa

La ausencia familiar es lo único que ha permanecido en el tiempo, porque si repasamos lo visto en estos años, a Felipe VI le ha gustado innovar en la medida de sus posibilidades. En su primer discurso como rey, en 2014, quiso que fuera en La Zarzuela, pero en una sala más hogareña y menos institucional. ¿Decoración navideña? Una flor de Pascua, un pequeño belén y un abeto en el jardín que se veía detrás del rey.

¿Familia? Por supuesto. Retrato con su mujer y sus hijas en Mallorca, otro muy romántico con la reina y más lejos una imagen tomada en la abdicación de Juan Carlos I en la que aparece con sus padres. Es decir, toda la familia real presente. Bueno, y no faltó la bandera de España.

La fallida escenografía de 2015 en el Palacio Real

Si en el primer mensaje todo parecía muy cercano, en 2015 ocurrió todo lo contrario. De una salita en La Zarzuela en la que bien podrían reunirse los primos a hablar de sus cosas y tomar algo antes o después de un almuerzo familiar, a la opulencia del Salón del Trono del Palacio Real.

Un rey de España salía por primera vez de La Zarzuela para su mensaje navideño. De su casa real, a su casa oficial. ¿Funcionó? Más o menos. Hay quien critica la falta de pompa y boato de la monarquía española, y para ello nada mejor que un escenario tan opulento y hermoso. 

El problema fue que estar sentado en medio de tan espectacular sala quedaba frío e impersonal. Lo que sumaba por un lado, lo restaba por otro, y pasar de la cercanía a cierta frialdad no quedó bien. ¿Fotos de familia? Ninguna. Otro punto negativo.

Un (breve) paseo por La Zarzuela

En 2016 tocó innovar. Del Palacio Real a La Zarzuela otra vez, pero en esta ocasión se le dio un toque institucional al situar el mensaje en el despacho del rey. El toque más innovador fue que la cámara grabó desde la entrada de La Zarzuela hasta el despacho, enseñando un poco alguna estancia.

La flor de Pascua, un belén y fotos de familia completaron la escenografía. Las imágenes eran, por un lado, un posado de verano en Mallorca y, por otro, la foto de los reyes Felipe y Letizia, la princesa Leonor y la infanta Sofía y los reyes Juan Carlos y Sofía en el balcón del palacio real en el día de la proclamación de Felipe VI. Los eméritos no volverían a aparecer en fotos colocadas en el set de grabación del discurso.

Adiós a los reyes Juan Carlos y Sofía

Llegó la Navidad de 2017 y, como parecía que había que ofrecer algo novedoso, el lugar del rodaje fue la sala de audiencias. Decoración navideña sencilla, un busto de Carlos III, el Borbón favorito de Felipe VI, bandera española y europea y posado familiar en Mallorca, pero ni rastro de los reyes Juan Carlos y Sofía.

En 2018, con 50 años ya muy cumplidos, La Zarzuela fue escenario de nuevo del discurso de Navidad del monarca, aunque con salas más institucionales con las que se alejó de la idea del primer mensaje de su reinado.

Lo llamativo aquí fue que desaparecieron Letizia y la infanta Sofía. En su lugar, foto de padre e hija tomada el 31 de octubre de ese año, cuando se produjo la primera intervención pública de la princesa Leonor en el Instituto Cervantes cuando leyó el Artículo I de la Constitución Española en un acto por los 40 años de la Carta Magna.

Fotos sí, pero no posados familiares 

En 2019, sala de audiencias, más decoración navideña, donde destacaba el árbol, un ejemplar de la Constitución, por la que Felipe VI dice que siempre se guía, y algo más llamativo con el que hacía mención a sus cinco años como rey.

Se trató de una foto de los reyes y sus hijas junto a los 41 españoles condecorados con la Orden del Mérito Civil el día de su quinto aniversario de reinado. El rey les mencionó en su mensaje navideño, así que esa foto debía estar ahí.

2020, el año de la pandemia, no marcó cambios. Mismo Salón de Audiencias, decoración navideña al estilo del discurso anterior, el rey sentado, un ejemplar de la Carta Magna y las banderas de España y de la Unión Europea. 

En cuanto al retrato familiar, que fue la novedad, otra vez como en 2018 solo Felipe y Leonor. No era año de posados alegres, así que la foto elegida correspondió al homenaje a las víctimas de la pandemia que se había celebrado ese julio.

'Pequeños grandes' cambios

La escenografía sí arrojó cambios en 2021. Pudimos ver una sala contigua al salón de audiencias que ofreció sensación de mayor modernidad. La mesa de cristal, la lámpara moderna y dos obras de arte contemporáneo se unieron a la decoración navideña clásica y las banderas de España y la UE.

¿Más cambios? Despliegue de fotos. Posado familiar en Marivent, Leonor y Sofía con otros jóvenes en el Hayedo de Montejo y el rey en la ONU y el Parlamento Europeo. Familia, institucionalidad, presente y futuro

En 2022, lo más novedoso fue el adiós a lo familiar. El retrato colocado mostraba a los asistentes a la cena por la Cumbre de la OTAN de junio de ese año en España. Los reyes posaron junto a los mandatarios extranjeros en el Salón de Columnas del Palacio Real.

En 2023 hubo poca novedad salvo que regresaba una foto de familia que no podía ser más institucional, aunque hubiera quedado extraño que se hubiera elegido otra imagen teniendo en cuenta el relevante acontecimiento que habían vivido ese otoño.

Dos meses escasos antes había tenido lugar la jura de la Constitución de la princesa de Asturias, y la instantánea colocada en el portarretratos mostraba a los reyes y la infanta Sofía aplaudiendo orgullosos a Leonor en ese gran momento en el Congreso.

2024: la DANA y aprendizaje de los errores pasados

Y llegamos a 2024. ¿Novedades? Lo cierto es que sí. Después de tantos años en La Zarzuela ya tocaba cambio y para ello Felipe VI volvió a grabar en el Palacio Real, pero aprendiendo los errores del pasado.

En el décimo aniversario de su reinado parecía obligado, pero se eligió el Salón de Columnas, donde una década antes Juan Carlos I había firmado su abdicación. El escenario mostraba pompa y boato, pero sin ser tan frío.

Otra novedad fue la ausencia de fotos familiares en el plano, pero sí una tomada por Biel Aliño en la que se apreciaba a militares y voluntarios trabajando para limpiar las calles tras la catastrófica DANA que había golpeado Valencia y otros puntos de España dos meses antes. Felipe VI habló de la DANA, pero la escenografía también lo hizo. Los gestos, los escenarios y los detalles dicen a veces tanto como las palabras.

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Soy redactor de LIFE en El HuffPost España, esa sección siempre necesaria en la que mostramos otro lado de la vida más amable y los temas que quizás no lo son tanto, pero que deben estar en la agenda.

 

Sobre qué temas escribo

Me encargo de contarte todo sobre los royals, un mundo apasionante en el que hay mucho que explicar, descubrir y analizar. También sobre celebrities, viajes, gastronomía y temas de sociedad. No puedo olvidar mi pasión por la cultura en general y por los libros en particular. Por eso realizo de forma habitual entrevistas a autores, algunos de ellos muy conocidos y mediáticos y otros que no lo son tanto pero que también tienen mucho que contar y que ofrecer. Por supuesto no olvido las redes sociales. Siempre estoy pendiente sobre todo de los stories de Instagram para acercar el contenido del Huff. Y de vez en cuando me pongo delante de la cámara para hablar sobre qué está pasando en el mundo royal, porque ahí siempre ocurre algo que merece la pena contar.

 

Mi trayectoria

Nací en León, me crie en Oviedo y me trasladé a Madrid para estudiar periodismo. Desde niño tuve claro que lo mío era contar historias, que mi vocación y mi pasión era y es el periodismo. Formé parte del periódico de mi colegio, y a los 12 años escribí un pequeño libro que nunca ha visto la luz, así como otras historias detectivescas y cómicas, y tuve claro que nada me gustaba más que formar parte algún día de una redacción, así que cursé periodismo en la Universidad Carlos III de Madrid. En segundo de carrera debuté en el mundo profesional con unas prácticas en las que aprendí cómo funcionan los medios locales y una radio. Continué en ABC.es, Cuatro y CNN+, Europa Press y después llegó NOXVO, donde me contrataron para llevar desde su nacimiento un medio digital lifestyle llamado Bekia.

 

Durante mis 14 años en Bekia, me encargué de coordinar la web, escribir sobre realeza, hacer entrevistas a personas relevantes tanto nacionales como internacionales, algunas de ellas realizadas en Cuba, París, Berlín o Venecia, redactar temas de viajes y gastronomía y ponerme delante de la cámara no solo para las citadas entrevistas, sino para grabar vídeos sobre realeza en el programa Royals, con el que cosechamos un gran éxito en Youtube. Esa etapa finalizó en agosto de 2025, cuando me incorporé con muchas ganas e ilusión a la sección de LIFE del Huff Post, donde no solo he podido seguir realizando labores similares, sino que me ha permitido conocer otros ámbitos y crecer profesionalmente. Por cierto, coescribí una obra de teatro y no pierdo la esperanza de ponerme de una vez con la novela a la que tantas vueltas sigo dando.

 


 

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