“Almirante Nakhimov”: el regreso del gigante de la flota con el que Moscú quiere marcar un hito

“Almirante Nakhimov”: el regreso del gigante de la flota con el que Moscú quiere marcar un hito

Supone un avance tremendamente significativo para las aspiraciones de la Armada rusa.

Crucero Almirante NakhimovTwitter

La guerra con Ucrania está provocando que Rusia tome medidas y lleve a cabo renovaciones que quizá, sin un conflicto mediante, no realizaría. Y es que, si hay un punto débil para de Rusia en el ámbito armamentístico y militar, ese es su flota.

Ya avisó Medvedev, expresidente del país y actual vicepresidente del Consejo de Seguridad de Rusia, en el año 2009 cuando aún ostentaba el cargo de primer ministro, que el principal problema de Rusia era su Marina, y llegó a asegurar que, en caso de tener una Armada competente, Rusia no tendría futuro como nación.

Catorce años después y tras la pérdida de la fragata Moskva -buque insignia de la flota del Mar Negro, hundida hace unos años- parece que desde el Kremlin se va a dar un paso hacia adelante en este sentido. 

El proyecto con el que se quiere potenciar a la flota rusa tiene como pieza angular el Almirante Nakhimov, un crucero de batalla de propulsión nuclear, que actualmente, se encuentra en un proceso de reparación y modernización, y si todo sigue su curso, las pruebas se iniciarán a finales de 2023.

El máximo representante del Ministerio de Defensa, Serguei Shoigu, ya ha hecho declaraciones al respecto asegurando que están trabajando para reparar un total de 62 buques y que puedan formar parte de la Armada rusa a partir del próximo año.

Cómo es el Almirante Nakhimov

Este buque de guerra, que lleva fuera de servicio desde el año 1999, ya experimentó un primer proceso de modernización en el año 2006, que pese a su lentitud, se ha ido logrando

A inicios de este año se comenzó la tarea de carga de combustible y suministro eléctrico en el buque. Para llevar a cabo estos trabajos se ha requerido la instalación de más de 5.000 equipos y se han tendido más de 200 km de tuberías junto a 1.800 kilómetros de cables.

La vuelto del Almirante Nakhimov supone un momento histórico y simbólico para la Armada rusa en su búsqueda por potenciar su presencia y poder naval. Pese a este avance tan significativo aún es muy pronto para extraer conclusiones sobre la capacidad que Rusia podrá llegar a tener en el escenario geopolítico en los próximos años respecto a su flota.