Quién es Macron, el ‘ovni’ que revolucionó la política francesa

Quién es Macron, el ‘ovni’ que revolucionó la política francesa

Outsider, liberal, centrista… Al presidente saliente se le definió y se le sigue definiendo de mil formas: su perfil descolocó a la política tradicional francesa, alejándose del histórico bipartidismo.

Imagen de archivo del presidente saliente, Emmanuel MacronSTEPHANE MAHE via REUTERS

Outsider, ovni, liberal, centrista… A Emmanuel Macron (Amiens, 1977) se le definió y se le sigue definiendo de mil formas. Su perfil descolocó a la política tradicional francesa, alejándose del histórico bipartidismo al presentarse ante los ojos de la República y del mundo como un líder capaz de aunar ‘lo mejor’ de cada casa -de la izquierda y de la derecha-. Cinco años después sigue huyendo de etiquetas, pero se aferra al mismo estilo o a la misma ‘coletilla’: rara es su intervención en la que no se le escucha un “en même temps” -al mismo tiempo-, buen símil de su gestión e ideología. Bien de izquierdas, bien de derechas o bien de centro, o todo al mismo tiempo, defiende a capa y espada el lustro de su presidencia y su liderazgo en circunstancias tan insólitas como la pandemia mundial o la guerra en Ucrania. Ahora tiene cinco años más para seguir demostrando: los franceses le han dado su voto de confianza para la reelección, algo que no se veía desde 2002, cuando Jacques Chirac revalidó su mandato.

Macron ha llegado a las elecciones con unos números que refuerzan su mensaje: Francia tiene un desempleo muy bajo y una recuperación económica tras la pandemia del coronavirus que está siendo más rápida que la del resto de países comunitarios. De hecho, una de las principales bazas electorales para la renovación del mandato del presidente saliente ha sido que al terminar 2021 el nivel del paro era, con un 7,4%, el más bajo desde 2008, y la tasa de actividad, con un 73,5%, la mayor desde que empezaron los registros en 1975, según datos recogidos por la agencia Efe. 

Su imagen internacional, respaldada casi desde el minuto cero en el que presentó su candidatura para las elecciones de 2017, se ha incluso mejorado. Con una Unión Europea sumida en una crisis de identidad ante la insólita salida de uno de sus miembros clave, Reino Unido, de la mano del Brexit y el que parecía un auge imparable de la ultraderecha, el respaldo al por entonces desconocido candidato de En Marche! fue prácticamente inmediato. Consiguió también conquistar a los que dudaban de su inexperiencia, ya que, con todo, no era exactamente un outsider: procedía del corazón mismo del sistema: es exbanquero y fue ministro de Finanzas con Hollande.

Cinco años después, tras la marcha de la canciller alemana, Angela Merkel, y con la presidencia francesa de la UE, ha reforzado el que fue otro de sus mensajes clave cuando se presentó al mundo: el de ser un europeísta convencido. El Himno de la Alegría sonando en la explanada de El Louvre la noche de su victoria electoral, convirtiéndose en el presidente más joven de la República francesa, fue el culmen de su victoria.

Es un político liberal que, según el sector, es de políticas de izquierdas o de derechas

Mathieu de Taillac, corresponsal en España del diario francés Le Figaro, comparte las mil caras que posee el presidente francés saliente, de quien considera que ya ha demostrado su estilo propio: “En cinco años se ha definido Macron: era un ovni cuando llegó al Elíseo y creo que se le puede definir bastante acertadamente con la palabra liberal. Es un político liberal que, según el sector, es de políticas de izquierdas o de derechas. En economía son políticas que se parecen mucho a las que puede proponer la derecha clásica francesa, en temas de seguridad ciudadana también, en seguridad ciudadana también, en temas de integración, de islam, laicidad se ha ido acercando más a posturas conservadoras, y luego en temas más de sociedad como feminismos o igualdad, mujeres y hombres, ecología, por lo menos él quiere presentarse como liberal progresista”.

Consciente del interés que siempre ha despertado, Macron cuida hasta el límite su estilo y toda la escenografía que le rodea. 

  Imagen de archivo de la reunión de Macron con Putin en febrero- via SPUTNIK/AFP via Getty Images

Sus imágenes intentando dar con alguna solución a la guerra de Ucrania son el último ejemplo, dado que ha sido el conflicto que lo ha marcado todo. “Ha cambiado por completo la campaña. Macron se ha beneficiado también de que el tema electoral sea la guerra porque él es el jefe del Estado, el jefe del Ejército y coincide con la presidencia rotaria de la Unión Europea y entonces coge su teléfono y habla con Putin, Zelesnki… Todo realza la estatura de jefe de estado que ya tiene cualquier presidente saliente. Es lo que los politólogos llaman el efecto bandera: unirse debajo de la bandera cuando hay un conflicto o una crisis de importancia”, explica el corresponsal de Le Figaro, que también apunta a cómo ha cambiado la estructura de la campaña. “No ha habido ningún debate antes de la primera vuelta, también es verdad que lo hubo hace cinco años, pero es bastante excepcional y el presidente saliente no ha comparecido casi. Su teoría es ser el presidente siempre que deba y candidato siempre que pueda y ha podido poco. Es difícil reprochárselo pero es verdad que es raro porque los candidatos querían confrontar sus propuestas y no han podido”.

Su teoría es ser el presidente siempre que deba y candidato siempre que pueda y ha podido poco

Así, Macron ha ido jugando sus bazas y manteniendo puntos clave que le funcionaron en el pasado, como su europeísmo. A su lado sigue la que es, según sus propias palabras, la mujer de su vida: Brigitte Trogneux. Su historia de amor, que comenzó cuando él tenía 17 años y ella 24 más, tenía hijos y estaba casada, conquistó al mundo entero. Se conocieron gracias al teatro, una de las pasiones de Macron, cuando ella se convirtió en su profesora.

  Imagen de archivo de Brigitte y Emmanuel MacronCHRISTIAN HARTMANN via REUTERS

Echando la vista atrás, la trayectoria profesional del presidente francés saliente es larga: estudió filosofía en la universidad de Nanterre y después entró en el Instituto de Ciencias Políticas. Más tarde ingresó en la Escuela Nacional de Administración (ENA), una de las más prestigiosas del país. Después trabajar para el sector privado, se asentó en lo público al ser nombrado en el año 2012 cuando secretario general adjunto de la Presidencia de François Hollande. Y en 2014 pasó a ocupar el cargo de ministro de Economía, Recuperación Productiva y Asuntos Digitales.

Esa experiencia, junto la adquirida estos cinco años en el cargo, es a la que apela a la hora de pedir el voto. Además, Macron ha centrado sus promesas electorales en la que sabe que son una bala de cara a la potencial segunda vuelta en propuestas destinadas a mejorar el nivel de vida de los ciudadanos, sobre todo, de las clases más modestas, que deben apuntalar su victoria en la segunda vuelta. En ese sentido, repite que el retraso de la edad de jubilación, la medida que más polémica ha causado en su programa, será “progresiva” y que los pensionistas recibirán una prima este verano para compensar la fuerte inflación, antes de que su pensión sea armonizada con la subida de los precios en un futuro próximo.

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Laura Riestra es subdirectora en 'El HuffPost'. Licenciada en Periodismo por la Universidad Carlos III, ha trabajado en RTVE.es y en el diario 'ABC'. Puedes contactar con ella en laura.riestra@huffpost.es