Boko Haram ha secuestrado a más de 2.000 mujeres y niñas desde enero de 2014

Boko Haram ha secuestrado a más de 2.000 mujeres y niñas desde enero de 2014

EFE

Al menos 2.000 mujeres y niñas han sido secuestradas por Boko Haram desde principios de 2014, según Amnistía Internacional, cuando se cumple un año del secuestro de más de 200 adolescentes de la escuela de Chibok.

En un informe titulado Nuestro trabajo es disparar, masacrar y matar: el reinado de terror de Boko Haram, la ONG documenta los crímenes de guerra y contra la humanidad cometidos por el grupo yihadista nigeriano desde 2014, incluida la muerte de al menos 5.500 civiles.

Hombres y niños son reclutados con regularidad o ejecutados de manera sistemática, mientras que las mujeres y menores son secuestradas, encarceladas y, en algunos casos, violadas, obligadas a casarse y a participar en ataques armados, a veces contra sus propias ciudades y pueblos.

Las niñas de Chibok ganaron atención internacional gracias a la campaña lanzada en la red bajo el lema "Bring back our girls" (Devolvednos a nuestras chicas), pero las escolares son solo "una pequeña proporción" de las mujeres, jóvenes y niños secuestrados por Boko Haram.

"Los éxitos militares recientes podrían significar el principio del fin para Boko Haram, pero todavía queda mucho por hacer para proteger a los civiles, resolver la crisis humanitaria y comenzar el proceso de curación", ha advertido el secretario general de AI, Salil Shetty.

SECUESTROS, MATRIMONIOS FORZOSOS Y ADOCTRINAMIENTOS

Los yihadistas trasladan a las mujeres y niñas que secuestran a ciudades y pueblos bajo su control para adoctrinarlas en su estricta versión del Islam y en la preparación para el matrimonio. Aisha, de 19 años, habló con AI sobre su secuestro en la boda de un amigo en septiembre de 2014, junto a su hermana, la novia y la hermana de la novia.

Boko Haram las llevó a un campamento en Gullak, en el estado norteño de Adamawa. Una semana más tarde, la novia y la hermana de ésta fueron obligadas a casarse con rebeldes, mientras a Aisha y otras las enseñaban a luchar.

La joven participó en un ataque contra su propia comunidad y, durante los tres meses que permaneció cautiva, fue violada en repetidas ocasiones; también vio a más de 50 personas asesinadas por los radicales, incluyendo a su hermana. "Algunos se negaron a convertirse al Islam. Otros no quisieron aprender a matar a otros. Fueron enterrados en una fosa común en el monte", recuerda.

A través de imágenes por satélite, AI ha documentado la devastación causada por Boko Haram en Bama, importante ciudad del norte recuperada por los militares nigerianos el pasado marzo después de meses bajo control yihadista. El 70% de la ciudad ha quedado arrasada tras el destrozo de 5.900 estructuras, incluyendo el hospital.

FLAGELACIONES Y LAPIDACIONES

Tras asumir el control de una ciudad, Boko Haram reunía a la población y anunciaba nuevas normas, como las restricciones a la circulación, e imponía su ley con castigos severos como la flagelación pública a quien no asistía a las oraciones o la ejecución en caso de adulterio.

Un joven de 15 años de Bama, liberado por Boko Haram debido a su discapacidad, fue testigo de 10 lapidaciones: "Lapidan los viernes. Reúnen a todos los niños y les piden que arrojen piedras. Yo también participé".

El informe de AI también revela las crecientes tensiones y desconfianza entre cristianos y musulmanes, a quienes los primeros acusan de desvelar su paradero o no avisarles de ataques inminentes.

"El cambio de Gobierno en Nigeria es una oportunidad para mejorar la seguridad tras el estrepitoso fracaso de los últimos años", ha dicho Shetty, en alusión al cambio ideológico de las elecciones de marzo que acabó con el presidente Goodluck Jonathan.

Informe AI Nigeria