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Una inquilina se harta de reclamar problemas al mayor casero de Europa y le pasa una factura de 500.000 euros: "Me han robado 30 horas de trabajo por semana durante 10 años"

Una inquilina se harta de reclamar problemas al mayor casero de Europa y le pasa una factura de 500.000 euros: "Me han robado 30 horas de trabajo por semana durante 10 años"

Leila von der Spree, que usa pseudónimo, lleva diez años sufriendo innumerables problemas con el alquiler y quiere que le compensen por ello, en una lucha de David contra Goliat. 

Una mujer revisa una pared de su casa en la que se puede apreciar una grieta de un tamaño considerable
Una mujer revisa una grieta en la pared de su viviendaGetty Images

Se podría titular "Aquí hay quien viva" pero es real. De hecho, los problemas entre caseros e inquilinos están a la orden del día en España y en cualquier país, como en este caso en Alemania, el de una inquilina que se hace llamar como pseudónimo Leila von der Spree, que ha estado durante diez años luchando por sus derechos con su apartamento alquilado por Vonovia y finalmente le dieron la razón; resultado: ese tiempo se tiene pagar, y vaya si se pagará, ya que la inmobiliaria tendrá que abonarle nada menos que 500.000 euros. ¿Qué irregularidades y penurias ha tendido que aguantar Leila para que le compensen con tamaña cantidad?

Reclamaciones contra subidas ilegales de la renta

Durante esos años ha tenido que lidiar con tantos problemas de alquiler, además de su trabajo, que en una carta abierta ha acabado acusando a la gerencia de Vonovia de un "trabajo constante forzado y de autodefensa", exigiendo 500.000 euros en honorarios como compensación por el tiempo que dedicó a luchar contra aumentos ilegales de alquiler y otros atropellos similares. 

En declaraciones al diario berlinés Taz, la inquilina relata que solo tres meses después de mudarse tuvo que enviar sus primeros correos electrónicos de queja. "Eran sobre sistemas de calefacción deteriorados. Desde entonces, ha habido innumerables problemas, como moho, plagas, descuido en el patio, certificados de eficiencia energética incorrectos y aumentos de alquiler", explica. 

"Luego hay que revisar y recalcular la absurda factura de los servicios públicos porque casi siempre está mal. Es una cantidad increíble de trabajo, y se le dedican muchas horas", añade.

IA para saber cuánto dinero reclamar

A Leila se le ocurrió echar mano de la IA para calcular lo que valían sus sufrimientos, gastos y pérdidas de tiempo y salud por tanto problema inmobiliario. "Solo en los últimos dos años, a veces superó las 30 horas semanales", asegura. 

Luego calculó el resultado con una tarifa por hora de 100 euros y así llegó a ese dineral. Pero su lucha no se queda ahí y va con todo: "al mismo tiempo, estoy contratando a un abogado para que examine si hay alguna manera de facturar las horas de trabajo y los problemas de salud que sufrimos debido a esta tensión constante", añade.

No es un único caso: el 'modus operandi' Vonovia

Parece un caso extraño y excepcional, pero no lo es. Lo llaman 'sistema Vonovia', en referencia a la empresa, un grupo inmobiliario alemán que posee la mayor cartera residencial privada de Europa, con más de 400.000 inmuebles en Alemania, Suecia y Austria. Lo que hacen, en pocas palabras, puede llamarse cumplimiento frío y mínimo. La inquilina luchadora explica que el cumplimiento es, en esencia, el código de conducta de una empresa. 

"En este caso, significa: Vonovia hace lo mínimo posible por sus inquilinos, pero defrauda cada vez más. Y no hay medios políticos ni legales para combatirlo, ya que operan al margen de la ley y, si es necesario, ceden. Para defendernos, tenemos que cubrir puestos prácticamente sin remuneración, mientras que Vonovia emplea a un ejército de abogados con salarios muy altos", explica. Otro David contra Goliat.

Leila tiene claro el espíritu de lucha y el no rendirse: "Si no hubiéramos hecho nada, nuestros alquileres serían el doble, nuestros apartamentos estarían en ruinas y, como tantos otros, hace tiempo que nos habrían expulsado de nuestras casas y de nuestro barrio", lamenta. 

Si tuviera delante a los responsables, en este caso, al director ejecutivo saliente de Vonovia, Rolf Buch, y al director ejecutivo entrante, Luka Mucic, les diría que "la vida es algo más que ganancias", aunque "quizás sea un poco ingenuo".