¿Está en riesgo la 'ley trans'?

¿Está en riesgo la 'ley trans'?

Sectores del PSOE se muestran dolidos y preocupados por los ataques a la ley, pero en Igualdad confían en su aprobación.

Irene Montero y Carmen Calvo se saludan antes de una sesión de la Comisión de Igualdad en el Congreso.EFE

“La ley trans puede destrozar la potente legislación de igualdad de nuestro país”. Junto a la imagen de la futura primera ministra italiana, la ultraderechista Giorgia Meloni, el diario El Mundo publicaba este lunes en su portada una entrevista con la exvicepresidenta del Gobierno Carmen Calvo, en la que la exdirigente socialista cargaba duramente contra la ley que el Gobierno de Pedro Sánchez ha llevado con trámite de urgencia al Congreso.

Lo hacía horas después de participar en un simposio en Valencia en el que coincidió con las voces más críticas con la ley trans dentro del feminismo, como Amelia Valcárcel o Alicia Miyares.

Voces del feminismo clásico socialista que han mostrado su oposición frontal a la legislación impulsada por el Gobierno de coalición a través del ministerio de Igualdad, dirigido por Irene Montero, de Unidas Podemos.

Y que el lunes tuvieron en Calvo y en la ‘primera’ de El Mundo uno de los mayores altavoces que han tenido en los últimos tiempos.

“Hay que distinguir entre la necesidad de que el Estado dé respuesta a las personas trans de una teoría queer que viene a destrozar todo lo que de progresista han tenido las leyes de igualdad entre hombres y mujeres. La Constitución no contempla el género, contempla el sexo. El artículo 14 dice que puedes ser discriminada por razón de sexo”, aseveraba la exvicepresidenta en la entrevista.

En ella, Calvo también negaba que se pueda ser feminista y defender la teoría queer, y afirmaba que no podía respaldar “que cada uno es como es”. “Yo no voy a defender eso. Cada uno es como es, pero previamente hay que ir todos al colegio, tener una sanidad que te cuide, un salario mínimo digno...”.

Calvo, que preside la Comisión de Igualdad en el Congreso, criticaba que el Ejecutivo haya tramitado por vía de urgencia esta ley y advertía: “Llevo bastante tiempo en el Congreso y son mayoría las leyes que salen diferentes de como entran. El debate empieza ahora”.

Sin embargo, sectores del PSOE niegan a El HuffPost que exista tal debate y lo limitan a las opiniones de la exvicepresidenta y de algunas feministas socialistas que llevan meses haciendo campaña contra esta ley.

De hecho, afirman estas mismas fuentes, el debate en el seno del socialismo ya tuvo lugar. Concretamente, en octubre de 2021, durante el 40 Congreso socialista celebrado en Valencia.

De ese cónclave salió un documento de resoluciones en el que se incluía el apoyo a la ley trans con frases como estas:

“Su aprobación supondrá el final de un largo camino que hemos recorrido junto con el colectivo LGTBI y muy en particular al lado de las personas trans (...) un camino que alcanzará otro hito con esta nueva legislación que dotará de garantías jurídicas sus aspiraciones y demandas, asegurando que nunca más tendrán que recorrer un camino espinoso para ver reconocida su identidad”. 

En sus resoluciones, los socialistas hacían suyas “las reivindicaciones de las personas trans con esta futura legislación que aborda la libre manifestación de la propia identidad sexual y apoya la inscripción registral del sexo declarado con plenas garantías jurídicas, para acabar con la exclusión y con las dificultades administrativas actuales, protegiendo especialmente a menores, y despatologizando el proceso”.

Precisamente este aspecto es uno de los que más critican las feministas que se oponen a esta ley. Las mismas que, a las puertas del Congreso socialista del pasado año, repartieron entre los asistentes las enmiendas que pretendían defender rechazando los aspectos en los que el PSOE, en la ponencia marco, se posicionaba a favor de la futura legislación sobre los derechos trans.

Enmiendas a las que ha tenido acceso este diario y en las que se pedía, entre otras cosas, no hablar de “identidad de género” sino de “identidad sexual”; suprimir los párrafos en los que se habla de las ventajas de la ley; o eliminar el símbolo ”+” del concepto LGTBI.

Pero también en contra de la autodeterminación de género, un aspecto fundamental de la futura ley, y que estas críticas consideraban que, “basado en la mera voluntad, no puede dar pie, tal cual, al cambio registral de sexo por las graves consecuencias que tiene para toda la sociedad”. Sobre el cambio de sexo registral, alegaban: “Un cambio tan sustancial y de graves consecuencias para toda la sociedad como es el cambio registral del sexo no se puede dar sin un debate previo objetivo, científico y poliédrico, un debate que no ha tenido lugar en el partido”.

Estas enmiendas, que sí fueron presentadas, para sorpresa de muchos de los presentes no fueron defendidas por ninguna de las voces críticas durante aquel congreso socialista, por lo que finalmente la parte de la ponencia referida a nuevos derechos y política LGTBI se aprobó por unanimidad.

Sin embargo, las contrarias a la ley trans afirmaron, en declaraciones a los medios, que se les había “hurtado el debate”. “Que lo planteen en el Congreso 41”, responden desde los sectores socialistas favorables a esta ley.

Desde aquel episodio, el ruido respecto a este asunto se había limitado apenas a las redes sociales. Sin embargo, el verano se ha ido calentando.

El secretario LGTBI del PSOE, Víctor Gutiérrez, durante un acto organizado por UGT, habló de “muchas voces que representan al PSOE que hacen daño” y celebró que se apartase “de la primerísima línea política a voces que han hecho mucho daño” y que eran contrarias a la ley, en una referencia velada a Carmen Calvo, que dejó de ser vicepresidenta del Gobierno tras los encontronazos con el Ministerio de Igualdad, especialmente por este asunto.

Tras la polémica, el propio Gutiérrez pidió disculpas desde su cuenta de Twitter, asegurando que no pretendía ofender a sus compañeros de partido ni “menospreciar el trabajo de nadie”.

Hace pocos días se filtró a la prensa un cruce de denuncias a la Comisión de Ética y Garantías del PSOE. Por un lado, las críticas con la ley pedían el cese de Gutiérrez. Por otro, una denuncia lamentaba los ataques al partido de la organización Femes, en la que participan muchas de las feministas contrarias a la futura legislación.

El penúltimo episodio ha sido la entrevista de Calvo en El Mundo, por la que fue preguntada la vicesecretaria general del PSOE y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, quien reconoció que, como cualquier lado que pasa por la Cámara baja, hay que “entender que en su trámite recibe enriquecimiento”.

Pese a todo este ruido de los últimos días y estas palabras de Montero —que muchos han interpretado como una puerta abierta a modificaciones—, las distintas fuentes consultadas creen que la ley será aprobada en el Congreso tal y como salió del Consejo de Ministros.

Desde Igualdad recuerdan a las palabras que ha venido diciendo en los últimos días la ministra, Irene Montero: “La ley trans será ley”.

Es más, destacan en el Ministerio que la intención es que la nueva norma esté aprobada antes de final de año, como tarde en diciembre, junto a la reforma de la ley del aborto.

“Son dos piezas clave para los derechos y las libertades de la mayoría de la población y por tanto este es el momento y no cualquier otro, de avanzar de forma decidida tanto en los derechos de las mujeres como de la comunidad LGTBI”, afirmó Montero con Calvo al lado en la Comisión de Igualdad.

Aun así, el temor en sectores del PSOE favorables a esta legislación es que el ruido acabe retrasando la tramitación e incluso parando la ley, puesto que son conscientes de que en Moncloa no quieren que esto se convierta en un incendio afecte a las aspiraciones electorales del presidente. De ahí que el PSOE, oficialmente, procure guardar un prudente silencio sobre este asunto.

En todo caso, recuerdan que la imagen del Gobierno ha mejorado entre las mujeres siempre que se han aprobado leyes referentes a la igualdad.

Por su parte, en Unidas Podemos tampoco temen que la ley no salga adelante, aunque sí lamentan que nuevamente se genere ruido con una medida impulsada desde el ala morada del Ejecutivo. Enmendar el texto, advierten, podría poner en riesgo la mayoría parlamentaria para sacar adelante la ley, por lo que confían en que finalmente, como ocurrió con la Ley del sólo sí es sí, no haya problemas.

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Jefe de Política de El HuffPost