Santiago de Compostela desaparecerá en 37 años, según la IA

Santiago de Compostela desaparecerá en 37 años, según la IA

Un pronóstico irreal de ChatGPT.

Vista de la Catedral de Santiago de Compostela y la Plaza del Obradoiro.Luis Cagiao

Nada de lo que van a leer a partir de ahora se corresponde con la realidad. No hay estudios o datos científicos que apoyen esta teoría y, aunque es importante recordar que el siguiente relato es puramente imaginario, sí que puede servir como reflexión para abordar los desafíos medioambientales y sociales que afrontan muchas de las ciudades en España. 

El diario digital Quincemil, dependiente del periódico El Español, ha preguntado a ChatGPT qué tendría que pasar en la vida real para que Santiago de Compostela, capital de Galicia, desapareciese de la superficie terrestre. La inteligencia artificial más popular les ha devuelto un relato ficticio en el que la histórica ciudad de peregrinación cristiana, Patrimonio de la Humanidad por la Unesco desde 1985, sucumbe ante problemas climáticos y sociales dentro de 37 años. Es decir, Santiago desaparecería en 2060.

Según el cuento de la IA, en el año 2050 las cosas en Santiago de Compostela ya estaban más tensas que las cuerdas de un violín. El cambio climático estaba jugando al escondite, y Compostela estaba en el punto de mira, con sequías que harían sudar a un camello y el mar subiendo de nivel hasta tal punto, que la población de la costa de Galicia se había trasladado a la capital en busca de un lugar más seguro. 

¿Resultado? Las peleas por conseguir agua y comida se convierten en una actividad habitual en Santiago Compostela. Además de los problemas para beber y alimentarse, las infraestructuras de la capital también se fueron al garete y, lo que antes era el corazón cultural de Galicia, parecía más bien un episodio de The Walking Dead. Una situación que ni gobernantes ni los superhéroes de Marvel podrían haber salvado. 

Total, que para el 2060, Santiago de Compostela estaba más vacía que una playa en enero. Desalojada, abandonada, como cuando se acaba la fiesta y la gente se va sin decir adiós. Ahora, que nadie se tire de los pelos, porque todo esto es un cuento chino.