El polémico informe de la Guardia Civil: bulos, fechas incorrectas, especulaciones y refritos de noticias

El polémico informe de la Guardia Civil: bulos, fechas incorrectas, especulaciones y refritos de noticias

Se trata del documento enviado a la juez del 8-M

Pérez de los CobosEFE

81 páginas que han provocado todo un maremoto político. Se trata del informe remitido por la Comandancia de la Guardia Civil de Madrid a la juez que instruye el caso del 8-M, en el que se afirma que no se debería haber permitido ninguna manifestación y concentración desde el 5 de marzo y que ha provocado el cese del coronel Diego Pérez de los Cobos.

El documento fue requerido por la magistrada Carmen Rodríguez-Medel, encargada en el juzgado de instrucción número 51 de la causa abierta por la manifestación del 8-M. En él se recopilan informaciones de la Delegación del Gobierno y la Consejería de Sanidad, además de tuits y noticias.

El informe ha levantado polémica no sólo por lo que la Guardia Civil dice, sino también por recoger informaciones tergiversadas, bulos, testimonios de otras concentraciones desconvocadas aquellos días, versiones de reuniones sin contrastar y especulaciones sobre la propagación del virus.

Este documento ha sido, con todo, clave para que la jueza haya citado como imputado por esta causa al delegado del Gobierno en Madrid, José Manuel Franco

El texto remitido a la juez llega a afirmar literalmente: “Por lo tanto, el Gobierno ya conocía desde el mes de enero la gravedad real de la epidemia del coronavirus”. Y ese “por lo tanto”, ¿en qué lo basa? El informe lo sostiene en una cronología de hechos que hace y que incluye: “El Ministro de Ciencia e Innovación, D. Pedro Duque, reconoció en la tercera semana del mes de marzo de 2020, la gravedad del coronavirus desde el mes de enero de 2020. En rueda de prensa junto al Ministro de Sanidad explicó que los investigadores españoles empezaron a trabajar de forma intensa desde que se conoció esta enfermedad, en el mes de enero. Ya el 2 de febrero tuvimos una reunión con los profesores Juanes y García Sastre, este último en Nueva York, para asegurar que tengan más facilidades y todos los medios necesarios para investigar la enfermedad. Este mismo 2 de febrero liberamos medios e hicimos cambios legales para reducir los plazos que culminaron en el Real Decreto de Estado de Alarma donde hemos puesto todas las medidas de funcionamiento”. 

Hay que fijarse que esa cronología se basa, según consta a pie de página del texto, en una noticia de OK Diario, a la que copia la Guardia Civil hasta párrafos y la expresión el “Gobierno conocía la realidad”.

En el informe de la Guardia Civil también hay fechas incorrectas, ya que se llega a afirmar en el apartado sobre medidas recomendadas en materia de salud que la OMS declaró como epidemia el coronavirus el 30 de enero de este años. Esto no sucedería realmente hasta el 11 de marzo a través de una rueda de prensa del director general de la organización, Tedros Adhanom Ghebreyesus.

Solo unos testigos, bulos y especulaciones

El informe también basa sus conclusiones al haber entrevistado como testigos a organizadores de un congreso evangelista cancelado y que estaba previsto para los días 19,20 y 21 de marzo. Y se señala, según la versión de los promotores, que tanto Salvador Illa como Fernando Simón les dijeron que no se podía celebrar. La Benémerita los ha llamado a ellos, pero no consta que se haya preguntado a las dos autoridades por los detalles de esas dos reuniones mencionadas. El propio Simón ha explicado esta tarde que pidió a los evangelistas antes del 8-M que no celebraran su cónclave al venir asistentes de otros países.

Sobre Simón, se llega a recoger en el texto y basándose en una noticia de Redacción Médica que “el 28 de febrero de 2020, el director del CCAES (Fernando Simón) admitió que había transmisión comunitaria. Este escenario define que no se puede contener el virus controlando a las personas que estén infectadas y a su entorno, porque ya no se conocen éstos”. Pero la noticia citada no contempla en ningún momento esa afirmación.

También se recoge en el informe una noticia que se publicó en la web de la Cope titulada “El vídeo del 8-M con el que acusan al Gobierno de ocultar la verdad sobre el coronavirus”. Se trata de un bulo, ya que se basa en que las dirigentes socialistas Isabel Celaá y Magdalena Valerio llevaron guantes a la concentración para no contagiarse. Este tipo de guantes morados son normales en las manifestaciones y las dos políticas no los llevaron durante toda la marcha, como se pudo comprobar en imágenes.

Además, el informe contiene especulaciones sobre la propagación del virus en España como que se permitiera a aficionados del Atalanta a viajar a un partido a Valencia: “Un club de la región de Lombardía, la más afectada”. El texto llega a hacer hipótesis de que “cabría la posibilidad de que multitud de ciudadanos provenientes de zonas de riesgo hayan infectado a la población española”. “Y que unos y otros podrían haber acudido a las distintas reuniones y manifestaciones comprendidas en la Comunidad que se celebraban en esas fechas, pudiendo crecer los contagios de forma exponencial de haber sido el caso”, afirma la Guardia Civil.

En el informe, según consta en la página 63, se señala que gracias al análisis documental se “ha constatado que la Delegación del Gobierno tenía conciencia del peligro que suponía la celebración de reuniones y manifestaciones en fechas previas a la declaración del estado de alarma de las que había tenido conocimiento y por ende había permitido autorizar su celebración”.

Estas consideraciones se deducen, recoge el informe, “del estudio de los expedientes de comunicaciones de reuniones y manifestaciones gestionadas por la Delegación del Gobierno y aportados en esta instrucción”. Pero, el propio documento se basa en los argumentos dados a los responsables de concentraciones que fueron desconvocadas antes del estado de alarma.