Corea del Norte amenaza con aumentar su arsenal nuclear tras el último movimiento de la armada de EEUU
El atraque de un submarino estadounidense en Busan (Corea del Sur) les obliga a reaccionar. El Ministerio de Defensa de Pionyang advierte de que los despliegues estratégicos de Washington podrían aumentar las tensiones regionales.
Corea del Norte ha anunciado que sus fuerzas militares están listas para tomar cualquier acción necesaria de réplica, después de que un submarino nuclear de ataque rápido de la Armada de Estados Unidos atracara en un puerto de la ciudad surcoreana de Busan. También ha acusado a Washington de representar una grave amenaza a su seguridad nacional.
La agencia de noticias estatal KCNA de Corea del Norte citó el martes al Ministerio de Defensa del país diciendo en un comunicado que la presencia de un submarino nuclear estadounidense en la península de Corea era una "clara expresión de la invariable histeria estadounidense por la confrontación".
"Expresamos nuestra profunda preocupación por el peligroso acto militar hostil de EEUU que puede llevar la aguda confrontación militar en la región que rodea la península de Corea a un verdadero conflicto armado", afirma el comunicado.
El ministerio afirmó que Corea del Norte "ejercerá sin vacilaciones el derecho legítimo de castigar a los provocadores", al tiempo que acusó a Estados Unidos de ser una "entidad hegemónica" que "cree ciegamente en la dominación a través del poder".
El submarino USS Alexandria atracó el lunes pasado en un puerto de Busan para abastecerse de suministros y dar descanso a su tripulación, según ha informado oficialmente el Ministerio de Defensa de Corea del Sur. La parada también brindará una oportunidad para que las armadas de los dos países aliados intercambien información y formulen una postura de defensa combinada, agregó el ministerio.
El USS Alexandria, parte de la Flota del Pacífico de Estados Unidos, es un submarino de ataque rápido, de propulsión nuclear, armado con misiles de crucero Tomahawk.
Pyongyang afirma que las actividades militares conjuntas de Estados Unidos y Corea del Sur son una amenaza a la paz en la península de Corea y las considera como ensayos para una invasión de Corea del Norte.
El domingo, Corea del Norte ya advirtió sobre "consecuencias indeseables" después de una serie de ejercicios realizados por EEUU y sus aliados de Corea del Sur a sólo 25,7 kilómetros de la frontera norteña. Ha intensificado su retórica desde que el presidente estadounidense Donald Trump asumió el cargo el mes pasado, a pesar de los comentarios del presidente estadounidense que sugieren que tiene la intención de acercarse al líder Kim Jong Un para mantener conversaciones directas.
También ha dado el paso de ayudar a Rusia de forma directa en su invasión de Ucrania, con miles de soldados desplegados en la región rusa de Kursk, actualmente ocupada en parte por las tropas de Kiev.
A pesar de las duras sanciones impuestas por la Casa Blanca a Pyongyang y de ocasionales intercambios de insultos, Trump y Kim disfrutaron de una relación inusualmente fuerte durante el primer mandato del presidente estadounidense.
Trump se reunió con Kim en tres ocasiones distintas entre 2018 y 2019, e hizo historia al convertirse en el primer presidente estadounidense en funciones en pisar suelo norcoreano desde que un armisticio de 1953 puso fin de facto a la Guerra de Corea.
