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A la hora de elegir la estrategia de imagen corporativa de una empresa no sólo hay que tener en cuenta el mensaje que se quiere expresar, también hay que tener en cuenta cómo reacciona el ojo humano ante ciertos estímulos. Si su empresa busca representar una imagen de estabilidad y confianza, plantearse el azul como opción, es imprescindible.

El uso de colores en las marcas comerciales es algo habitual. Hace menos de un mes, el Tribunal Supremo tuvo que resolver un enfrentamiento de colores entre dos operadores de telefonía móvil: Orange y Jazztel llevaban peleando desde 2008 por el uso exclusivo del color naranja que ambos empleaban.

Según el aroma de una tienda se puede llegar a vender un 33% más, cuanto más placer provoque el tacto de un volante de un coche más se venderá, incluso si está pensando en vender su casa no hay nada mejor que el olor de una taza de café. Cuanto más se conozca sobre el cerebro, más fácil será manipularnos.

Existe una demanda creciente por parte de la sociedad y ciudadanía para que empresas, corporaciones, grandes marcas y sus directivos contribuyan más a nuestro bienestar. Se necesita. La crisis ha cambiado muchas cosas, entre ellas valores y prioridades.

Los responsables de los productos o servicios hemos banalizado nuestra misión de dar valor, y hemos inundado de irrelevancia las cestas de la compra. Sólo el 30% de las marcas más habituales serían de importancia. Es decir, el 70% podría desaparecer mañana y no pasaría absolutamente nada.

Las marcas, más allá de ser diferentes, deben marcar diferencias reales en las vidas de los consumidores y en la sociedad en general. En definitiva, contribuir a nuestro bienestar. De lo contrario, desaparecerán.