Sánchez en la Casa Blanca: las claves de su visita a Biden en pleno arranque de la campaña electoral

Sánchez en la Casa Blanca: las claves de su visita a Biden en pleno arranque de la campaña electoral

Los presidentes pretenden fortalecer la relación entre España y EEUU y avanzar en su agenda común, de Ucrania a Palomares, de la inmigración al espacio y al clima. 

Joe Biden saluda a Pedro Sánchez el 28 de junio de 2022, cuando el norteamericano visitó Moncloa en el marcho de la Cumbre de la OTAN de Madrid.Europa Press / E. Parra. POOL via Getty Images

Era una visita esperada, ansiada, buscada desde La Moncloa. Y ya es una realidad: el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, ha volado este jueves a Washington para acudir a la Casa Blanca, invitado por su homólogo estadounidense, Joe Biden, para un encuentro que busca fortalecer las relaciones bilaterales, avanzar en acuerdos puntuales, ahondar en una mirada común sobre los retos internacionales y sincronizar agendas. 

Ha costado encontrar el hueco, pero la coyuntura lo hacía conveniente ahora: porque hay asuntos pendientes de resolver entre EEUU y España, porque Washington apremia con determinados servicios que necesita de Madrid, porque nuestro país asume este verano la presidencia temporal del Consejo europeo y porque Sánchez viene de una ronda con líderes mundiales que lo ha puesto en primera plana en asuntos de relevancia, como la guerra de Ucrania. Lo que pasa es que ha ido a coincidir con el inicio de la campaña electoral del 28-M, para los comicios municipales y autonómicos, y hace más contraste la ausencia del presidente. 

Como primera cita de su viaje, Sánchez intervendrá esta misma madrugada en el acto de entrega de la Gran Cruz de la Orden de Isabel la Católica a Nancy Pelosi, expresidenta de la Cámara de Representantes de EEUU, en la Residencia del embajador de España en Washington. Un mérito concedido a la demócrata por "romper los techos de cristal" al ser la primera mujer en dicho cargo. Será el viernes cuando se vea con Biden en el Despacho Oval -una foto que vale millones en el contexto internacional- y comparezca después en el Ala Oeste. La visita incluye, además, una cita del socialista con el Consejo Editorial del diario The Washington Post

La agenda

Mucho y variado será lo que tengan sobre la mesa Biden y Sánchez. Hay varias cuestiones puramente bilaterales, como el esperado acuerdo para que EEUU se lleve las tierras contaminadas con plutonio por el accidente nuclear de Palomares (Almería) en 1966. Entonces, dos aviones estadounidenses que colisionaron sobre esta pedanía y uno de ellos dejó caer en a zona cuatro bombas termonucleares. Los restos han sido sólo parcialmente retirados, ahora se abordaría la limpieza definitiva. 

"Las negociaciones para llevar a cabo esfuerzos adicionales de limpieza se reanudarán pronto", confirmó el miércoles el secretario de Estado norteamericano, Antony Blinken, en su encuentro preparatorio de la cita con su colega español, José Manuel Albares. Hay cuestiones técnicas que resolver antes de acordar fases para el traslado pero, como diría José María Aznar, están trabajando en ello. El compromiso de Washington de llevarse todo de Palomares data de 2015. 

En total, se trata de 50.000 metros cúbicos de tierras contaminadas con medio kilo de plutonio y que hacen que el estigma radiactivo perdure en Cuevas de Almanzora, el municipio almeriense al que pertenece Palomares.

En lo doméstico, también se hablará del acuerdo firmado esta semana para oficializar el aumento de buques destructores en la base naval conjunta de Rota (Cádiz). En junio de 2022, cuando Biden estuvo en Madrid en el contexto de la Cumbre de la OTAN, acordó con Sánchez un aumento de cuatro a seis en el número de estas naves presentes en la base compartida, y que son los únicos que Washington tiene de forma permanente en un puerto europeo. De ahí su importancia y valor.

El pasado 25 de abril, el Consejo de Ministros también autorizó la compra de ocho helicópteros estadounidenses MH-60R, por un precio de 820,5 millones de euros. Los actuales serán retirados en 2025 por obsoletos y urgía comprar nuevos, sostiene Defensa. No está previsto, dice Moncloa, que haya nuevos acuerdos sobre armamento en el encuentro de este viernes. 

También compete directamente a España el plan migratorio de EEUU, cuyos detalles no han trascendido aún pero que toca afinar justo en esta cita. Hace dos semanas se supo que el Gobierno colaborará con la Administración Biden para identificar de entre los migrantes de América Central y del Sur que buscan llegar al país norteamericano a aquellos que puedan ser elegibles para alguna de las vías de migración regular hacia España, como la protección internacional o los permisos de trabajo y de residencia. 

Es una vía de escape que Washington ha ideado, en la que incluye a contrapartes como Canadá o México, ahora que se espera una llegada aún más masiva de migrantes desde America del Sur y Central por el fin del llamado Título 42, las devoluciones en caliente instauradas por Donald Trump. Hasta ahora a estas personas se las echaba sin darles oportunidad de solicitar asilo y con el argumento de que era necesario aislar al país por el coronavirus.

Según ha informado el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, EEUU establecerá centros regionales -gestionados con el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) y la Organización Internacional para las Migraciones (OIM)- en países como Colombia y Guatemala para que, a través de ellos, se impulse esa "migración regular, ordenada y segura".

Moncloa ha informado en las horas previas al viaje que se espera además que Biden plantee a Sánchez el impulso de una nueva "alianza" de cara a la Cumbre del Clima próxima, la COP28, que tendrá lugar en Dubai a finales de noviembre. La emergencia climática es un punto de encuentro entre Madrid y Washington, una apuesta en la que se entienden, y la idea es crear sinergias para dar pasos concretos en ese encuentro, especialmente en temas que duelen a España como la sequía. Sánchez se ha montado en el avión tras aprobar nuevas medidas de ayuda, precisamente, en el Consejo de Ministros.

Igualmente, se espera un anuncio "importante" del que no han trascendido detalles sobre la nueva Agencia Espacial Española, con sede en Sevilla y llamada a "unificar todas las políticas espaciales de nuestro país y coordinar de manera efectiva todos los servicios y actividades en el sector para garantizar la acción estratégica del Gobierno de España en el ámbito del espacio", en palabras de la ministra de Ciencia e Innovación, Diana Morant.

La cabeza en Kiev

Biden y Sánchez hablarán de retos internacionales, como esa presidencia rotatoria española en el segundo semestre del año, en la que se avanzará en las relaciones con América Latina o el fortalecimiento del mercado europeo, materias en las que Washington tiene interés y, también, necesidad de tener los ojos abiertos. Que una cosa es ser socios y aliados y, otra, no pelear a veces por los mismos bocados, como se ha visto con las leyes proteccionistas de EEUU que se han entendido como poco leales. 

Las dos partes, dice Exteriores, apuestan pese a todo por el "fortalecimiento" de los lazos entre Washington y Bruselas. Especialmente importante será para ello la cumbre UE-América Latina y Caribe de julio.

Pero si hay un asunto troncal en las agendas mundiales ese es, sin duda, Ucrania. España y EEUU son socios en la OTAN y comparten la misma visión sobre el conflicto: hay que seguir arrimando el hombro con Kiev, "hasta que sea necesario", en lo económico y lo militar, y hay que buscar una paz "justa y duradera", no un apaño, y partiendo de la base de que hay un ocupado y un ocupante. Son mensajes repetidos por ambos mandatarios en los encuentros que han mantenido hasta ahora, cuando se vieron en junio en Madrid por la OTAN y cuando se encontraron en Bali, en noviembre, en el marco de la cumbre del G-20, cuando Sánchez y Biden protagonizaron una foto con otros líderes mundiales que atrajo las miradas de todo el mundo. 

El asunto de las hipotéticas negociaciones tiene ahora especial relevancia, ya que se han manifestado distintas propuestas de mediación, hojas de ruta o planes de paz para sentar en la misma mesa a rusos y ucranianos. Son ideas partidas de China y Brasil, con cuyos mandatarios se ha entrevistado en el último mes Sánchez. A Xi Jinping lo vio en Pekín, donde fue invitado por el 50º aniversario de las relaciones diplomáticas entre las dos naciones, y a Lula da Silva, en Madrid, en su última visita oficial. Por eso, el español podrá discutir con Biden las sensaciones, lecturas y posibilidades de ambos encuentros. 

A raíz de la crisis ucraniana, España está haciendo los deberes en materia defensiva siguiendo las exigencias de EEUU, que llevaba años reclamando a los socios atlantistas que dedicasen el 2% de su PIB a Defensa. En marzo, el cuartel general de la Alianza desveló que nuestro país es el segundo de la organización que menos porcentaje de sus cuentas aporta a la materia, aunque Sánchez ha prometido cambiar las cosas. Una decisión que causa no poco escozor a su socio de Gobierno, Unidas Podemos. 

Hasta el momento, España ha trazado un plan para llegar a ese 2%, ha contribuido en el despliegue reforzado de la OTAN en el este de Europa, ha hecho comprometido material para Ucrania como los tanques Leopard y ha formado a soldados del país invadido. "España ha sido inquebrantable en el apoyo a la soberanía e integridad territorial de Ucrania", valoro anoche en rueda de prensa el secretario Blinken. "Lo ha dejado muy claro no solo a través de lo que dice, sino también a través de lo que hace", afirmó el jefe de la diplomacia estadounidense, que aplaudió la "generosidad" de Madrid y su "apoyo humanitario remarcable" en la asistencia a refugiados, además. 

También hay sintonía en un tema que no se tocará, pese a su enorme importancia: el Sahara Occidental. No es espera que se hable de un tema tan espinoso, pese a que España aún es administradora teórica del territorio, pese al deterioro de la situación en la zona por el choque entre Argelia y Marruecos. Con Trump al mando, EEUU reconoció la soberanía marroquí sobre este territorio y Sánchez hizo lo propio en 2022. Literalmente, los dos países usaron los mismos argumentos, palabra a palabra: el plan de Rabat es "la base más seria, creíble y realista para la resolución de esta disputa". Nada más que decir. 

"Excelentes" relaciones

Desde España destacan que la invitación a la Casa Blanca llega en un momento de relaciones "excelentes", "intensas". Es la primera visita que un socialista hará a un presidente de EEUU, tras la que José Luis Rodríguez Zapatero en 2009, cuando Barack Obama era presidente y el propio Biden, su número dos. Mariano Rajoy (PP) acudió dos veces a Washington en sus siete años de mandato, con Obama y con Trump. 

Moncloa enfatiza que el viaje va mucho más allá de la proyección internacional creciente del presidente -esa que lleva a especular sobre su futuro en Bruselas o Nueva York-, y que además tendrá el refuerzo de la foto con Biden en plena campaña electoral. Insisten en que hay cercanía con EEUU, hay unidad de acción en materias esenciales y apuestas incluso ideológicas, "progresistas", como el empeño de Biden en mejorar el empleo, subir los salarios, levantar infraestructuras esenciales y reindustrializar su nación. 

También se leen de la misma manera los retos de la democracia, con asaltos como el del Capitolio de EEUU o las instituciones de Brasil, la ultraderecha, el negacionismo o la desinformación, extremos sobre los que también reflexionarán los dos mandatarios en la entrevista. 

Una visión política que se sustenta sobre años y años de relaciones bien engrasadas, desde el nacimiento mismo del país y 300 años antes, con las comunidades autóctonas y nativas, como resalta el Ministerio de Exteriores en su ficha de país de EEUU. En lo económico, "salvo con el bache de 2020 provocado por la situación sanitaria mundial", las relaciones siguen "reforzándose" en los últimos años, tanto en el flujo de comercio de mercancías como en el de servicios y en las inversiones directas. 

EEUU es hoy el primer destino y origen de la inversión directa exterior española acumulada. Concentra la emisión del 27,7% de los flujos de inversión recibidos en nuestro país el año pasado. La cuota de España en 2020 del mercado estadounidense es del 0,7%, ocupando el puesto 22 como su proveedor, y el puesto 19 como su cliente (0,9% de sus exportaciones totales).

Exteriores destaca también el nuevo papel de la energía en las relaciones entre los dos países, visto el desacople con Rusia: "el reajuste en el origen del suministro energético en España, ha provocado un fuerte aumento de las importaciones desde EEUU principalmente de gas natural licuado; el 47,2% de las importaciones desde EEUU son hidrocarburos, con un crecimiento del 217%", afina. 

Motivos hay, pues, para llevarse bien.