El primer ministro jamaicano, Andrew Holness, declara el país como “zona catastrófica”. El fenómeno extremo ha dejado al memos siete muertos: tres en Jamaica, tres en Haití y uno en República Dominicana.
Esas naciones "ya enfrentan aranceles extremadamente altos" que "impiden cualquier comercio significativo con estos países", dicen funcionarios de EEUU.