Portugal acude a las urnas sin resultados garantizados y con los ecos del rescate aún resonando

Portugal acude a las urnas sin resultados garantizados y con los ecos del rescate aún resonando

RAFAEL MARCHANTE / REUTERS

Alrededor de diez millones de portugueses acuden este domingo a las urnas para decidir la composición del próximo Parlamento, con el que quieren pasar página a cuatro años marcados por las dificultades económicas y en los que el primer ministro, Pedro Passos Coelho, ha hecho de la austeridad su bandera de gestión.

El Partido Social Demócrata (PSD) de Passos Coelho y el Centro Democrático Social-Partido Popular (CDS-PP), que conforman actualmente una coalición de centro-derecha, aspiran a seguir en el poder a costa de un Partido Socialista que, pese a haber recuperado parte del terreno perdido en los últimos años, no ha logrado despegar.

Los socialistas han encomendado a Antonio Costa, carismático antiguo alcalde de Lisboa, su asalto al poder. Costa ha prometido dar un giro a las políticas de austeridad y adoptar medidas para aumentar el poder adquisitivo de las familias.

Durante su último acto de campaña en Lisboa, el líder socialista llamó a la participación, consciente de que, como él mismo ha dicho, "cada voto cuenta" si quiere desbancar al centro-derecha. Los sondeos que llegaron a situar al PS al frente dibujan ahora una ventaja de la coalición Portugal al Frente del PSD y el CDS-PP.

Las encuestas coinciden en situar a la actual alianza gubernamental al frente en intención de voto, con ventajas que han llegado incluso a los 12 puntos pero que vaticinan un escenario sin mayorías absolutas. El bloque de los indecisos -superior al 10%- podría terminar inclinando la balanza en uno u otro sentido.

Una encuesta difundida el viernes por el periódico luso Publico cifró en el 37,2 por ciento la intención de voto para el bloque que encabeza Passos Coelho, frente al 32,9 por ciento que contemplaba para el Partido Socialista. El sondeo señalaba que los partidos progresistas Coalición Democrática Unitaria (CDU) y Bloque de Izquierda (BE) lograrían, respectivamente, un 8,8 y un 7,9% de los sufragios.

CUESTIÓN DE DINERO

El primer ministro ha presentado como aval su gestión durante los últimos cuatro años, en los que ha navegado en un temporal de crisis económica que apenas comienza a vislumbar la calma. Portugal ha vivido lastrado por el rescate que en 2011 solicitó el Gobierno de José Socrates y del que ha logrado salir a base de recortes.

Passos Coelho, fiel transmisor de las políticas de la troika, ha insistido en que la austeridad estaba justificada y ha pedido a Costa que no haga promesas que no pueda cumplir en caso de llegar al Gobierno. Para el primer ministro, el Partido Socialista equivale a "incertidumbre" y su Gobierno, en cambio, ejemplifica la "estabilidad" que el país necesita.

"Sin estabilidad no hay confianza, sin confianza no hay inversión, sin inversión no se crea empleo", dijo el jefe de Gobierno en el cierre de campaña, repitiendo una consigna que ha defendido en sus debates frente a Costa.

El presidente de Portugal, Anibal Cavaco Silva, también apeló a la "estabilidad" tras los "sacrificios" en su mensaje de convocatoria de elecciones. "Todas las elecciones son importantes, pero las próximas son especialmente importantes para el futuro de Portugal", advirtió.

EL FANTASMA DE SÓCRATES

Las elecciones llegan precedidas no sólo de convulsión económica sino también política, ya que durante la legislatura a punto de terminar los portugueses han visto cómo su anterior jefe de Gobierno, Sócrates, terminaba cambiando la silla de primer ministro por el banquillo de los acusados.

Sócrates, bajo cuyo mando el socialismo conoció sus mejores momentos políticos, abandonó el Gobierno en julio de 2011 tras el rechazo parlamentario a su plan de austeridad, pero ahora su figura ha quedado ligada al escándalo. Tras 288 días detenido, el ex primer ministro logró abandonar la cárcel a principios de septiembre para pasar a arresto domiciliario.

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MOSTRAR BIOGRAFíA

Soy redactora centrada en Global y trato de contar el mundo de forma didáctica y crítica, con especial atención a los conflictos armados y las violaciones de derechos humanos.

 

Sobre qué temas escribo

Mi labor es diversa, como diverso es el planeta, así que salto de Oriente Medio a Estados Unidos, pero siempre con el mismo interés: tratar de entender quién y cómo manda en el siglo XXI y cómo afectan sus decisiones a la ciudadanía. Nunca hemos tenido tantos recursos, nunca hemos tenido tanto conocimiento, pero no llegan ni las reformas ni la convivencia prometidas. Las injusticias siempre hay que denunciarlas y para eso le damos a la tecla.

 

También tengo un especial empeño en la actualidad europea, que es la que nos condiciona el día a día, y trato de acercar sus novedades desde Bruselas. En esta ciudad y en este momento, la defensa es otra de las materias que más me ocupan y preocupan.

 

Mi trayectoria

Nací en Albacete en 1980 pero mis raíces son sevillanas. Estudié Periodismo en la Universidad de Sevilla, donde también me hice especialista en Comunicación Institucional y Defensa. Trabajé nueve años en El Correo de Andalucía escribiendo de política regional y salté al gabinete de la Secretaría de Estado de Defensa, en Madrid. En 2010 me marché como freelance (autónoma) a Jerusalén, donde fui corresponsal durante cinco años, trabajando para medios como la Cadena SER, El País o Canal Sur TV.

 

En 2015 me incorporé al Huff, pasando por las secciones de Fin de Semana y Hard News, siempre centrada en la información internacional, pero con brochazos de memoria histórica o crisis climática. El motor siempre es el mismo y lo resumió Martha Gellhorn, maestra de corresponsales: "Tiro piedras sobre un estanque. No sé qué efecto producen, pero al menos yo tiro piedras". Es lo que nos queda cuando nuestras armas son el ordenador y las palabras: contarlo. 

 

Sí, soy un poco intensa con el oficio periodístico y me preocupan sus condiciones, por eso he formado parte durante unos años de la junta directiva de la ONG Reporteros Sin Fronteras (RSF) España. Como también adoro la fotografía, escribí  'El viaje andaluz de Robert Capa'. Tuve el honor de recibir el XXIII Premio de la Comunicación Asociación de la Prensa de Sevilla por mi trabajo en Israel y Palestina y una mención especial en los Andalucía de Periodismo de la Junta de Andalucía (2007). He sido jurado del IV Premio Internacional de Periodismo ‘Manuel Chaves Nogales’.

 

 


 

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