Al menos 16 muertos en un atentado suicida en una estación de tren en Rusia

Al menos 16 muertos en un atentado suicida en una estación de tren en Rusia

Un atentado cometido por una terrorista suicida se cobró este domingo la vida de 16 personas en una estación de tren de la ciudad rusa de Volgogrado y lanzó una seria advertencia al Kremlin con vistas a los Juegos Olímpicos de Invierno de Sochi.

Además, resultaron heridas más de treinta personas, nueve de ellas de gravedad, que hacían cola en la puerta del edificio de la estación de la antigua Stalingrado, por lo que no se descarta que el número de víctimas mortales aumente en las próximas horas.

La Policía rusa ha identificado a la miliciana Oksana Aslanova, perteneciente a un grupo armado de la república rusa de Daguestán, como autora del atentado. Aslanova formaba parte del grupo llamado "Viudas Negras", esposas de líderes milicianos del Cáucaso Norte fallecidos en enfrentamientos con las fuerzas de seguridad.

La explosión tuvo lugar en torno a las 12.45 hora local (08.45 GMT) cuando la terrorista se vio obligada a pasar por el detector de metales instalado a la entrada de la estación Volgogrado-1.

"Al ver a agentes de la policía frente al detector de metales, la terrorista suicida detonó el explosivo sin llegar a entrar en el edificio de la estación", dijo Vladímir Markin, portavoz del Comité de Instrucción (CI) de Rusia, citado por las agencias locales.

Según el CI, el equipo de seguridad instalado desde el atentado suicida contra el aeropuerto moscovita de Domodédovo en enero de 2011 impidió que la terrorista llegara a la sala central, lo que evitó que el número de muertos fuera aún mayor.

"Como resultado de la reacción de los policías que sospecharon de una mujer en la entrada de la estación de Volgogrado y de que uno de ellos se acercó a la supuesta suicida, ésta detonó el explosivo, lo que permitió salvar muchas vidas", añadió un portavoz del Ministerio del Interior.

De hecho, uno de los policías que vigilaba que todos los viajeros pasaran por el detector murió como resultado de la explosión y otros seis agentes resultaron heridos.

El artefacto explosivo tenía una potencia equivalente a 10 kilos de trilita, por lo que, según las fuerzas de seguridad, si la terrorista hubiera accedido a la estación podría haber causado una auténtica carnicería.

GRAN NÚMERO DE VIAJEROS

En esos momentos, la estación, que se encuentra situada frente a la histórica plaza donde tuvieron lugar algunos de los más sangrientos combates de la Segunda Guerra Mundial, acogía un gran número de viajeros, debido al retraso de tres trenes y a las próximas fiestas de Año Nuevo.

El presidente ruso, Vladímir Putin, partidario de la mano dura con los terroristas, ordenó el envío de aviones para el traslado urgente de los heridos más graves a hospitales de Moscú.

Tras unos momentos de confusión, tanto el CI como el Comité Nacional Antiterrorista no dudaron en calificar lo ocurrido de atentado suicida.

El uso de terroristas suicidas, muchas de ellas conocidas como "viudas negras", al tratarse de esposas o novias de guerrilleros abatidos por la policía federal, se ha convertido en los últimos años en la tarjeta de visita de la guerrilla islamista.

OTRO ATENTADO EN OCTUBRE

De hecho, Volgogrado, fue escenario el pasado 21 de octubre del atentado más grave ocurrido en Rusia en dos años y medio, cuando una terrorista suicida oriunda del Cáucaso mató a seis personas en un autobús.

Las fuerzas de seguridad de la república norcaucásica de Daguestán, principal nido de terroristas desde la pacificación de la vecina Chechenia, ya han comenzado a comprobar quién abandonó su territorio en los últimos días.

Las autoridades rusas temían un aumento de la actividad terrorista y guerrillera según se aproxima la inauguración el 7 de febrero próximo de los Juegos Olímpicos de Invierno de Sochi (mar Negro).

Hace unos meses el líder de la guerrilla caucasiana, el chechén Doku Umárov, amenazó con abortar los Juegos blancos, que tachó de "bailes satánicos sobre los huesos de nuestros antepasados".

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Soy subdirector en El HuffPost España. Junto a todo el equipo, trato de que el medio conserve la esencia que le caracteriza desde su fundación: escuchar a la gente, no importa desde donde nos lea, apostando siempre por nuevos formatos y por el contenido que demanda la calle, tratado siempre con la máxima rigurosidad.

 

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Me centro en virales, cultura digital y tendencias sociales, con especial atención a cómo ciertos fenómenos aparentemente ligeros abren la puerta a debates más profundos. Por ejemplo, el reportaje con el que se dio a conocer Alfredo Corell: “La charla de un profesor de universidad que puso en pie a todo un auditorio”. En aquella época, Corell era un desconocido para el gran público, pero a partir de ese artículo, que tuvo cientos de miles de lectores, su popularidad fue creciendo hasta convertirse en uno de los científicos más respetados de España, con galardones como el I Premio CSIC-Fundación BBVA de Comunicación Científica.

 

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Nací en Valladolid, estudié Periodismo en la Universidad de esa misma ciudad y fui becario en 'El Día de Valladolid'. Luego dejé mi tierra para cursar el Máster de Periodismo de la Universidad Autónoma de Madrid y trabajé un año en 'El País' antes de entrar a formar parte en 2012 del equipo de 'El HuffPost España'. Aquí he sido redactor de hard news, responsable de fin de semana, jefe de la sección de virales y, ahora, subdirector. Entre medias, durante un año fui jefe de redes sociales y multidistribución de contenidos en 'Los40'.

 

Una de mis aficiones es escribir ficción y he sido finalista en dos concursos literarios: el I Concurso de Microrrelatos 5’ y el Premio Internacional de Microtextos Garzón Céspedes.

 


 

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