China dice que el supuesto globo espía es suyo y alega que era para "investigaciones científicas", pero EEUU no se fía y Blinken cancela su viaje a Pekín

China dice que el supuesto globo espía es suyo y alega que era para "investigaciones científicas", pero EEUU no se fía y Blinken cancela su viaje a Pekín

Pekín habla de un artefacto para "asuntos meteorológicos", una versión que Washington no acepta por ahora.

China admite los hechos pero solo a medias. Su gobierno ha confirmado que el globo localizado por EEUU en su propio espacio aéreo es de su propiedad, pero que no tiene nada que ver con espionaje. Es "de naturaleza civil" y solo para "investigación científica".

Al menos, eso dice Pekín. Porque EEUU no termina de aceptar esta versión y, de primeras, ha cancelado el viaje que tenía previsto hacer su secretario de Estado, Antony Blinken, este fin de semana al país asiático.

"El globo es de China y es de naturaleza civil, utilizado para investigación científica, como asuntos meteorológicos", ha remarcado un portavoz del Ministerio de Exteriores chino, que ha apuntado que "tras verse afectado por vientos del oeste y ante la limitación de su capacidad de control, se desvió gravemente de su ruta programada".

Por ello, ha señalado que "China lamenta que el globo se desviara hacia el interior de Estados Unidos por causas de fuerza mayor" y ha añadido que Pekín "seguirá manteniendo la comunicación con Estados Unidos para abordar de forma adecuada esta situación inesperada, causada por una fuerza mayor", según un breve comunicado en la página del Ministerio de Exteriores chino.

China lamenta que el globo se desviara hacia el interior de Estados Unidos por causas de fuerza mayor
Un portavoz del Ministerio de Exteriores chino

EEUU descarta el riesgo "militar" pese a ser una zona estratégica

El portavoz del Pentágono, Pat Ryder, detalló en la noche del jueves que el Ejército estadounidense ha estado rastreando en los últimos días un presunto globo espía chino que sobrevolaba el espacio aéreo continental de EEUU. En concreto, la zona de Billings (Montana), en un punto estratégico porque allí  se sitúa un almacén subterráneo de misiles intercontinentales.

No obstante, en ningún caso se ha hablado de riesgo de seguridad, ya que el elemento "no presenta una amenaza militar o física para las personas en tierra" y "viaja actualmente a una altitud muy por encima del tráfico aéreo comercial", añadía el portavoz, lejos eso sí de quedarse en la versión oficial de la otra parte.

Por su parte, el presidente de la Cámara de Representantes, Kevin McCarthy, ha tildado de "descarado desprecio a la soberanía" el suceso y ha convocado una reunión de un grupo de parlamentarios encargados de abordar información de Inteligencia para tratar el asunto, mientras que congresistas republicanos han criticado a la Administración de Joe Biden y han pedido el derribo del globo.

El histórico viaje que no será para no enviar un "mensaje erróneo"

Los acontecimientos han ocurrido, de forma casual o causal, con la inminente visita del secretario de Estado de EEUU, Antony Blinken, un viaje que ya no tendrá lugar, al menos por ahora. 

La Administración Biden considera que acudir ahora a China podría enviar un mensaje erróneo, por lo que ha aplazado el viaje de forma indefinida, tal y como han explicado fuentes del Gobierno al diario The Wall Street Journal.

No era una cita menor, pues era la primera ocasión en la que el jefe de la diplomacia estadounidense pisaba Pekín en cinco años, además de ser el primer secretario de Biden en hacerlo. Esto representaba para Washington un intento de limar asperezas y evitar un hipotético conflicto bélico por Taiwán tras fuertes tensiones hace meses.

Pero el globogate lo ha volado todo. Antes de que saltara la noticia, el portavoz del Consejo de Seguridad Nacional, John Kirby, dejaba caer que las conversaciones entre Blinken y los responsables chinos también tratarían la guerra en Ucrania y asuntos como las fuerzas armadas de ambos países y la crisis climática. E incluso este viernes se mantenían los planes, pero finalmente EEUU ha dicho basta.

La cuestión de Taiwán queda para una posterior cita... lejos aún de cualquier acuerdo. Cuando aún se esperaba a Blinken, las autoridades locales aprovecharon las horas previas para pedir a Washington que "deje de interferir" en asuntos relacionados con Taiwán. Su respuesta llega tras las palabras de la CIA sobre "subestimar" la posibilidad de que el presidente chino, Xi Jinping, ordene acciones militares contra la isla.

Para el régimen chino, Taiwán es "puramente un asunto interno de China" y que "no puede ser comparado con un conflicto como el de Ucrania".

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Miguel Fernández Molina (Sabiote, Jaén, 1987) es periodista licenciado por la UCM. Trabajó ocho años en el medio digital 'Mundotoro' antes de llegar a 'El HuffPost', donde ejerce de responsable de cierre y escribe sobre deporte, internacional y política, entre otros campos. Puedes contactar con él en miguel.fernandez@huffpost.es