Trabaja para Amazon en periodo vacacional bajo gran presión: "Nos vigila un aparato para ir al baño"
Una empleada italiana relata la rapidez con la que deben trabajar y los riesgos que asegura que corren.

En épocas de vacaciones los pedidos de regalos y paquetes a través de empresas de mensajería rápida, como es el caso de Amazon, se multiplican. A última hora, a todos les toca correr más de la cuenta, incluido a los empleados que son contratados como refuerzo para esas semanas vacaciones.
Una de estas trabajadoras relata que la vigilancia es constante, que hay pocos o ningún descanso y que, dado el volumen de paquetes y la rapidez con las que se les pide que trabajen, les resulta muy difícil respetar las normas de seguridad establecidas. Lo ha contado Francesca (nombre ficticio para mantener el anonimato) al medio italiano Leggo. Ella trabaja en uno de los almacenes italianos de esta multinacional americana. "Los empleados están bajo presión durante un período muy largo, desde el comienzo del Black Friday, a finales de noviembre, hasta mediados de enero, cuando continúan los pedidos recién llegados de Navidad", explica a Leggo.
Hay muchos aspectos que hacen que este período sea extremadamente estresante. "Cada empleado", explica Francesca, "tiene un dispositivo que se entrega por la mañana, nos registramos y todo lo que hacemos durante nuestro turno es seguido a través de esta PDA". Todo seguido, monitorizado, para recordar al empleado que no hay momento que perder. "También porque lo que haces (o no haces) repercute en el ranking elaborado en tiempo real a través de un algoritmo que procesa los datos recogidos y permite alinear a los trabajadores, desde los mejores, los más rápidos, hasta los peores. el más lento", asegura.
¿Pero hay al menos tiempo para ir al baño?, se preguntarán muchos. "Bueno, no siempre", responde esta empleada. "Cuando salgo con los conductores, donde comprobamos si las furgonetas están aseguradas, cargamos pedidos y realizamos otras tareas, es imposible ir al baño o parar, y este trámite dura entre dos y tres horas. Mientras que cuando estés dentro del almacén puedes ir al baño, pero primero tienes que avisarles, porque siempre debe haber alguien listo para reemplazarte. No hay un momento que perder", expica.
En lo que llaman "la estación" (que es el almacén), prosigue relatando Francesca, no está permitido correr ni caminar rápido, por motivos de seguridad. "Pero en cualquier caso intentan hacernos entender que cuanto más rápido vayas mejor: no dicen que haya que correr, hablan de llevar un 'ritmo amazónico', es decir, caminar lo suficientemente rápido para reducir el tiempo. Pero con estas cargas pesadas, el gran esfuerzo físico y los espacios estrechos, existe incluso riesgo de que nos lesionemos", asegura.