El arzobispo de Santiago pone la cara colorada a Feijóo al pedir que no se use a los migrantes como "arma política"

El arzobispo de Santiago ha pedido esta mañana "alzar la voz" en defensa de las personas migrantes y refugiadas. Lo ha dicho durante la Ofrenda al Apóstol y ante la atenta mirada del presidente del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo. Francisco José Prieto, el representante eclesiástico, ha asegurado además que es "inaceptable" utilizar a los migrantes "como arma política [...] cuando ya acumulan el dolor por el desarrarigo y el abuso de las mafias". "Han de ser acogidos desde la legalidad y la fraternidad", ha pedido para mostrar su "firme condena" contra la "violencia racista" y la "criminalización colectiva".

Las palabras del arzobispo de Santiago llegan después de las "cacerías" racistas a la población magrebí de Torre Pacheco, en Murcia. Tras los disturbios, desde partidos como Vox o el Partido Popular se pronunciaron discursos en los que se relacionaba la inmigración con la delincuencia. En una aproximación al mensaje de los de Santiago Abascal, Alberto Núñez Feijóo ha abierto la puerta incluso a la expulsión de inmigrantes regulares.

Hasta el propio Abascal ha ironizado sobre la cercanía cada vez mayor entre su discurso y el del Partido Popular. "El PP nos ha acusado de xenófobos y acaba diciendo lo mismo", dijo Abascal, quien lo consideró "una victoria".

En su discurso por el 25 de julio, el arzobispo de Santiago se ha acordado también de la "barbarie" en Gaza. Ha pedido poner fin "a esta dramática situación humanitaria", también al "sufrimiento del pueblo ucraniano en una guerra sin sentido". Ha dicho "alzar la voz" al mismo tiempo en defensa de "quien está sufriendo muy graves injusticias: víctimas de las guerras, mujeres esclavizadas en la trata y en la prostitución; la falta de vivienda y de un trabajo digno y seguro". "Encontraremos de nuevo esperanza cada vez que pongamos al ser humano en el centro y en el corazón de las instituciones", ha afirmado.

Además de Feijóo, en la misa estaban también, entre otros, el presidente del Parlamento gallego, Miguel Santalices, y el delegado del Gobierno en Galicia, Pedro Blanco. Antes, en la praza do Obradoiro de Santiago de Compostela, estuvo también la alcaldesa de Santiago, Goretti Sanmartín.

"Erradicar la corrupción"

Francisco José Prieto ha querido tocar todos los temas de actualidad. Además de condenar la criminalización racista de las personas migrantes y hablar de Gaza y Ucrania, ha pedido también a "los que ejercen responsabilidades políticas" que "dediquen sus mejores esfuerzos a las exigencias del bien común", pidiendo para ello "erradicar cualquier forma de corrupción".

Para el arzobispo, la existencia de corrupción supone "una herida al corazón de la justicia y un pecado que afecta a la dignidad humana", ya que "destruye e instrumentaliza a las personas para fines egoístas y erosiona la confianza en las instituciones y en la sociedad en general, creando un ambente de desconfianza y cinismo".