En el corazón de Portugal, entre las ciudades de Lisboa y Coimbra, se encuentra una playa fluvial que está conquistando tanto a residentes como a turistas por su belleza y su despliegue de naturaleza. 

Se trata de la playa fluvial Olhos de Água, situada en el nacimiento del río Alviela, concretamente en el municipio de Alcanena. Desde hace años, el ayuntamiento ha intentado cuidar la zona al máximo para que la zona de baño fuera perfectamente seguro y pudiera tener la categoría de playa fluvial. No solo lo han conseguido, sino que tiene el reconocimiento de Bandera azul. 

El nombre de Olhos de Água viene de una leyenda romántica que contaba que una princesa se había enamorado de un chico pobre, por lo que su padre no aceptaba el romance y quería que se casara con otro pretendiente de su estatus social. Ante esta situación, la leyenda cuenta que la princesa huyó hasta las cuevas cercanas al nacimiento del río Alviela. 

Se cuenta que una princesa morisca se enamoró de un muchacho pobre, pero su padre no aceptó el romance y quiso obligarla a casarse con otro pretendiente. La joven huyó de su casa y se refugió en cuevas cercanas al nacimiento del río Alviela. Su padre, el rey, pidió durante días a una bruja que intentara convencer a su hija, pero ella siempre se negaba.

Ante esas negativas, la leyenda dice que el rey castigó a su hija a vivir eternamente en las cuevas junto al río. Según los medios portugueses, dijo lo siguiente: “Tus lágrimas serán tantas y tan espesas que tus ojos se harán enormes y para siempre estas lágrimas regarán las tierras de Alviela y darán de beber a los animales y a las personas”.

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