El miedo al coronavirus augura nubarrones en la economía
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El miedo al coronavirus augura nubarrones en la economía

Los inversores entran en pánico a la expansión de la epidemia y el Ibex 35 cierra con la peor sesión desde el Bréxit.

A trader reacts as he works on the floor during the opening bell on the New York Stock Exchange on March 9, 2020 in New York. - Trading on Wall Street was temporarily halted early March 9, 2020 as US stocks joined a global rout on crashing oil p...TIMOTHY A. CLARY via Getty Images

Miedo, pánico, temor o histeria. Cualquiera de esas sensaciones sirve para describir la situación vivida este lunes negro en los mercados financieros de todo el mundo, que se desplomaron ante la incertidumbre sobre la expansión del coronavirus. El Ibex vivió una de sus peores sesiones históricas. Ahora se abre un escenario lleno de nuevas incógnitas: ¿Cuánto tiempo durarán estas caídas? ¿Se avecina una recesión? ¿Estamos ante una nueva crisis?

Las medidas para frenar los contagios del coronavirus decretadas por los Gobiernos de Francia, Alemania e Italia —que puso en cuarentena a 16 millones de personas [ampliándose a todo el país por la noche]— no solo no han servido para calmar los ánimos, sino que han contagiado de miedo a los inversores.

A la incertidumbre sobre el impacto económico que puedan tener esas fuertes medidas se unió el hundimiento del precio del petróleo por un enfrentamiento entre Arabia Saudí y Rusia. El barril de crudo de Brent —que se utiliza como referencia en Europa — cayó un 30% durante la jornada del lunes.

“El desplome esta madrugada de los precios del petróleo, sin precedentes en las últimas tres décadas, ha desatado la histeria colectiva en los mercados”, explica Aitor Méndez, redactor financiero de IG, una plataforma para invertir.

La Bolsa española no se mantuvo ajena a ese pánico desatado entre los inversores por el coronavirus, que en España ya ha superado los 1.200 contagios. El Ibex 35  —el índice bursátil de referencia que incluye a las 35 empresas españolas más grandes— cerró con una caída del 7,96% y ha vuelto a perder un 3,21% este martes. La de ayer se trata de la peor jornada desde el día después al referéndum del Bréxit, cuando cayó más de un 12%.

Todas las empresas de este índice terminaron con caídas, especialmente aquellas vinculadas al petróleo, como Repsol, y los bancos, como BBVA y Santander. Si hace dos semanas el Ibex reconquistaba los 10.000 puntos después de dos años muy lejos de esa cota, este lunes acabó por debajo de los 8.000 puntos. Un auténtico batacazo del que costará recuperarse.

Este martes, la tendencia no se ha revertido y ha seguido a la baja, aunque no en términos tan dramáticos como el lunes. El Ibex se ha dejado un 3′21 en otra sesión dura para los mercados. El selectivo se ha quedado en 7.461,50 puntos, 247 menos que al cierre del lunes.

“Estamos viviendo una situación de inestabilidad continua en los mercados. La caída del precio del petróleo a largo plazo nos podría beneficiar como país dependiente, pero al ser tan brusca asusta a los inversores. El dinero busca la tranquilidad. Estos desplomes son irracionales”, señala Borja Ribera, profesor de la EAE Business School y asesor financiero en GVC Gaesco.

El dinero busca la tranquilidad. Estos desplomes son irracionales"
Borja Ribera, profesor de la EAE Business School y asesor en GVC Gaesco

En Estados Unidos, Wall Street siguió la misma tendencia a la baja que marcaban los mercados europeos. Sus principales índices, el Dow Jones y el S&P 500, se estrenaron con caídas del 7% en su apertura. 

Estas fuertes caídas llevaron a que este lunes, por primera vez desde 2008, se activase una parada de emergencia de la Bolsa de Nueva York, que ha paralizado las operaciones durante 15 minutos.

“Arabia Saudí y Rusia están discutiendo sobre el precio y el flujo de petróleo. ¡Esa, y las noticias falsas, es la razón de la caída de los mercados!”, publicó el presidente estadounidense Donald Trump en su cuenta de Twitter.

Finalmente, el índice Dow Jones terminó la jornada con una caída del 7,8%, la más pronunciada desde la crisis económica de 2008. Esta bajada de la Bolsa se acercó mucho al 7,89% que marcó el 15 de octubre de 2008, tras la caída de Lehman Brothers.

Algunos inversores optaron por vender sus acciones en la Bolsa e invertir su dinero en oro, en lo que se conoce como un activo refugio. “Los inversores más especulativos se han ido. Los que estaban en Bolsa por su buena rentabilidad, ahora se han ido al oro y a la deuda pública, que son considerados más seguros, por el miedo a una posible recesión”, apunta Benja Anglès, profesor de la Universitat Oberta de Catalunya experto en finanzas.

También las criptomonedas están atrayendo a inversores que huyen de la Bolsa, aunque el bitcoin también cayó ayer. “Se ha experimentado un crecimiento notable en cuanto a la compra. La tesitura no es como antaño en la que, cuando bajaba el precio de las criptodivisas, los usuarios vendían”, cuenta Jorge Soriano, consejero delegado de la plataforma de compraventa Criptan.

Eso sí, siempre habrá quien sepa sacar provecho de esas oportunidades que surgen ahora con estas caídas en las Bolsas. “Los inversores a largo plazo, que saben jugar, verán que hay acciones que están baratas y empezarán a comprar”, señala Anglès.

Si estas turbulencias en los mercados financieros se mantienen pueden convertirse en un auténtico problema para la economía mundial, que ya acusa desgaste. “La desaceleración en un período corto puede someter a las empresas a una grave presión. El envío de componentes desde China se ha interrumpido, dejando a las compañías incapaces de entregar mercancías a los consumidores; sin embargo, tendrán que seguir pagando los salarios y reembolsando los préstamos”, apunta Jean Aurelien Marcirau, codirector de renta variable en la gestora Edmond de Rothschild AM.

Este experto recuerda que la parálisis de la economía en China también se notará en el resto del mundo. “Al igual que la mariposa que agita sus alas y que puede desencadenar un huracán en cualquier otra parte del mundo, las empresas europeas dependen en parte de proveedores y clientes chinos en zonas donde la actividad se ha ralentizado”, señala Marcirau.

El verdadero problema reside en que esta vez nadie sabe cuándo se va a solucionar esta epidemia, a diferencia de lo que ha ocurrido anteriormente cuando aparecía un cisne negro, un suceso que ocurre por sorpresa y que genera un gran impacto. “Estas caídas muy bruscas normalmente se recuperaban muy rápido, pero esta vez no sabemos cuánto tiempo durará el parón de la economía”, afirma Ribera.

“Con el coronavirus se ha evidenciado que la economía no estaba tan bien como nos decían. Esta puede ser la primera pieza un dominó que hacer dudar a todo el mundo porque podemos estar ante algo grave. Los problemas se van a ir expandiendo”, señala Anglès.

España puede verse claramente afectada por la importancia que tiene el turismo en la economía, con la cancelación de eventos como ferias, congresos y desplazamientos. “En verano veremos cómo afecta claramente esa ralentización del turismo. España puede pasarlo mal”, recuerda Anglès.

Ante el aumento de contagios en algunas zonas del país, el ministro de Sanidad, Salvador Illa, anunció este lunes la suspensión de la clases en todos los niveles educativos durante los próximos 15 días en la Comunidad de Madrid, en las localidades de Vitoria-Gasteiz y Labastida (Araba).

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, anunció este lunes que el Ejecutivo prepara un “plan de choque [en materia económica] en coordinación y colaboración con los agentes sociales”.

Las primeras medidas se anunciarán este jueves tras una reunión en el Palacio de La Moncloa. “Los Gobiernos van a intentar tomar medidas para tranquilizar a la economía y que se siga consumiendo”, apunta Ribera.

En este sentido, la Reserva Federal estadounidense bajó los tipos de interés por sorpresa, sin que hubiera una reunión y aumentó las inyecciones de liquidez. Los analistas esperan nuevas actuaciones esta semana. También bajaron los tipos en Australia, México o China.

El Banco Central Europeo tiene previsto reunirse este jueves, aunque en su caso no puede bajar los tipos, porque ya están al cero. “Tras el movimiento de la Fed, el mercado está ahora a la espera de lo que pueda anunciar el BCE, teniendo en cuenta el menor margen de actuación de la institución frente a otros bancos centrales”, apuntan los analistas del banco privado Renta 4.

¿Será suficiente para contener el contagio del miedo?