El pueblo de Murcia con el nombre más siniestro: algunos bajarán hasta 'los infiernos'

España es tierra de paisajes variados, rica cultura y pueblos con nombres tan curiosos como originales. Desde localidades como Villaconejos en Madrid hasta Guarromán en Andalucía, estas denominaciones peculiares han despertado la curiosidad de viajeros y locales por igual. Siguiendo esta línea, en Murcia se esconde un municipio cuyo nombre parece invitar a bajar y descubrir el inframundo.

Se trata de Los Infiernos, un pueblo apartado de la huerta murciana que está formado por apenas treinta habitantes y cuyo nombre está cargado de misterio. Este rincón, conocido no solo por su peculiar toponimia, sino también por la serenidad de su vida rural, es un verdadero refugio donde se entrelazan pasado y presente. Su encanto reside en la combinación de antiguas leyendas, tradiciones locales y una apasionante dedicación a la agricultura

Lejos de ser un lugar tétrico, Los Infiernos es un paraje tranquilo, rodeado de huertas y popular por la amabilidad de sus pocos habitantes. En los últimos años, este pequeño núcleo poblacional ha ganado cierta popularidad entre los turistas más curiosos. Además, hace años fue nominado a pueblo con el nombre más inquietante de España en un particular concurso organizado por la compañía de seguros Generali. 

Un lugar peculiar

Este pueblo murciano se compone de casas rodeadas de exuberantes cultivos de los invernaderos. Aunque, sin lugar a duda, el lugar más fotografiado de Los Infiernos es el cartel que da la bienvenida al municipio. Son muchos los curiosos que se han acercado hasta este punto para inmortalizar el momento y subirlo a redes sociales con algún comentario ingenioso. Una iniciativa que ha conseguido sacar del anonimato a la localidad.

El origen de este nombre no está del todo claro, pero la tradición popular lo vincula a un suceso del siglo XIX en el que un vendedor ambulante fue rodeado y apedreado por varios niños del pueblo. Según cuenta la leyenda, el vendedor, aterrorizado, huyó del lugar y, al ser interrogado sobre su procedencia, respondió: "¡Vengo de los infiernos!".

Aunque si crees que el nombre de Los Infiernos es inquietante, debes saber que en las inmediaciones del pueblo se hayan dos pedanías con nombres igualmente tenebrosos y evocadores: El Limbo y el Purgatorio. Hay quienes se refieren a esta zona murciana como la “geografía del más allá”. Un atractivo turístico para los más curiosos que no pueden resistirse a explorar una región donde los nombres de sus localidades parecen sacados de un relato mítico.

Finalmente, a tan solo 8 kilómetros, podemos encontrar una de las referencias naturales más destacadas de la zona: el Cabezo Gordo. Una imponente mole rocosa de 312 metros de altura declarada Paisaje Protegido por su relevancia paisajística y biótica. En su interior se encuentra la Cueva del Agua y la Sima de las Palomas, dos lugares mágicos donde se han hallado restos fósiles de neandertales y diversas especies de murciélagos.