Antiviolencia propone sanciones a otras 53 personas por unas protestas en La Vuelta que recibieron la "admiración" de Sánchez
Plantea multas de hasta 5.000 euros por las movilizaciones durante las etapas en País Vasco, Asturias y Galicia.

El presidente del Gobierno mostró su "admiración a un pueblo como el español que se moviliza por causas justas, como la de Palestina". Así se expresó Pedro Sánchez con relación a las diferentes protestas a lo largo del Estado contra la participación de un equipo israelí en La Vuelta a España, el conjunto propiedad de Sylvan Adams, un amigo íntimo del primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu. Pero pese a la defensa de los manifestantes por parte del Ejecutivo, ahora la Comisión Estatal contra la Violencia, el Racismo, la Xenofobia y la Intolerancia en el Deporte ha propuesto sancionar a otras 53 personas "por invadir la calzada y enfrentarse a los agentes durante tres etapas", según ha informado este miércoles el Ministerio del Interior de Fernando Grande-Marlaska.
Según ha comunicado el departamento dirigido por Marlaska, "los expedientes corresponden a actuaciones desarrolladas por la Ertzaintza en el paso de la prueba por el País Vasco y de la Guardia Civil en Asturias y Pontevedra". En el primer caso, "la policía autonómica vasca instó a multar a 14 ciudadanos por incidentes en la etapa 11, a su paso por Bilbao", donde además detuvo a cuatro personas por "enfrentamientos con los agentes" y, en los restantes, "la Guardia Civil propuso sanción a 39 personas. De ellas, 12 fueron detenidas por intentar cortar la carretera y encadenarse a los quitamiedos en un tramo de la etapa 13". Las sanciones propuestas van desde los 1.500 hasta los 5.000 euros y la prohibición de acceder a recintos deportivos de 3 a 12 meses.
La undécima etapa de La Vuelta, con salida y meta en Bilbao, fue el primer tramo del circuito que se quedó sin ganador este año después de que la organización decidiera ponerle fin "por motivos de seguridad" y ante unas protestas que ya habían paralizado durante unos minutos la carrera a su paso por el Alto de Enekuri.
Aunque las movilizaciones contra la participación del equipo israelí en competiciones ciclistas tuvo lugar en otros países como Francia o Canadá, las protestas durante La Vuelta a España pusieron el foco sobre un equipo cuyo dueño, un multimillonario cercano a Netanyahu, reconoció utilizar para lavar la imagen de Israel en el mundo. Tras la finalización de la carrera española, los patrocinadores del conjunto Israel-Premier Tech obligaron a Sylvan Adams a cambiar de nombre, imagen y nacionalidad si quería contar con su apoyo durante la próxima temporada.
En España, hasta el presidente del Gobierno se mostró partidario de las protestas contra el equipo israelí. Durante un mitin en Málaga horas antes de la última etapa en Madrid, que tampoco pudo terminarse, Sánchez, vitoreado entre banderas palestinas, dijo: "España brilla como ejemplo y con orgullo. Da un paso al frente en la defensa de los derechos humanos. Nos ponemos de acuerdo en una causa justa, como son los derechos humanos. ¡Viva el pueblo español!"
Las palabras de Sánchez llevaron a la oposición, sobre todo al Partido Popular de Alberto Núñez Feijóo, a culpar al Gobierno de "alentar" unas protestas. "En lugar de ministros alentándolo, el Gobierno debería condenarlo, denunciarlo y evitarlo", aseguró Feijóo. La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, llegó a comparar las movilizaciones pacíficas en la capital con "Sarajevo en guerra".
